La falta de rentabilidad hace que sólo una empresa se presente al concurso del teléfono 016
Solo una empresa se ha presentado al concurso para gestionar el teléfono 016 de atención a mujeres víctimas de violencia de género: Atenzia. Así figura en el anuncio de adjudicación que ha publicado el Ministerio de Sanidad, Asuntos Sociales e Igualdad y en el que señala que será esta empresa la que se encargue de este servicio durante el próximo año. Es la primera vez que solo una compañía puja por hacerse con el 016, un hecho que se suma a lo que sucedió con el concurso para gestionar las pulseras de control a maltratadores, al que ninguna empresa se presentó y que quedó desierto. Estos contratos, dicen varias fuentes, no salen rentables a las compañías, que llegan a perder dinero.
Atenzia se ha hecho con el contrato por 865.000 euros durante un año. La cantidad es similar a la que supuso los contratos de años anteriores. Sin embargo, en otras ocasiones eran varias las empresas las que pujaban por llevarse el servicio. En 2015, por ejemplo, fueron cinco las compañías que optaron al contrato. Este año, solo una, la que finalmente lo ha obtenido, se presentó.
Hasta ahora, Qualytel, una empresa del grupo Arvato Bertelsmann dedicada al telemarketing, gestionaba el 016 y había ganado concurso tras concurso. Este año, la compañía ni siquiera ha concurrido a la convocatoria. Eldiario.es ha intentado sin éxito obtener una explicación de esta ausencia pero al cierre de este artículo ningún portavoz de la empresa había respondido. Otras fuentes no oficiales explican, sin embargo, que el contrato de este servicio no es rentable y que apenas puede atraer ya a empresas.
Atenzia ya gestiona otros números de titularidad pública, como el de teleasistencia del ayuntamiento de Madrid. Precisamente, CCOO denunció las condiciones de este contrato que, dicen, la empresa consiguió mediante una “bajada temeraria” del precio. Es decir, mediante una oferta que ponía en peligro las condiciones de trabajo de la plantilla: si en el anterior contrato la oferta era de 21 euros por terminal (los dispositivos que se instalan en casa de personas dependientes), Atenzia ganó el contrato ofertando 18 euros por cada uno. Una rebaja que, aseguran los trabajadores, se ha traducido en despidos, cambios en las jornadas y modificaciones de las condiciones de trabajo.
Sanidad tuvo que rectificar los pliegos del contrato del 016, después de que se conociera que había incluido el asesoramiento a hombres dentro del servicio, tal y como adelantó eldiario.es.
Control de brazaletes, desierto
En el caso de los brazaletes de control a maltratadores, el contrato quedó desierto. Tal y como adelantó El País, la oferta era un 30% anual mayor que en el anterior contrato (unos 12,5 millones por tres años) pero fue insuficiente para atraer a las empresas. En este caso, la última contratista fue Telefónica y era Securitas Direct la que prestaba el servicio. El Ministerio de Sanidad se puso en marcha para preparar pliegos nuevos que sirvieran para, esta vez sí, adjudicar el contrato, aunque no especificó qué cambios introduciría para hacerlo más atractivo.
En el caso del 016, Atenzia prestará ahora el servicio de asesoramiento telefónico a mujeres víctimas de violencia de género. Tendrá que subrogar a la plantilla de 21 trabajadoras que cobran entre 959 y 1.450 euros mensuales por jornadas a tiempo completo. Los sindicatos están alerta para ver de qué manera esta empresa gestionará un servicio “tan sensible”.
La gestión de Qualytel no estuvo exenta de polémica. Como publicó eldiario.es en 2013, CCOO denunció que la empresa había despedido a varias trabajadoras embarazadas y personal con reducción de jornada por cuidado de hijo. Los sindicatos advertían, y lo siguen haciendo, de las condiciones precarias en las que los trabajadores de estas empresas prestan sus servicios. Desde la contratación precaria a las limitaciones para hacer descansos o ir al baño durante la jornada laboral.
Aunque la Delegación del Gobierno para la Violencia de Género abrió una investigación sobre el asunto, ésta nunca se hizo pública y la siguiente adjudicación volvió a recaer en Qualytel.