Guillermo Barros, alto cargo de la Agencia Estatal de Administración Tributaria (AEAT) desde el pasado 1 de marzo, disfruta desde hace algo más de dos meses de una vivienda oficial de 364 metros cuadrados de superficie ubicada en León a la que no tiene derecho. La vivienda está a 288 kilómetros del despacho de Barros en Madrid, donde ocupa su actual puesto directivo en la AEAT.
Es una situación temporal, según fuentes oficiales de la agencia, que explican que desde que Barros fue nombrado director de Recaudación de la AEAT mantiene junto a su familia el uso de esa vivienda que ocupaba siendo delegado de la agencia en León, el puesto que desempeñó hasta su nombramiento como alto cargo del organismo.
La vivienda está en la cuarta planta del edificio que alberga la citada delegación en el centro de la capital leonesa, en el número 18 de la Gran Vía de San Marcos. Su superficie es de 364 metros cuadrados, según el catastro.
La AEAT dice que su director de Recaudación la mantiene en uso temporalmente mientras concreta un alojamiento en Madrid en el cual acomodarse junto con su mujer y cuatro hijos, todos ellos en etapas escolares de educación infantil y primaria.
Como director en la Agencia Tributaria, Barros tiene la consideración de alto cargo, figura regulada por la ley 3/2015, que en su artículo 8 señala que “quienes ejerzan un alto cargo gestionarán los recursos humanos, económicos y materiales siguiendo los principios de eficiencia y sostenibilidad”.
Algunas fuentes aseguran que Barros viaja de León a Madrid a diario gracias al AVE, que permite cubrir este trayecto en algo más de dos horas. La agencia señala que su responsable de Recaudación sufraga un alquiler mensual en Madrid para sus estancias de lunes a viernes. Por la vivienda de León, Barros tributa como rendimiento en especie.
Esta situación temporal ha provocado que su sustituto como delegado en León tenga que desplazarse diariamente para trabajar desde Zamora (donde estaba destinado hasta marzo), un trayecto de unos 141 kilómetros. La agencia señala que el sustituto de Barros en León mantiene temporalmente a su familia en Zamora mientras su hijo concluye el curso lectivo.
Reducción progresiva
La AEAT, que no precisa la normativa que regula el régimen de alojamiento de sus funcionarios, recalca que en los últimos años ha reducido de manera progresiva el uso de viviendas por parte de sus efectivos. Sin aportar datos actualizados, explica que, de 2010 a 2014, el número de viviendas en dependencias de la Agencia se redujo casi un 30%. En 2014 estaban ocupadas la mitad de las existentes, casi un 60% por personal que no eran delegados, ni especiales (en Comunidades Autónomas), ni provinciales, sino por otros funcionarios, como de Aduanas o porteros.
Añade la agencia que cuando reforma edificios con vivienda tiende a suprimirlas y a destinar el espacio a uso administrativo, aunque esta política se aplica de manera gradual por cuestiones económicas, materiales y de oportunidad. En el caso de que el coste de la obra no compense, porque el espacio preexistente es suficiente para prestar los servicios, se puede mantener la vivienda desocupada para no elevar el precio total de la reforma, indican esas fuentes.
De 45 años, Guillermo Barros, con el que eldiario.es ha intentado contactar sin éxito, fue nombrado director de Recaudación de la AEAT en sustitución de Soledad García López, cesada tras desear un “que os den” a sus funcionarios en un correo electrónico en el que mostraba su decepción por la escasa asistencia a una comida navideña.
Licenciado en Ciencias Económicas y empresariales y Grado en Derecho, Barros es Máster de Dirección Pública por el Instituto de Estudios Fiscales y la Escuela de Organización Industrial. Pertenece al cuerpo de inspectores de Hacienda desde 2000, la misma promoción de, entre otros, Luis María Sánchez, actual director de Inspección de la AEAT; Guillermo Romaní, subsecretario de Defensa, y Rogelio Menéndez, hermano del director de la agencia, Santiago Menéndez, y asesor del ministro Cristóbal Montoro.
Ramos ejerció de inspector jefe en Las Palmas de 2004 a 2006 y como delegado de la AEAT en Tenerife de 2006 a 2010, año en el que se trasladó a León.