Ana Patricia Botín asume el mando en un momento tranquilo para el Santander
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Ana Patricia Botín asume el mando de Banco Santander. Este es un titular que muchos esperaban leer algún día. El día ha sido antes de lo esperado, pero la naturalidad de la sucesión no pilla a nadie desprevenido.
Por eso, más allá del susto inicial, las acciones del primer banco español apenas sufrieron el miércoles por el cambio de poder. “Las caídas con las que ha cerrado, un 0,65%, se enmarcan dentro de la corrección natural que lleva la acción en los últimos días. Su tendencia sigue siendo alcista”, asegura Luis Benguerel, analista senior de Inversiones y Mercados en Gestión de Patrimonios Mobiliarios (GPM).
Su opinión coincide con el resto de los analistas consultados. La reina de la banca, como la llama la prensa británica, parece tener extendida ante sus pies la alfombra roja. El momento de tomar el relevo es de los mejores de los últimos años. “La tendencia de la acción es alcista. Si se suma la cotización al dividendo de los últimos años, el banco está cerca de sus máximos históricos. Y si a eso le sumamos lo bien que le va a venir a toda la banca la última decisión del BCE, la subida está despejada”, explica el analista de XTB Carlos Fernández.
Para que toda esta confianza siga intacta, la heredera de Emilio Botín tendrá que poner en práctica su mejores dotes como banquera. “Ella ha sido un elemento principal en el diseño de la estrategia del Grupo Santander, ahora tiene que liderar que todo lo que se ha puesto en marcha sea rentable”, comenta un analista español.
Gran Bretaña
Su primer foco de tensión lo tiene controlado. Está en Gran Bretaña y en el impacto que puede tener sobre los negocios la consulta independentista que se llevará a cabo en Escocia. Las posiciones sobre si afectará o no son tan encontradas que solo tras la consulta se dirimirá la cuestión. “Banco Santander tiene más de 8.000 millones de deuda en libras y eso es un reto de gestión, pase lo que pase en Escocia”, asegura Carlos Fernández.
En cualquier caso, uno de los retos en los que estaba enfrascada Ana Patricia Botín, hasta ayer mismo, era mejorar la atención al cliente de Banco Santander en Reino Unido para convertirse en uno de los cuatro preferidos por los ciudadanos británicos y en uno de los más utilizado por las pequeñas empresas exportadoras gracias a su presencia internacional. De hecho, la entidad lucha contra la mala imagen que le ha generado la multa que le impuso el regulador británico, la Financial Services Authority, 14,7 millones de euros, por mal asesoramiento a sus clientes. Unas malas prácticas que fueron identificadas a través de la figura del mystery shopper, o inspector camuflado de cliente.
Test de estrés
En poco más de un mes también se conocerá el resultado del test de estrés al que el Banco Central Europeo va a someter a las entidades financieras. Todos los expertos en banca españoles están convencidos de que tanto Banco Santander como el resto de sus competidores pasará sin problemas la investigación europea. La gran duda es cómo puede afectar a Santander, y también a BBVA, que se tenga en cuenta la situación de las filiales. De momento se desconocen los criterios de la autoridad europea para valorar ese impacto.
El banco que hereda Botín consigue más de la mitad de sus ingresos de Latinoamérica y una parte, cada vez más importante, proviene de países de Europa del Este, como Polonia. Que todas estas filiales reporten beneficios es fundamental para mantener a flote el imperio familiar, pero si el BCE tiene en cuenta las debilidades de estos países la nota del test de estrés puede que no sea tan brillante.
Brasil
Si hay una piedra en el zapato de la hija de Emilio Botín esa es Brasil, un país clave para sus beneficios cuya economía está dando signos de vulnerabilidad: burbuja inmobiliaria, financiera, etc. “Brasil es un problema, pero no se convertirá en una urgencia hasta pasadas las Olimpiadas. Hasta entonces, aunque los síntomas de debilidad ya están presentes, la economía aguantará sin caer en una crisis”, explica Luis Benguerel, de GPM.
“La clave es que consiga rentabilizar lo que ya ha puesto en marcha su padre. Si es así, conseguirá mantener la confianza de los grandes fondos de inversión, que son los grandes accionistas del Banco”, asegura otro gestor de mercado que prefiere no ser identificado. En cualquier caso reconoce que “la toma de decisiones no está centrada en una sola persona. El consejo está muy bien diseñado y Javier Marín (consejero delegado) es un directivo muy competente”.
El reto de la banca del futuro
Sin duda, el reto más complicado al que va a tener que hacer frente es el de convertir al Grupo Santander en una entidad financiera capaz de competir con los cambios tecnológicos que acechan al sector financiero.
Las bases ya están puestas. En 2013 Emilio Botín invirtió más de cinco millones de euros en iZettle, una plataforma que permite el pago con tarjeta a través de móviles o tarjetas. Además, Banco Santander ha sido la primera entidad financiera clásica en unirse a la denominada banca alternativa. En junio cerró en Reino Unido un pacto con Funding Circle, una plataforma de préstamos entre personas para facilitar el préstamo a emprendedores. “Sin duda, Ana Patricia tuvo que ver mucho en esta decisión. La plataforma es británica y ella habrá visto allí el auge de esta nueva forma de banca”, asegura una analista especializado en banca digital.
Valores Santander y otros problemas judiciales
Más allá de los temas que preocupan a los inversores y afectan a la acción, Botín deberá hacer frente a otra tanda de problemas que preocupan a reguladores y clientes. Se trata de las dudosas prácticas del banco a la hora de comercializar sus productos. No solo en Gran Bretaña ha tenido que afrontar multas. En España es la que más sanciones ha recibido por parte de los reguladores españoles. Las últimas han llegado de la Comisión Nacional de Mercado de Valores (CNMV) que le sancionó, en febrero de 2014, con 16,9 millones por las irregularidades en la comercialización de Valores Santander y, apenas un mes después, recibió otra de un millón de euros por vender Participaciones Preferentes X a clientes no aptos.
En el caso de Valores Santander además de la multa son todavía muchos los clientes que tienen contenciosos judiciales en marcha contra la entidad e incluso se están planteando llevar el caso a los tribunales europeos.