La Autoridad independiente de responsabilidad fiscal (AIRef) ha abroncado este jueves al Gobierno con la publicación de su informe sobre el Programa de estabilidad 2022-2025. El organismo, dependiente del Ministerio de Hacienda, detecta vulnerabilidades, como un déficit estructural del 4% en 2025 -seis décimas por encima del nivel previo a la pandemia-, y advierte de que el Ejecutivo sigue sin tener “una verdadera estrategia fiscal a medio plazo”.
La AIRef reconoce que la deuda pública de España se reducirá respecto al Producto interior bruto (PIB) en los próximos años, tras alcanzar el 120% por la crisis del Covid en 2020, como también recoge el Plan enviado a la Comisión Europea a finales de abril por el Ejecutivo. Aunque considera que este menor endeudamiento solo responde “al crecimiento nominal de la actividad [impulsado por la aceleración histórica de los precios]”.
“El estancamiento en la reducción del déficit [la diferencia entre ingresos y gastos del Estados que se cubre con deuda] supone un freno en la disminución de la ratio de deuda, que en 2025 todavía se situará en el 108,8% del PIB. A partir de ese momento, la deuda iniciará una senda ascendente que la llevaría al 140% en 2040”, explica la autoridad fiscal.
La AIReF insiste “en la necesidad de diseñar una estrategia fiscal a medio plazo creíble, realista y que integre todos los elementos esenciales de política económica y fiscal, especialmente el Plan de Recuperación”.
Y recomienda también “destinar la mejora de los ingresos por encima de lo previsto [por el propia crecimiento, el récord de afiliados de la Seguridad social y la inflación] a acelerar la reducción del déficit estructural, evaluar el impacto de las medidas adoptadas antes de prorrogarlas y basar el diseño de nuevas medidas en criterios de eficiencia y eficacia”.
Sin margen para reducir el déficit presupuestario
La AIRef cree que el margen para reducir el déficit sin adoptar medidas adicionales se agota estabilizándose en torno al 3% en 2024 y 2025. Este estancamiento en la reducción del déficit supondrá un freno en la disminución de la deuda pública, “que en 2025 todavía continuará en niveles muy elevados, lo que coloca a España en una posición muy vulnerable frente a un probable endurecimiento de las condiciones monetarias”.
Por otro lado, la Autoridad fiscal también ha lanzado una dura advertencia sobre el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. “En primer lugar, no se ofrece una senda realista de ejecución de las inversiones en términos de contabilidad nacional ni tampoco su potencial impacto sobre el gasto estructural. En segundo lugar, aunque enumera diversas medidas encaminadas, en principio, a reducir el déficit estructural como la reforma tributaria o de pensiones entre otras, no se integra en su escenario presupuestario ni cuantifica sus potenciales impactos”, concluye.