Neelie Kroes fue durante una década una de las responsables con más poder en la Comisión Europea, primero como comisaria de Competencia (2004-2010) y luego de Agenda Digital (2010-2014). Durante su primera etapa, simultaneó sus funciones en Bruselas con la condición de directora de una sociedad offshore con sede en Bahamas, lo que ocultó en el registro de actividades de altos cargos de la institución europea.
La información sobre Kroes aparece en una nueva filtración masiva de documentos procedentes de paraísos fiscales, llamada Bahamas Leaks y obtenida por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, en el que participan decenas de medios de comunicación, entre ellos El Confidencial y La Sexta.
Kroes aparece en los registros de esa sociedad como directora entre 2000 y 2009. Ese periodo coincide en cinco años con su mandato como comisaria de Competencia, uno de los cargos con más poder en la Comisión.
La explicación que ha dado al Consorcio Internacional es que continuó figurando con ese cargo durante tantos años por un “descuido administrativo”. Esa es la segunda respuesta que dio Kroes, porque inicialmente intentó negar tener algo que ver con Bahamas. Según su segunda versión facilitada a través de su abogado, se creó esa sociedad en el paraíso fiscal con vistas a hacer una inversión en la empresa energética norteamericana Enron que al final no se llegó a realizar.
Las normas de la UE obligan a los comisarios a declarar todos sus intereses económicos de los diez años anteriores a su nombramiento, incluidos los cargos directivos o de asesoramiento en empresas.
La empresa de la que la comisaria holandesa era directora contaba también como alto cargo al empresario jordano Amin Badr-El-Din con el que Kroes tuvo contacto cuando trabajaba en el sector del armamento, en concreto en la compañía Lockheed.
Contra la multa a Apple
Kroes labró una imagen de comisaria decidida a luchar contra los monopolios y los cárteles de precios, e impuso fuertes multas a las empresas que violaban la ley. Sin embargo, tras abandonar la Comisión y regresar al sector privado, se ha declarado en contra de la presión ejercida contra multinacionales por su capacidad para dejar de pagar impuestos en territorio europeo.
En relación a la multa impuesta por la Comisión a Apple, Kroes publicó un artículo criticando la sanción por creer que las instituciones comunitarias no tienen derecho a castigar a las empresas por hechos ocurridos en el pasado y que deberían centrarse en aprobar nuevas normas fiscales para el futuro.
“La controversia sobre las ayudas estatales y las normas tributarias no trata sobre si las compañías pagan su parte, sino dónde deberían pagarla”, escribió la excomisaria holandesa, que prácticamente suscribía la posición de Apple al decir que estas empresas pagan impuestos en el lugar en el que crean valor y actualmente estas crean valor a través del diseño, el marketing y la creatividad intelectual.
“Es donde tienen lugar estas actividades donde se origina realmente el beneficio”, añadió, lo que favorece la estratagema de empresas como Apple o Google de no pagar impuestos por los beneficios que obtiene en los países donde venden sus productos e intentar transferirlos a otros estados con menor presión fiscal.
Actualmente, Kroes, de 75 años, es consejera o directora de varias empresas. Figura como asesora de Uber, otra empresa bajo el punto de mira de la Comisión, y Bank of America Merryl Lynch.
Entre los otros nombres que figuran en la filtración de Bahamas Leaks, se encuentran los de la ministra británica de Interior, Amber Rudd, que aparece como directiva de empresas radicadas en Bahamas antes de su entrada en política, y el empresario español Leopoldo Fernández Pujals, fundador de Telepizza y residente en Bahamas desde los 90.