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El Banco de España calcula que la subida del SMI a 900 euros redujo al menos unos 94.200 empleos

Una persona recoge la terraza de una cafetería.

Laura Olías

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El gran aumento del salario mínimo interprofesional (SMI) hasta los 900 euros, del 22,3%, dio lugar a muchos titulares sobre su posible efecto en el empleo. El Banco de España realizó una primera estimación de pérdida neta de unos 125.000 empleos ese año, que estaba a la espera de un análisis más en profundidad, que ha publicado este martes. La conclusiones del organismo regulador apuntan a un efecto negativo reducido respecto al total de 15,7 millones de asalariados, de entre el 0,6% al 1,1%, que se traducen en unos 94.200 a 172.700 empleos menos en 2019. Ese año la creación de empleo alcanzó a unas 400.000 personas. El Banco de España expresa que el efecto negativo se plasmó en una merma en la creación de empleos, no tanto en destrucción de puestos existentes, y todo el impacto lo concentra en el colectivo de trabajadores con bajos salarios.

La investigación, que publica hoy en su web el organismo, precisa que solo analiza el efecto en el empleo de la subida del SMI, pero subraya que hay otros elementos que se deben considerar en relación al salario mínimo. “Pueden existir argumentos de equidad y mejora en el nivel de vida de algunos trabajadores, que son relevantes a la hora de determinar el nivel del SMI y que no son objeto de análisis de este trabajo”, apuntan.

El Banco de España estima que alrededor de 1,6 millones de trabajadores se vio alcanzado por el incremento del SMI a los 900 euros mensuales. Este es el colectivo de “afectados” por la subida del SMI, que denomina el estudio, que cobran el salario mínimo y hasta una cantidad algo superior, 1.250 euros al mes. Suponen el 10% del total de trabajadores, que asciende a unos 15.700.000 asalariados en el momento analizado.

Es en este grupo de casi 1,6 millones de trabajadores donde el organismo considera que se ralentizó más la creación de empleo en 2019 debido a la subida del salario mínimo, con entre un 6 y un 11% de reducción de empleo neta, de 94.200 a 172.700 empleos menos. En el total de empleados, el impacto es del 0,6% a 1,1%, como se mencionaba antes. Este efecto negativo podría estar reflejado en dos “canales diferentes”, indica el estudio: destrucción de empleo existente y/o una menor creación de empleo que la que se hubiera generado sin la subida del SMI.

El organismo regulador concluye que “la caída del empleo en España se debe, sobre todo, al hecho de que el menor crecimiento de contratos con salarios por debajo del nuevo SMI no ha sido compensado totalmente por una subida similar de contratos en referencias algo superiores al nuevo SMI”.

El Banco de España analiza con más detalle el colectivo de trabajadores “afectados” por el SMI, sobre el impacto concreto sufrido en el empleo, que agrupa en varias posibilidades: pérdida del puesto de trabajo, merma de horas de trabajo o transición al autoempleo y un efecto negativo en posibles contrataciones. Los autores del informe subrayan que los trabajadores de mayor edad –más de 45 años– enfrentan más una pérdida de puestos de trabajo, mientras que en el caso de los más jóvenes el impacto más relevante se traduce en la reducción de horas trabajadoras y en una menor creación de empleo.

“Riesgo” a una estimación al alza

El cálculo de pérdida de empleo del Banco de España es mayor que el realizado por otros organismos, como la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), que cifró el impacto también en una menor creación de puestos de trabajo entre los empleados con salarios bajos, pero de unos 19.000 a 33.000 empleos menos (-0,13% y -0,23%).

Sobre esto, el Banco de España subraya la dificultad de estimar el impacto real en el empleo del SMI, por la complejidad de detectar con exactitud el grupo de afectados por la subida y otro grupo comparable de trabajadores con el que estudiar el comportamiento del empleo y el efecto concreto del incremento del salario mínimo en su evolución.

Incluso el Banco de España reconoce la existencia de un “riesgo al alza” para las estimaciones de pérdida de empleo a raíz de un estudio 'micro' sobre el impacto del SMI en la hostelería. En ese sector los investigadores no consideran acertada la comparación entre el colectivo que recibe el SMI y el que está justo por encima, que aplican de manera general en el estudio. El análisis específico de la hostelería evalúa otros dos grupos de trabajadores que sí considera comparables y, en este caso, la pérdida de empleo es inferior: del 4% respecto al 6 - 11% del colectivo de total de trabajadores alcanzados por el SMI.

“Sorprendente” impacto similar a la subida de 2017

Otro de los puntos destacados del estudio es la “sorprendente” similitud entre el impacto de la subida del SMI de 2019 (del 22%) sobre los trabajadores alcanzados por el salario mínimo respecto al efecto del alza del SMI de 2017, que fue muy inferior, del 8%. Por ejemplo, la probabilidad de pérdida de empleo ocasionada por la subida del SMI que analizan los expertos del Banco de España es de entre el 2 y 3% en los dos casos, con cifras parecidas.

“Este hecho es, en principio, un tanto sorprendente, dado que la subida de 2019 es mucho mayor que la de 2017 y, por tanto, cabría esperar impactos más que proporcionales cuanto mayor sea el incremento del SMI, al estar el nuevo mínimo más alejado de los salarios que cobraban los trabajadores con anterioridad a la subida”, apunta la investigación.

Los analistas consideran que uno de los motivos que puede explicar este impacto similar es que el SMI aún es bajo en España en relación a su salario mediano. “Existe literatura económica que indica que los efectos del SMI varían con el nivel del salario mínimo en relación al salario mediano”, sostienen, y concretamente que estos efectos “son reducidos hasta un 60%” del salario mediano y solo se producen “no linealidades a partir de ese número”, es decir, un impacto exponencial en el empleo ocasionada por ese incremento del SMI.

“En este sentido, sería posible que incluso con la subida de 2019 no se hubiera alcanzado un nivel de salario mínimo en relación al salario mediano lo suficientemente elevado como para evidenciar una no linealidad”, recoge el estudio.

El estudio del Banco de España se publica con demora, ya que en un inicio se esperaba para 2020. Además, se difunde solo unos días antes de que el Gobierno haga público previsiblemente el informe de la comisión de expertos creada para diseñar la senda de subida del SMI hasta alcanzar el 60% del salario medio. La vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, apostó la semana pasada por la necesidad de subir el SMI este año, más aún dada la inflación de los últimos meses. El SMI sigue congelado este 2021, con el aval del presidente del Gobierno y Nadia Calviño, que justificaron la decisión por la situación de pandemia.

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