Boris Johnson se enfrenta a una crisis por los precios energéticos que pondrán en dificultades a miles de hogares
Cientos de miles de ciudadanos británicos van a tener un invierno “muy, muy difícil” por delante debido al aumento de los costes en los hogares, especialmente por la subida de la electricidad y del gas. Además, las empresas han advertido a la oficina del primer ministro, Boris Johnson, de que una subida abrupta del precio de la energía podría conducir a una semana laboral de tres días en las fábricas y a un desabastecimiento aun mayor en las estanterías de los supermercados.
Miembros de alto nivel del Partido Conservador, entre otros, han instado a la oficina del primer ministro a tomar conciencia de la amenaza de la escasez de alimentos y de la dificultad económica en los hogares causadas por el aumento en las tarifas energéticas, al cual se añaden el recorte de la prestación social conocida como crédito universal (ayuda pública a trabajadores que no llegan a fin de mes) y el aumento del National Insurance (equivalente a la Seguridad Social en España) durante el año próximo.
Damian Green, exministro del Gabinete de Theresa May, ha advertido sobre “tiempos muy, muy difíciles para cientos de miles de personas en este país”, mientras que Robert Halfon, miembro del Partido Conservador y exministro de Comercio, ha pedido al Gobierno que considere eliminar o reducir el IVA del 5% en las tarifas de luz y gas.
El Partido Laborista señala que muchos hogares se verán perjudicados por el “triple golpe” del aumento de los precios de la energía, el incremento del National Insurance y el recorte del crédito universal. Los laboristas también buscarán que, durante uno de los “días de la oposición” en la Cámara de los Comunes, se debatan los planes del Gobierno de recortar el crédito universal, lo que causará que más de 6 millones de familias pierdan más de 1.000 libras esterlinas anuales.
Las tarifas de luz y gas aumentarán un promedio de 139 libras esterlinas en octubre, aunque el tope a los precios evitará los aumentos a lo largo del invierno. El salto en los precios del gas a nivel mundial –que ya ha provocado el colapso de varias empresas proveedoras y resultado una amenaza para tantas otras– significa que existe el riesgo de que haya más aumentos en la revisión de precios de la próxima primavera.
Desde la oficina del primer ministro insisten en que Reino Unido es “resistente”. Kwasi Kwarteng, el secretario de Estado de empresa, dice que “no existe en absoluto la posibilidad de que haya cortes de luz ni de que la gente no pueda encender sus calefacciones en los hogares”. El ministro también ha descartado “las semanas laborales de tres días o un retroceso a la década de 1970”, diciendo que tales ideas eran “alarmistas, contraproducentes y completamente erróneas”.
Una semana laboral de tres días para pagar menos gas
Sin embargo, la Cámara Británica de Comercio ha dicho que las fábricas ya estaban discutiendo una “reducción más permanente de su capacidad operativa”: por ejemplo, una semana laboral de tres o cuatro días o una reducción horaria, debido al alto precio del gas y la consiguiente escasez de CO2.
Se sabe que industrias intensivas en el uso de energía están considerando tales medidas, al igual que los distribuidores de empaquetado de carne y comida fresca, que dependen de los precios del mercado de CO2.
En una declaración conjunta lanzada la noche del lunes, Kwarteng y la Oficina de los Mercados de Gas y Electricidad de Reino Unido (Ofgem, por sus siglas en inglés) recalcan que la crisis “no se debe al desabastecimiento” y que Reino Unido tiene una capacidad “que puede más que satisfacer la demanda”.
La mañana del lunes se celebró una mesa redonda junto a empresas energéticas y grupos de consumidores, a la cual le seguirá otra, conformada por empresas más pequeñas, durante los próximos días. “Nuestra posición clara y consensuada es que se mantenga un tope a los precios de la energía”, afirma la declaración.
Ranjiit Singh Boparan, dueño de Bernard Matthews, la productora de aves de corral, y de 2 Sisters Food Group, ha advertido que la insuficiencia de fuerza de trabajo, junto a la escasez de CO2, podría provocar la “cancelación” de la Navidad.
Suren Thiru, director de Economía de la Cámara de Comercio Británica, dice que la crisis de los precios de la energía “puede agravar la difícil situación de la cadena de suministros” que atañe a varios sectores. Las compañías ya están lidiando con la escasez de transporte y de personal ligada al Brexit y a la COVID-19, sumada a la disrupción de la cadena global de suministros, vinculada a la pandemia. Mientras, los expertos advierten que es probable que el aumento de los precios de la energía encabece una espiral inflacionista.
Ed Davey, líder de los Liberal Demócratas y exsecretario de Energía, apunta que el primer ministro y su Gobierno no deberían estar desestimando la crisis por ser un “problema global o un desliz” en el abastecimiento.
Davey dice que la inminente crisis en el coste de vida “golpeará a los más vulnerables”, aunque el Gobierno “no ha invertido en hacer las casas más cálidas mediante aislamiento térmico. Él [Johnson] no ha logrado diversificar a Reino Unido para cortar con la excesiva dependencia del gas de las calefacciones y su desastroso acuerdo del Brexit ya está causando aumentos en los precios de los alimentos”.
Green, exsecretario de Trabajo y Pensiones, estima que habrá alrededor de 500.000 personas particularmente vulnerables este invierno. “Muchos de ellos ya están trabajando muy duro por mantener a sus familias a flote. El recorte de 20 libras esterlinas ya suponía una dificultad para ellos”, dice. “Ahora, vemos que los precios de la luz y el gas aumentarán y ya sabemos que el crecimiento de la inflación es el más rápido en toda una generación. Existe la posibilidad de que se avecinen tiempos muy, muy difíciles para cientos de miles de personas”.
Ed Miliband resalta que teme que el Gobierno esté “durmiéndose en los laureles en lo que respecta a los precios y al impacto económico de la situación actual”. El secretario de Comercio de la oposición ha pedido a Kwarteng que presente sus planes para apoyar a las empresas, en particular a las industrias intensivas en el uso de energía, y que diga si el Gobierno ha considerado asistir con préstamos a las empresas que afronten dificultades.
Stephen Elliott, jefe ejecutivo de la Asociación de Industrias Químicas (Chemical Industries Association) dice que el sector “ya estaba pagando un monto superior” por la energía a comparación con el resto de Europa, en una época en la que todo el continente se enfrenta al creciente coste de la reducción de las emisiones de carbono.
Kwarteng dice estar considerando las opciones para asistir al sector, además de querer asegurarse de que los usuarios de las energéticas colapsadas no pierdan su dinero ni su suministro de gas y electricidad.
Compañía eléctrica tipo “banco malo”
El Gobierno está considerando conceder préstamos con apoyo del Estado para ayudar a que los mayores proveedores de energía de Reino Unido incorporen millones de clientes no rentables antes del “tsunami” de abastecedores entrando en quiebra este invierno.
Como alternativa, el Gobierno también está considerando planes para que una compañía del tipo “banco malo” incorpore a los usuarios que se quedaron sin servicio debido al quiebre de las energéticas para asegurarse de que continúen recibiendo energía al precio que han acordado pagar.
Emma Pinchbeck, jefa ejecutiva de Energy UK, asegura que “no hay soluciones fáciles, pero la prioridad de todos los involucrados es proteger a los clientes tanto como sea posible… Y si bien el foco inmediato está sobre la situación actual, esto demuestra por qué debemos continuar con la transición hacia la economía baja en carbono y reducir aun más nuestra dependencia en los combustibles fósiles para dar fin al riesgo de estar expuestos a los volátiles precios internacionales en el futuro”.
Cinco empresas proveedoras pequeñas se han ido a pique en las últimas semanas y es probable que otras cuatro caigan en bancarrota antes de fin de mes. Se espera que el número de colapsos aumente a medida que el clima frío acrecienta los precios récord de las tarifas.
Una fuente cercana al Gobierno ha confirmado que los préstamos con apoyo estatal podrían ser otorgados a energéticas financieramente robustas que puedan incorporar clientes, antes que a empresas pequeñas que se encuentren en dificultades.
Ofgem designó el lunes a British Gas como el nuevo proveedor de energía para casi 350.000 usuarios que se habían quedado sin su suministro energético después de que People’s Energy entrara en estado de liquidación la semana pasada.
Bulb Energy, que tiene 1,7 millones de clientes, está buscando nuevos inversores para financiar el crecimiento de la empresa, pero puede que le cueste hallar inversores debido al alto riesgo de las condiciones del mercado durante este invierno.
Traducción de Julián Cnochaert
4