Bruselas acelera en la autonomía frente al gas ruso y avala regular precios ante la crisis de la invasión de Ucrania
La invasión rusa en Ucrania está agudizando la crisis energética en Europa. Y la Comisión Europea está proponiendo “acelerar drásticamente la transición hacia la energía limpia y aumentar la independencia energética de Europa frente a proveedores poco fiables y combustibles fósiles volátiles”.
Así, según los datos del Ejecutivo comunitario, “la UE importa el 90% de su consumo de gas, y Rusia proporciona alrededor del 45% de esas importaciones, un porcentaje que varía entre Estados miembros. Rusia también representa alrededor del 25% de las importaciones de petróleo y el 45% de las importaciones de carbón”.
“La aproximación puede extenderse a la eliminación gradual de la dependencia del petróleo y carbón rusos, para los que la UE tiene una diversidad más amplia de proveedores potenciales”, afirma Bruselas.
El debate, abierto por países como España y Francia en el pasado otoño, sobre el funcionamiento de un mercado que forma los precios a partir de la energía más cara, en este caso el gas, parecía perdido en lo que tenía que ver con la reforma del propio mercado. En cambio, las posiciones de España sí se estaban viendo reflejadas en la consideración, por parte del Ejecutivo comunitario, de abordar compras conjuntas de gas y almacenamientos para prevenir periodos de escasez. Pero, de momento, no cala la idea de desvincular la factura de la luz del precio del gas.
Lo más que dice al respecto Bruselas este martes es lo siguiente: “Para hacer frente a la emergencia actual, la Comisión Europea estudiará todas las opciones posibles de medidas de emergencia para limitar el efecto de contagio de los precios del gas en los precios de la electricidad, como límites de precios temporales. Consultará con carácter de urgencia a todos los actores interesados y propondrá opciones en las próximas semanas”.
Teresa Ribera, vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, afirma, en una declaración enviada a los medios, que la Comisión Europea “incorpora dos o tres medidas que nos parecen fundamentales. No podemos permitir que el precio del gas natural contamine el precio de la electricidad: genera un impacto mucho mayor del que hubiera generado en sí mismo” y añade que “por primera vez, la Comisión Europea reconoce que esto es una situación que merece una atención especial por parte de las instituciones europeas”. La vicepresidenta apunta que la propuesta se debatirá en el Consejo de Versalles de esta semana y añade: “El tiempo corre en nuestra contra”.
Rusia, por su parte, amenaza ya con cortar el grifo del gas, con cerrar el suministro que llega a Europa a través del gasoducto Nord Stream 1. El viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, ha afirmado este martes: “Durante décadas, Rusia ha sido un socio fiable. Incluso ahora, Gazprom cumple con sus obligaciones de entregar gas a Europa”.
“Al mismo tiempo, entendemos que, con las acusaciones infundadas contra Rusia con respecto a la crisis energética de Europa y la prohibición de Nord Stream 2, tenemos todo el derecho a tomar represalias e imponer un embargo sobre el gas bombeado a través de Nord Stream 1, que hoy está lleno al cien por ciento”, ha recalcado.
El ataque del presidente ruso, Vladímir Putin, decretado el pasado 24 de febrero sobre Ucrania lo está cambiando todo. Entre otras cosas, por la gran dependencia europea del gas y los combustibles rusos. El 40% del gas consumido en la UE viene de Rusia –ni Gazprom ni Sberbank ni Gazprombank están siendo objeto de sanciones, por el momento– y supone unos 660 millones de euros diarios para Moscú.
Así, la Comisión Europea apuesta por independizar a Europa de los combustibles fósiles rusos mucho antes de 2030, empezando por el gas, a raíz de la invasión rusa de Ucrania. El plan de Bruselas intenta afrontar la escalada de los precios de la energía en Europa y hacer acopio de reservas de gas para el próximo invierno: “Diversificar el suministro de gas, acelerar el despliegue de gases renovables y reemplazar el gas en la calefacción y la generación de energía. Esto puede reducir la demanda de gas ruso en la UE en dos tercios antes de fin de año”.
Precios regulados
La Comisión Europea afirma en su propuesta que también “evaluará opciones para optimizar el diseño del mercado eléctrico para aprovechar los beneficios de la energía barata”.
Así, Bruselas dice que “tendrá en cuenta el informe final de la Agencia de la Unión Europea para la Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) y otras contribuciones sobre el funcionamiento del mercado eléctrico en relación a las ventajas y desventajas de los mecanismos alternativos de tarificación de la electricidad. Hará un seguimiento para mantener la electricidad asequible sin interrumpir el suministro y una mayor inversión en la transición verde”.
El Banco Central Europeo ha calculado recientemente que la crisis de los precios de la energía reducirá el crecimiento del PIB en 0,5 puntos porcentuales en 2022. Bruselas reconoce que “la invasión de Ucrania agravará la situación”.
Además, la Comisión Europea “confirma que, en las circunstancias excepcionales actuales, los Estados miembros pueden establecer precios regulados para consumidores, hogares y microempresas vulnerables a fin de ayudar a proteger a los consumidores y la economía, y a microempresas y hogares por un limitado periodo de tiempo para facilitar la transición a la competencia efectiva entre proveedores”. La Comisión “también confirma que los Estados miembros pueden considerar medidas fiscales temporales sobre los beneficios extraordinarios caídos del cielo y, excepcionalmente, decidir capturar una parte de estos beneficios para redistribuirlos a los consumidores”.
Eso sí, el Ejecutivo comunitario afirma que “tales medidas deben cumplir ciertos criterios para garantizar que sean proporcionadas, limitadas en el tiempo y que eviten distorsiones indebidas del mercado” y recuerda “la posibilidad de utilizar el aumento de los ingresos del comercio de derechos de emisión de CO2 para aliviar la presión sobre los hogares”.
Según la Agencia Internacional de la Energía, estas medidas fiscales sobre los beneficios caídos del cielo podrían poner a disposición hasta 200.000 millones de euros en 2022 para compensar parcialmente las facturas energéticas más elevadas, recuerda la Comisión Europea: “Los Estados miembros también pueden utilizar ingresos de comercio de derechos de emisiones superiores a los previstos. Del 1 de enero de 2021 al 28 de febrero de 2022, los ingresos generados por la subasta de derechos de emisión ascendieron a unos 30.000 millones”.
Gazprom
“Para estar bien preparados para el próximo invierno, el almacenamiento de gas en toda la UE debería comenzar ahora”, afirma Bruselas: “Durante la temporada de calefacción, el almacenamiento reduce la necesidad de importar volumen adicional. El almacenamiento contribuye a absorber los choques de oferta. El almacenamiento de gas suministra el 25-30% del gas consumido en invierno. Los niveles de almacenamiento de gas han demostrado ser particularmente bajos en sitios propiedad de entidades de terceros países (es decir, Gazprom). Paralelamente, los operadores del sistema de transporte también deberían coordinar medidas para actualizar y optimizar las capacidades disponibles en la red en caso de flujos y presión reducidos o nulos del Este”.
En relación con el gigante ruso, “la Comisión está prosiguiendo su investigación sobre el mercado del gas en respuesta a las preocupaciones sobre posibles distorsiones de la competencia por parte de empresas activas en los mercados europeos del gas, en particular por parte del proveedor de gas ruso Gazprom”.
Gazprom, según Bruselas, “muestra un comportamiento comercial inusual, y el nivel medio del almacenamiento operado por Gazprom en la UE es de alrededor del 16 %, mientras que el almacenamiento que no es de Gazprom es del 44%. La Comisión Europea está investigando con carácter prioritario todas las denuncias de posible conducta comercial anticompetitiva por parte de Gazprom y recopilando información adicional de los agentes del mercado”.
Reservas al 90% con vistas al invierno
La Comisión Europea destaca “la resistencia de la UE a los apagones a gran escala y el hecho de que los suministros de gas son suficientes incluso en caso de una interrupción total de los suministros de Rusia para esta temporada de calefacción de invierno”. No obstante, Bruselas afirma que “es crucial garantizar la recarga del almacenamiento antes de la próxima temporada de calefacción de invierno”.
El gas almacenado suele representar el 25%-30% del gas de la UE consumido en invierno, explica el Ejecutivo comunitario, que apuesta por “lograr niveles más altos de almacenamiento de gas para estar bien preparados para el próximo invierno”. En abril, la Comisión Europea presentará una propuesta legislativa sobre el almacenamiento mínimo de gas, “estableciendo un objetivo de llenado del 90% para el 1 de octubre de cada año, designando el almacenamiento de gas como infraestructura crítica y abordando los riesgos de propiedad de la infraestructura de almacenamiento”.
En este sentido, la propuesta legal de abril “identificará el almacenamiento de gas como una infraestructura crítica e introducirá disposiciones para abordar los riesgos de propiedad de la infraestructura de gas. Los Estados miembros tendrán que exigir a la autoridad reguladora u otra autoridad competente designada por el Estado miembro que certifique que la propiedad de una persona o personas de un tercer país no pone en riesgo la seguridad del suministro [como ahora está pasando con Gazprom, por ejemplo]. Dicha evaluación deberá realizarse para todos los operadores de almacenamiento existentes y futuros. A corto plazo y en espera del proceso legislativo, los Estados miembros deberían actuar como si la legislación ya estuviera en vigor y tomar medidas para garantizar la recarga del almacenamiento a tiempo para el próximo invierno”.
Mientras la legislación no esté en vigor, la Comisión insta a los Estados miembros “a tomar medidas para recargar el almacenamiento antes de la próxima temporada de calefacción. Teniendo en cuenta que no todos los Estados miembros tienen capacidad de almacenamiento disponible en su territorio, la propuesta de la Comisión establecerá un mecanismo para garantizar una asignación justa de los costes de seguridad del suministro. La Comisión también apoyará las operaciones coordinadas de recarga de gas, por ejemplo, mediante adquisiciones conjuntas, recogida de pedidos y correspondencia de suministros”.
El Ejecutivo comunitario recuerda que en diciembre pasado presentó propuestas legislativas “para reforzar la seguridad del suministro de gas con medidas específicas para coordinar mejor el almacenamiento y permitir la adquisición conjunta de existencias estratégicas, así como reforzar la solidaridad entre los Estados miembros”, y anima “a los colegisladores a acelerar el acuerdo sobre estas propuestas”.
Las normas sobre ayudas públicas de la UE “también pueden ofrecer opciones para apoyar a corto plazo a las empresas afectadas por los altos precios de la energía y ayudar a reducir su exposición a la volatilidad de los precios de la energía a medio y largo plazo”, dice Bruselas.
En este sentido, “la Comisión también consultará a los Estados miembros sobre las necesidades y el alcance de un nuevo marco temporal de crisis de ayudas estatales para conceder ayudas a las empresas afectadas por la crisis, en particular aquellos que enfrentan altos costes de energía”.
“Reenergizar la UE”
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha asegurado: “Tenemos que deshacernos de la dependencia del gas, del petróleo y del carbón rusos”.
Pero, ¿cómo? La Comisión propone el “REPowerEU, un plan para aumentar la resiliencia de su sistema energético, diversificar sus fuentes de suministro de gas a través de una mayor cantidad de gas licuado y gasoductos de proveedores no rusos, e impulsar el uso de biometano e hidrógeno renovable. Ya antes de fin de año, RePowerEU podría provocar que la demanda de gas de la UE disminuya en volúmenes equivalentes a dos tercios de las importaciones de gas rusas del año pasado”.
En los últimos meses, la Comisión Europea ha llegado a acuerdos con “socios en todo el mundo para diversificar el suministro de gas a través de gasoductos o gas licuado [GNL]: Estados Unidos, Noruega, Qatar, Azerbaiyán, Argelia, Egipto, Corea, Japón, Nigeria, Turquía e Israel se encuentran entre esos países. Esto ha resultado en volúmenes récord de importaciones de GNL en enero y febrero”.
“Un sistema energético basado en gran medida en las energías renovables y una mayor eficiencia energética es la solución más rentable para reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles en los hogares, los edificios y la industria”, prosigue Bruselas: “Este es el segundo pilar del plan REPowerEU de la Comisión. La implementación completa de las propuestas de la Comisión Fit for 55 [plan verde europeo] ya reduciría nuestro consumo de gas en un 30%, equivalente a 100 bcm, para 2030. Reducir el consumo de energía en los hogares y las empresas significa no solo reducir las importaciones de energía de Rusia, sino también la reducción de los costes energéticos para los ciudadanos y las empresas de la UE”.
Bruselas ahora quiere un “despliegue acelerado de bombas de calor, eólicas y solares, que podría traer importantes ahorros de energía y reducir significativamente el uso de gas fósil para energía y en edificios. En cuanto a la energía solar, la Comisión estima que al acelerar el despliegue de los sistemas solares fotovoltaicos en los tejados hasta en 15 TWh este año, la UE podría ahorrar 2,5 bcm adicionales de gas”.
Bruselas presentará en junio una comunicación dedicada a la energía solar “para desbloquear su potencial” y desplegar 10 millones de bombas de calor en los próximos cinco años “para ayudar a las familias europeas a reducir su dependencia del gas y sus facturas de energía”. Y publicará otra recomendación en mayo para agilizar las autorizaciones “para proyectos de energía renovable que aborde las principales barreras”.
En su visita del sábado a España para reunirse con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, Von der Leyen reconoció que “España es pionera” por la “impresionante cuota de energías renovables”, en tanto que “en la combinación energética nacional, las energías renovables desempeñan un importante papel. Con unas amplias capacidades de GNL. Pero también con considerable experiencia y agentes industriales en el ámbito de las energías renovables”.
“Por tanto”, dijo Von der Leyen, “España puede desempeñar y desempeñará un importante papel en el suministro a Europa. Para ello, hemos de trabajar, en efecto, en las interconexiones entre la Península Ibérica y el resto de la Unión Europea. En estos momentos, una segunda prioridad, es, por supuesto, la necesidad de ayudar a los consumidores, los hogares y las empresas que, efectivamente, tienen problemas debido a las elevadas facturas energéticas”.
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