Bruselas centra su acusación por competencia desleal contra Apple en sus restricciones a las apps de música
La Comisión Europea mantiene su acusación contra Apple por competencia desleal contra Spotify y otros proveedores de música en streaming, pero ha limitado su acusación a las restricciones que impone a esas apps a la hora de informar a los usuarios de iPhone o iPad de servicios alternativos en los que pueden disfrutar de precios más bajos al margen de la Apple Store. El Gobierno comunitario considera que se trata de condiciones comerciales “injustas” que vulneran las normas europeas. Sin embargo, desiste de la acusación respecto a la imposición de su tecnología de pago a esas aplicaciones.
Bruselas ha modificado los cargos contra Apple que forman parte uno de los casos antimonopolio más importantes que ha abierto a raíz de una denuncia de Spotify, que se queja de las altas comisiones (de hasta un 30%) por y las reglas que impone la compañía para poder llegar a los millones de usuarios a través de la Apple Store. El procedimiento puede acabar con una sanción de hasta el 10% de su facturación global.
La primera acusación formal partió de la Comisión Europea en abril de 2021, cuando señaló a Apple por vulnerar las reglas europeas por al entender que abusaba de su posición dominante en el mercado de la música online al imponer su propia tecnología de pago integrada a los desarrolladores de ese tipo de aplicaciones. También consideraba que era una vulneración la restricción impuesta a los proveedores respecto a la información sobre servicios alternativos más baratos.
Ahora la Comisión se centra en el segundo punto y aparca el primero. “El pliego de objeciones de hoy clarifica que la Comisión ya no se pronuncia sobre la legalidad de la obligación de la IAP (compras en la aplicación) como propósito de esta investigación antimonopolio, pero se centra en las restricciones contractuales que Apple impone a los desarrolladores de aplicaciones que les impiden informar a los usuarios de IPhone e iPad de opciones alternativas de suscripciones musicales a precios más bajos”, señala en un comunicado.
La Comisión sí considera que se produce una vulneración de las reglas de competencia -en concreto el artículo 102 del Tratado de Funcionamiento de la UE que recoge las prácticas abusivas en el mercado interior- con la restricción sobre la información a los usuarios de opciones más baratas de suscripción. Así, considera que esas obligaciones no son ni “necesarias ni proporcionadas” y que van en detrimento de los usuarios de dispositivos de Apple que “pueden acabar pagando más”. También señala que pueden “afectar negativamente a los intereses de los desarrolladores de aplicaciones de música en streaming limitando su capacidad de elección como consumidores”.
El procedimiento, que es lento, prevé ahora la posibilidad de que los interesados hagan aportaciones al caso respondiendo por escrito o solicitando una audiencia oral. Si el gobierno comunitario determina que Apple ha infringido la legislación de la UE, podría enfrentarse a una multa de hasta el 10% de su facturación global. Cuando la Comisión Europea hizo su primera acusación formal, Apple recordó que Spotify no le paga “ninguna comisión sobre más del 99% de sus suscriptores, y solo paga una comisión del 15% sobre los suscriptores restantes que adquirieron a través de la App Store”. “En el centro de este caso está la demanda de Spotify de que deberían poder anunciar ofertas alternativas en su aplicación iOS, una práctica que ninguna tienda en el mundo permite. Una vez más, quieren todos los beneficios de la App Store, pero no creen que deban pagar nada por eso. El argumento de la Comisión en nombre de Spotify es lo opuesto a la competencia leal”, se defendió la compañía, según la versión recogida por Financial Times.
Cierra una investigación a Coca-Cola
Por otro lado, la Comisión Europea ha cerrado una investigación antimonopolio que abrió a Coca-Cola por las sospechas de que la compañía y las sociedades embotelladoras abusaron de su posición dominante en el mercado al conceder descuentos a minoristas en varios estados miembros para perjudicar la entrada o la expansión de otras bebidas en el mercado.
“La decisión de hoy de acabar la investigación preliminar esta basada en el análisis evaluación de todas las evidencias disponibles, incluyendo la información recibida de Coca-Cola, sus embotelladoras, los minoristas y los competidores. Basado en la evidencia recopilada, la Comisión ha concluido que hay insuficientes fundamentos para proseguir con la investigación”, señala en un comunicado en el que sostiene, no obstante, que seguirá supervisando las prácticas comerciales del sector.
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