La economía española crece a buen ritmo. El PIB aumentó un 3,2% el año pasado, uno de los más elevados de Europa. Pero eso no se ha traducido en una reversión de las consecuencias devastadoras de la crisis. Casi un 30% de los ciudadanos vive en riesgo de exclusión social, según un informe que ha publicado este miércoles la Comisión Europea. “Los niveles de pobreza y desigualdad salarial están entre los más altos de la UE”, señala el documento. Se trata de una realidad que las organizaciones sociales ya han mostrado en múltiples ocasiones y que ahora también recoge Bruselas.
Durante la gran recesión ha aumentado la diferencia entre lo que cobra el 20% más rico de la población y lo que recibe el 20% más pobre. Los peor parados son los niños y los ciudadanos en edad de trabajar. Son varias las razones que explican esta situación, pero sobre todo destacan el bajo apoyo familiar a las familias y la gran cantidad de contratos temporales que se han firmado desde la reforma laboral que el Partido Popular aprobó en 2012.
Sólo Grecia supera a España en porcentaje de contratos temporales, con el añadido de que su duración está por debajo de la media de la UE. Un 33% de estos acuerdos se extendieron durante tres meses (la cifra se reduce al 20% en la UE) y uno de cada cuatro, duraron sólo una semana. El “uso extendido” de estos contratos “tuvo un efecto positivo en la creación de empleo”, señala el informe, “pero muy a menudo no han supuesto un trampolín hacia una carrera más estable y se han asociado a peores condiciones de trabajo y mayores riesgos de pobreza”.
Ante esta situación, el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable del euro, Valdis Dombrovskis, ha pedido “un crecimiento inclusivo, para que lo noten todos los europeos, sobre todo los más vulnerables”. En España este deseo dista de ser una realidad, porque la tasa de desempleo será del 17,7% en 2017, según las previsiones que la Comisión Europea presentó la semana pasada. El paro continúa siendo mucho mayor entre los jóvenes, pues es de un 41,9%, mientras que la mitad de los desempleados no han podido encontrar trabajo en un año. La coordinación de los servicios de empleo sigue siendo muy pobre.
En este contexto de poca creación de trabajo, el elevado nivel de deuda público y privado siguen siendo una causa de debilidad. La deuda será este año del 100% del PIB y bajará hasta el 99,7% el año que viene. Pero hay más datos preocupantes para la Comisión Europea, como son el elevado déficit de las comunidades autónomas y la escasa recaudación del IVA y los impuestos medioambientales.
En este sentido, Bruselas cree que la cooperación de los Gobiernos autonómicos es “crucial” para que España cumpla su objetivo de déficit y lamenta que el Ejecutivo de Mariano Rajoy haya hecho un “uso limitado” de las “herramientas preventivas y coercitivas” que tiene a su disposición para presionar a las regiones.