CaixaBank Research calcula que el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobreestimó la inflación media del año 2021 en casi un punto porque hasta ahora el organismo no ha medido correctamente la evolución de los precios de la electricidad, lo que “generó un claro sesgo al alza en la estimación del IPC durante 2021”.
Sesgo que el INE, que prepara cambios en su metodología que preveía tener listos para enero y ha aplazado hasta tener toda la información de las compañías eléctricas, ha negado en un comunicado difundido este miércoles.
Hasta ahora, el organismo solo ha tenido en cuenta para medir los precios de la luz los contratos en el mercado regulado del precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC). Estos contratos son los más expuestos a las espectaculares subidas del mercado mayorista eléctrico del pasado ejercicio. Tradicionalmente han sido los más baratos y desde hace años son minoritarios. Solo representan aproximadamente el 40% de los suministros en baja tensión.
En una nota breve sobre los datos del IPC de enero, CaixaBank Research señala que “de incorporarse los precios del mercado libre y no sólo los del mercado regulado, hubiéramos cerrado el año con una inflación general en el 4,7% (en vez del 6,5% oficial) y un promedio anual en 2021 del 2,2% (frente al 3,1% oficial)”. Es decir, casi un punto menos de lo calculado por el organismo estadístico.
“Aunque asumiéramos que los precios en el mercado libre fueran estables, nos saldría un promedio anual del 2,3% en 2021”, indica el servicio de estudios del banco, que recuerda que el INE destacó en la nota de prensa con el IPC de enero “que no utiliza los precios del mercado libre para el cómputo de electricidad en el IPC a pesar de que aproximadamente un 60% de los hogares en España tienen este tipo de contrato”.
En el mercado libre, los precios son más estables y el año pasado los contratos en esta modalidad no se vieron afectados por la abrupta subida del pool. Mientras, en el PVPC los precios de la energía cambian cada hora, en función de la cotización del mercado mayorista.
Según CaixaBank, “puede concluirse que el IPC ha estado claramente sesgado al alza en 2021 debido a esta omisión”, dado que en 2021 “la variación anual mediana de las facturas ha sido del -6%” mientras que el mercado regulado experimentó una subida del 35%.
CaixaBank extrae esta conclusión a partir de los datos de un reciente estudio basado en dos millones de facturas domésticas de la luz domiciliadas en la entidad, que concluye que el recibo de los hogares de 2021 (contando mercado libre y regulado) fue “similar” al de 2018.
En enero, la inflación general se moderó hasta el 6%, frente al 6,5% de diciembre, frenando la tendencia alcista de los últimos meses, aunque “sigue en niveles históricamente altos”. Esta “moderación” se debe al efecto base provocado por las subidas del precio de la electricidad de enero de 2021, con el temporal Filomena.
CaixaBank Research destaca que la inflación subyacente, que influye los elementos más volátiles, como los alimentos frescos y la energía, siguió repuntando y alcanzó el 2,4% en enero, frente al 2,1% en diciembre, un dato que “podría indicar que las elevadas tasas de inflación se están extendiendo a los demás componentes de la cesta de consumo más rápidamente de lo que esperábamos”.
La previsión del servicio de estudios del banco es que la inflación general se mantenga en niveles superiores al 5% hasta el segundo trimestre y vaya moderándose hasta final de año “de forma marcada” por la comparación con la segunda mitad de 2021, de forma que el promedio anual se situaría cerca del 4,5%, en el caso del IPC general, y en el 2,6%, en el caso de la inflación subyacente.
Respuesta del INE
“Ante los artículos publicados en algunos medios de comunicación al hilo de la publicación de un informe de CaixaBank Research”, el INE ha difundido este miércoles un comunicado institucional en el que deja claro que “no comparte” sus conclusiones. “Por un lado, se desconoce la metodología en la que se basa el estudio de CaixaBank (solo se sabe que ha utilizado recibos domiciliados en CaixaBank). Esto, por supuesto, es algo fundamental si se quiere dar alguna validez al informe”.
“Además, cualquier informe sobre este asunto debería tener en cuenta no sólo el importe de los recibos domiciliados en una entidad, sino también otros aspectos como: el consumo asociado a esos importes, el número de días a los que se refieren, el tipo de contrato que los regula (si pertenecen a un mercado u otro), o información que permita distinguir qué parte de la cuantía del recibo se debe a los cambios en los precios y qué parte a la evolución del consumo del hogar, entre otros”.
Según el INE, “la clave para una correcta medición de la evolución de los precios del mercado eléctrico es disponer de información relativa a dichos precios, algo que a día de hoy, y tras diversas reuniones con las principales empresas del sector, no ha sido posible conseguir todavía”.
Tras mantener diversos contactos con las eléctricas, el INE ha constatado “que los ingresos no sirven para medir la evolución de los precios, y que las facturas de los clientes no sirven para medir la inflación dado que se refieren a periodos previos al mes en el que se publica el IPC. Por tanto, si esta información no se considera válida para el IPC tampoco lo es para ningún estudio que trate de aproximar el cálculo del IPC, como el de CaixaBank Research”.
“El INE continúa trabajando con las compañías eléctricas con el objetivo de alcanzar un sistema que permita obtener la información que se adapte a los requerimientos del IPC. Mientras tanto, el índice que se publica es absolutamente correcto y goza de todas las garantías nacionales e internacionales de precisión y fiabilidad”.