Al grito de “el patrón de los patrones no paga a sus trabajadores” han mostrado su enfado unos sesenta trabajadores de Cantoblanco y representantes de Comisiones Obreras al dueño del grupo y presidente de la patronal empresarial madrileña, Arturo Fernández. Frente a la sede de CEIM -que comparte edificio con la CEOE- han reclamado este martes el pago de las nóminas que les adeuda y la readmisión de los trabajadores despedidos por el cierre de varias cafeterías.
El grupo dirigido por Fernández, que también es vicepresidente de la patronal de empresarios española (CEOE), está cayendo en picado. La semana pasada tres cafeterías echaron el cierre y unos 200 trabajadores están afectados por impagos y atrasos en el abono de sus nóminas, según indica Nicolás Mata, de la Federación de Comercio, Hostelería y Turismo de CCOO.
“Nos deben dos nóminas y no sé si seguiré en septiembre, porque tengo contrato fijo-discontinuo. No nos dicen nada”, cuenta una empleada del comedor del colegio Torrevilano, en el que trabajan 11 personas. Esta trabajadora denuncia la falta de comunicación del grupo con sus empleados: “Va a entrar una nueva empresa y no sabemos aún si nos van a subrogar”. No es la única cafetería con problemas tras un traspaso. Tres trabajadores de la cafetería del Hospital Infanta Leonor se encuentran en situación de despido al no haberse hecho cargo de ellos la nueva empresa que la controla, Mediterránea de cátering, algo que va en contra del Estatuto de los Trabajadores y del convenio colectivo, según apunta Mata.
La semana pasada se produjo el cierre de las cafeterías que Cantoblanco poseía en Orange, la Escuela de Organización Industrial (EOI) y la Asamblea de Madrid. A los empleados de la primera el grupo aún les adeuda dos nóminas, la extra de julio y la liquidación. Según reclama una trabajadora, los papeles del despido les llegaron a través de un bufete de abogados y han tenido que insistir para que les fueran entregados los originales y pudieran apuntarse al paro. En el caso de la EOI, un exempleado cuenta que les deben los pagos desde junio (tres nóminas, paga extra y liquidación). “En personal ni nos cogen el teléfono”, apunta.
A los 14 trabajadores del restaurante Edelweiss Cantoblanco les adeuda la nómina de julio y la paga extra. La nómina de junio la han cobrado hace tan solo unos días. Según denuncia un trabajador, el restaurante está cerrado por vacaciones, algo que no estaba planeado, y volverán al trabajo, en teoría, el 1 de septiembre.
En otros puntos de restauración las cosas van un poco mejor, aunque también sufren atrasos e impagos. En la del Ministerio de Economía, en la que trabajan 21 personas, el grupo Cantoblanco debe el 75% de la paga extra. En las cuatro cafeterías que el grupo posee en Telefónica, una trabajadora apunta que les han pagado lo debido (una nómina y la extra) esta mañana, “pero porque le han llamado los periodistas, porque a nosotros recursos humanos nos decía que no había dinero”.
En general, reina la confusión entre los trabajadores, tanto los que se mantienen en el grupo como los que han perdido su empleo por los cierres. Ante la falta de comunicación de la empresa, CCOO anuncia que no cesarán las movilizaciones si la situación se mantiene. Entre otras, Cantoblanco ha perdido las cafeterías de Phillips, la ciudad deportiva de Valdebebas, los estadios Santiago Bernabéu y Vicente Calderón, el Teatro Real, Orange, Metrovacesa San Chinarro, la Universidad Europea de Madrid, el Tanatorio Sur, el Tanatorio de la M30, el Club de Campo, Organge, la EOI y la Asamblea de Madrid.
En respuesta a la protesta, Cantoblanco ha emitido un comunicado anunciando que tiene previsto pagar los atrasos del personal trasladado a otros centros entre septiembre y noviembre y subraya su intención de mantener el empleo de toda la plantilla. El grupo recalca que está haciendo “grandes esfuerzos” por mantener el empleo de sus 1.400 empleados, que trabajan en gasolineras, hoteles, hospitales y colegios del grupo.