Bruselas ha aprobado su propuesta para intervenir de urgencia en el mercado energético y eléctrico. Aunque aún pide más tiempo para definir los topes al precio del gas y aportar liquidez a los mercados financieros de futuros, este miércoles ha presentado en la sede del Parlamento Europeo, en Estrasburgo, cómo quiere recaudar hasta 142.000 millones con los topes a los súper beneficios de las industrias inframarginales –como las renovables– y de las industrias de combustibles fósiles.
“En los tiempos en los que vivimos no puede ser que algunos obtengan unos beneficios extraordinarios y sin precedentes gracias a la guerra y a costa de los consumidores. En estos momentos, los beneficios deben compartirse y canalizarse hacia quienes más los necesitan”, ha afirmado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ante el pleno del Parlamento Europeo durante el debate del estado de la Unión, en Estrasburgo.
¿Por qué interviene la UE el mercado energético?
Los precios del gas y la electricidad alcanzaron niveles récord en 2021 y volvieron a alcanzar máximos históricos en 2022, especialmente tras la invasión rusa de Ucrania. El aumento de los precios de la electricidad en toda Europa está intrínsecamente relacionado con el alto precio del gas, que dispara el precio de la electricidad debido al papel de las centrales eléctricas de gas para cubrir la demanda y fijar el precio. Los precios minoristas de la electricidad aumentaron casi un 50% interanual desde julio de 2021.
Se espera que los precios de la energía se mantengan altos debido a la incertidumbre en el mercado impulsada por el riesgo de nuevas interrupciones en el suministro de gas ruso a la UE. Al mismo tiempo, la disponibilidad de generación de electricidad en la UE ha estado por debajo de los niveles habituales en los últimos meses debido al aumento de los trabajos de mantenimiento de las centrales eléctricas, la menor producción de generación hidroeléctrica debido a las condiciones climáticas extremas en el verano y los cierres de algunas centrales eléctricas más antiguas. Esto ha contribuido a la escasez de energía, a los altos precios para consumidores y la industria, y ha de suponer un lastre para la recuperación económica.
¿Cuándo entrarán en vigor las propuestas? ¿Y hasta cuándo?
La propuesta del reglamento sobre una herramienta de emergencia eléctrica y una contribución del sector fósil se basa en el artículo 122 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, lo cual regatea el paso por el Parlamento Europeo. Como tal, la propuesta requiere el voto de una mayoría cualificada en el Consejo –los Gobiernos– para ser aprobada, y su adopción dependerá de los procedimientos internos del Consejo, que se reúne de forma extraordinaria el 30 de septiembre en formato de ministros de energía.
“Las medidas propuestas tienen carácter extraordinario y, por lo tanto, deben tener una duración limitada”, dice la Comisión Europea: “La herramienta de emergencia eléctrica debe aplicarse a más tardar el 1 de diciembre de 2022 y hasta el 31 de marzo de 2023. La Comisión Europea se ha comprometido a llevar a cabo una revisión de la herramienta de emergencia eléctrica antes del 28 de febrero de 2023, teniendo en cuenta la situación del suministro eléctrico y los precios de la electricidad en toda la UE , y presentar un informe sobre las principales conclusiones de ese examen al Consejo”.
Las llamadas aportaciones solidarias del sector fósil, es decir, la tasa sobre los beneficios extraordinarios, “se aplicarán durante un año desde su entrada en vigor. La Comisión llevará a cabo una revisión antes del 15 de octubre de 2023, en vista de la situación general del sector de los combustibles fósiles y los beneficios excedentes generados, y presentará un informe sobre las principales conclusiones de esa revisión al Consejo”.
¿Cuánto se espera recaudar?
La Comisión Europea ha calculado que los Estados miembros podrían recaudar hasta 117.000 millones de euros anuales provenientes del límite temporal a los ingresos propuesto para los productores de electricidad inframarginales –como las renovables–.
Los ingresos extra recaudados deberán ser canalizados por los Estados miembros hacia los consumidores finales de electricidad, ya sean privados o comerciales, que están expuestos a precios elevados. “Estos ingresos se pueden utilizar para proporcionar apoyo a los ingresos, reembolsos, inversiones en energías renovables, eficiencia energética o tecnologías de descarbonización”, dice Bruselas: “El apoyo brindado debe mantener un incentivo para la reducción de la demanda. Las decisiones sobre la distribución precisa se tomarán a nivel nacional de acuerdo con los principios establecidos en el reglamento”.
La Comisión Europea reconoce que “la cantidad exacta de ingresos por Estado miembro dependerá de la cantidad de electricidad generada a partir de tecnologías inframarginales en el país y del nivel de los precios de la electricidad durante el tiempo de aplicación de estas medidas. Variará en función del mix energético y del diseño de los planes de apoyo a las energías renovables en cada Estado miembro”.
La llamada contribución solidaria temporal basada en las plusvalías imponibles –a un tipo del 33%– obtenidas en el ejercicio fiscal de 2022 por empresas energéticas en los sectores del petróleo, el gas, el carbón y las refinerías en la Unión podría aportar una estimación de alrededor de 25.000 millones de euros de ingresos públicos, “que se redistribuirán entre los Estados miembros sujeto al cumplimiento del Derecho de la Unión”.
“Las propuestas establecen que estos beneficios deberían destinarse a los hogares y las empresas, incluidas las industrias de gran consumo energético, para mitigar los efectos de los altos precios de la energía sostenidos, reducir el consumo de energía e impulsar la autonomía energética de la UE”, dice la Comisión Europea: “Además de los ingresos generados para los Estados miembros, la reducción de la demanda en el sector de la electricidad también puede ayudar a reducir los precios, al reducir la necesidad de costosas centrales eléctricas de gas para satisfacer la demanda”.
¿Cómo es el límite de ingresos para las tecnologías inframarginales?
El tope propuesto tiene como objetivo recuperar el exceso de ingresos de los generadores de electricidad con costes marginales más bajos, las llamadas “tecnologías inframarginales”: renovables, nuclear y lignito.
“Tales generadores de electricidad han visto ganancias financieras inesperadamente grandes en los últimos meses”, dice la Comisión Europea: “Al establecer un tope para toda la UE de 180 euros sobre los ingresos de mercado obtenidos por megavatio/hora de electricidad producida, la Comisión Europea tiene la intención de minimizar el impacto que las fuentes marginales caras en la fijación de precios, como el carbón o el gas, tienen en el precio final de la electricidad, al mismo tiempo que garantiza un rendimiento razonable para la inversión”.
El límite de ingresos propuesto, que está diseñado para aplicarse hasta el 31 de marzo de 2023, “busca abarcar a la mayoría de los generadores inframarginales en la UE y evitar poner en peligro la disponibilidad y rentabilidad de las plantas existentes, así como futuras decisiones de inversión para la nueva generación inframarginal en línea con el objetivos políticos [de transición energética] de la UE para 2030 y 2050. Para mantener un margen de seguridad necesario, el nivel máximo se calculó significativamente por encima de las expectativas de precio de mercado medio de los participantes del mercado para las horas punta antes de la invasión rusa de Ucrania”.
Es necesario tener un límite uniforme para los ingresos en toda la Unión para preservar el funcionamiento del mercado interior de la electricidad, ya que permite mantener la competencia basada en los precios entre los productores de electricidad. “Para garantizar la igualdad de condiciones, el tope de ingresos del mercado se aplicaría a los ingresos de la generación de electricidad para todos los generadores inframarginales, tal como se define en el reglamento, y cubriría todos los plazos del mercado”, dice la Comisión Europea.
“Los ingresos por encima del límite fijado serán recaudados por los gobiernos de los Estados miembros en el momento en que se liquiden las transacciones o posteriormente, y deberán canalizarse hacia los hogares, las empresas y la industria en general, que están todos expuestos a los altos precios de la electricidad”, afirma Bruselas.
El reglamento propuesto también prevé la posibilidad de “compartir los ingresos excedentes entre los Estados miembros que comercializan electricidad, por lo que el Estado productor puede compartir parte de los ingresos recaudados en beneficio de los consumidores finales en el Estado importador: ”Se anima a los Estados miembros, en un espíritu de solidaridad, a llegar a acuerdos bilaterales para compartir parte de los ingresos inframarginales recaudados por el Estado productor en beneficio de los usuarios finales en el Estado miembro con baja generación de electricidad. El reglamento exige que dichos acuerdos se celebren a más tardar el 1 de diciembre de 2022 en situaciones en las que las importaciones netas de electricidad de un Estado miembro sean iguales o superiores al 100% en comparación con su principal país exportador“.
¿Cómo es la tasa a las empresas de combustibles fósiles?
La Comisión Europea ha propuesto “una contribución solidaria excepcional de las empresas de los sectores del petróleo, el gas, el carbón y las refinerías, para garantizar que todo el sector de la energía pague la parte que le corresponde en estos tiempos difíciles para muchos para hacer frente a la extraordinaria crisis energética resultante de la militarización de la suministro de energía por parte de Rusia”.
Esta tasa complementará el límite de ingresos de las tecnologías inframarginales y apunta a las ganancias excedentes que la industria de los combustibles fósiles ha obtenido debido a la crisis energética. “Será recaudada por los Estados miembros sobre los beneficios de 2022 que superen un aumento del 20% sobre los beneficios medios de los tres años anteriores, a una tasa de al menos el 33%. Establecer una tasa mínima garantiza que las contribuciones de solidaridad sean justas y proporcionales”, dice la Comisión Europea.
El establecimiento de esta contribución “como un instrumento europeo garantizará que se puedan evitar los efectos indirectos negativos en el mercado interior de la energía derivados de medidas nacionales descoordinadas y que se puedan reducir sustancialmente los riesgos de litigios entre empresas y gobiernos”, dice el Ejecutivo comunitario.
Los Estados miembros serán los encargados de recaudar la contribución de solidaridad y “redistribuir los beneficios de acuerdo al Derecho de la Unión. Los ingresos de la contribución solidaria deben utilizarse para proporcionar medidas de apoyo financiero a los hogares, especialmente a los hogares vulnerables, y a las empresas más afectadas para mitigar los efectos de los altos precios de la energía, así como para ayudar a la reducción del consumo de energía, apoyo industrias, promover las inversiones de los clientes finales en energías renovables, eficiencia energética u otras tecnologías de descarbonización; y proyectos transfronterizos en línea con los objetivos de REPowerEU”.
La Comisión dice que esta medida es “excepcional para mitigar el impacto de la crisis energética en los hogares y empresas de toda la UE. Abordar la pobreza energética y abordar las consecuencias sociales de la crisis, en particular para proteger a los trabajadores de las industrias expuestas, también es una cuestión de solidaridad europea. Los Estados miembros deberían centrarse, en particular, en los más afectados por el aumento vertiginoso de los precios de la energía. Esto incluye hogares vulnerables y empresas que consumen mucha energía o aquellas que se encuentran bajo presión para acelerar su transición ecológica. Para maximizar el impacto de la contribución solidaria y evitar el riesgo de fragmentación del mercado único, los Estados miembros deben actuar con espíritu solidario y dedicar una parte de los ingresos a la financiación común de medidas para reducir el impacto nocivo de la crisis energética. o para promover inversiones en energías renovables y eficiencia energética”.
¿Cómo reducir la demanda de luz?
La herramienta de emergencia de electricidad propuesta por la Comisión Europea “combina una reducción general de la demanda de electricidad de todos los consumidores con la reducción de la demanda durante las horas punta de precios”.
De acuerdo con la propuesta, “los Estados miembros deben tratar de aplicar medidas para reducir el consumo total de electricidad en al menos un 10% hasta el 31 de marzo de 2023. Todos los consumidores pueden contribuir, también aquellos que aún no están equipados con sistemas de medición inteligentes o dispositivos que les permitan ajustar su consumo durante el día”.
Además, para apuntar específicamente a las horas más caras de consumo de electricidad cuando el gas generalmente fija el precio marginal, Bruselas “propone una obligación de al menos una reducción del 5% en el consumo bruto de electricidad durante las horas punta seleccionadas, cubriendo al menos el 10% del horas de cada mes, donde se espera que los precios sean los más altos”.
Esta obligación daría lugar a la selección de una media de 3 a 4 horas por día laborable, lo que normalmente correspondería a las horas de máxima carga, pero también puede incluir horas en las que se espera que la generación de electricidad a partir de energías renovables sea baja y la generación de plantas marginales sea necesaria para cubrir la demanda.
“En general”, calcula la Comisión Europea, “esta reducción específica puede conducir a una reducción del consumo de gas estimada en alrededor de 1,2 bcm durante 4 meses. Esto representa una reducción del uso de gas para energía en alrededor del 4% durante la temporada de invierno en toda la UE”.
Corresponderá a los Estados miembros identificar las horas de mayor demanda en su mercado. Los Estados miembros también son libres de elegir las medidas apropiadas para cumplir con la reducción prevista de la demanda, siempre que se ajusten a las normas pertinentes del mercado de la electricidad y la competencia de la UE.
¿Son compatibles las medidas nacionales con este nuevo marco de la UE?
“Los Estados miembros deben tener libertad para elegir las medidas apropiadas para lograr los objetivos de reducción de la demanda, incluida la expansión de los planes existentes o los incentivos nacionales para desarrollar la respuesta a la demanda”, afirma la Comisión Europea.
“Para preservar el funcionamiento del sistema eléctrico y el comercio y las inversiones transfronterizos, también es necesario un enfoque común de las limitaciones de ingresos para las tecnologías inframarginales”, prosigue Bruselas: “Garantizará que la energía siga fluyendo por Europa para evitar que una crisis de precios elevados se convierta en una crisis de seguridad del suministro”.
Al mismo tiempo, “los Estados miembros conservan el derecho a introducir medidas más ambiciosas tanto en términos de reducción de la demanda como de limitación de los ingresos de los productores de electricidad, siempre que sean proporcionadas, no distorsionen el funcionamiento de los mercados mayoristas de electricidad, no pongan en peligro señales de inversión y se ajusten al Derecho de la Unión”.
Es decir, podrían aumentar el recorte de consumo de luz del 5% en hora punta; o poner un poner un precio al lignito de 150; a las renovables de 130 y la nuclear de 100, siempre y cuando no sea superior a 180 euros Mg/h.
En cuanto a la contribución de solidaridad, la Comisión ha propuesto una tasa mínima del 33% que se considera “justa y proporcionada”, dice Bruselas: “Los Estados miembros podrían decidir ir por encima de este mínimo y aplicar una tasa más alta, o pueden combinar la nueva contribución con medidas similares existentes ya introducidas a nivel nacional. También pueden optar por aplicar la contribución solidaria a un conjunto más amplio de empresas, siempre que sea compatible con el reglamento propuesto”.
En relación con el impuesto en el que trabaja el Gobierno español y que acaba de empezar el trámite parlamentario, fuentes comunitarias explican: “Abriremos un diálogo con el Gobierno para garantizar que el impuesto que se discute en España se ajuste a los parámetros que dice el reglamento sobre la contribución de solidaridad,”. Las fuentes verían bien que el Gobierno cambiara el foco del impuesto en los beneficios más que en ingresos, para ajustarse automáticamente al reglamento, pero reconocen que ha de abrirse un proceso de diálogo, teniendo en cuenta que tanto el impuesto español como el que propone la Comisión Europea se encuentran en proceso de negociación y aún no están aprobados.
Los mercados de futuros de electricidad
“La tensión actual en los mercados de electricidad se debe principalmente a la agresión de Rusia contra Ucrania y su manipulación del suministro de gas”, argumenta la Comisión Europea: “Esta es una situación excepcional para los mercados de energía, con algunos efectos secundarios en los mercados de derivados. Nuestro propósito es asegurar que los riesgos estén contenidos y mitigados adecuadamente en el sistema financiero. Los mercados de futuros de electricidad juegan un papel. Permiten a las empresas de energía cubrir sus riesgo, el precio mayorista que tienen que pagar por sus suministros o el precio de salida al que pueden esperar vender gas o electricidad”.
El Ejecutivo comunitario afirma que “la mayor parte de la negociación de derivados energéticos se realiza en mercados regulados (de futuros) y se compensa de forma centralizada a través de entidades de contraparte central (CCP, o cámaras de compensación). En dichos mercados, el marco regulatorio actual brinda las salvaguardas necesarias, como los requisitos de margen para la compensación entre compradores y vendedores: si una parte incumple, los otros participantes del mercado están protegidos de este riesgo”.
Bruselas explica que “los requisitos de garantía garantizan la estabilidad financiera y contribuyen a tranquilizar a los mercados financieros. En medio del fuerte aumento de los precios del gas y la electricidad durante el último año, las empresas de energía se han visto obligadas a depositar cantidades correspondientemente más altas de garantías en efectivo a las CCP, ya que las llamadas de margen –margin calls– aumentaron en línea con los precios. Esto ha resultado en problemas de liquidez para las empresas de energía y ha dado lugar a peticiones de enmiendas a las reglas que rigen los requisitos de garantía para llamadas de margen”.
El 9 de septiembre, los ministros de Energía de la UE instaron a la Comisión Europea “a diseñar instrumentos de liquidez de emergencia que garanticen que los participantes del mercado tengan a su disposición garantías suficientes para cumplir con las llamadas de margen y que aborden el aumento de la volatilidad en los mercados de futuros, y considerar la revisión de las directrices pertinentes para integrar el normas sobre salvaguardias. La Comisión, en cooperación con la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) y la Autoridad Bancaria Europea (EBA), ya está trabajando en ello, así como en una serie de opciones para garantizar que el sistema financiero apoya acciones para aliviar la situación actual, preservando la estabilidad financiera”.