El grupo empresarial del vicepresidente de la patronal Arturo Fernández está muy cerca de dejar de prestar sus servicios en las instalaciones del Congreso de los Diputados. El Congreso ya ha publicado los pliegos de condiciones para concurrir a la adjudicación de sus servicios de cafetería y restauración, que hasta ahora estaban en manos de Fernández, presidente de la patronal madrileña CEIM. Varios trabajadores de algunos de sus negocios denunciaron hace meses que el empresario hacía pagos en negro. En el caso de la Cámara Baja, los delegados de personal denunciaron que el empresario les pagaba las hora extra en dinero negro.
“Reivindicamos que a partir de ahora todas las horas extras que se realicen se paguen en nómina y al precio neto que se están cobrando actualmente”, decían textualmente en una carta enviada por los delegados de personal en el Congreso a la dirección de recursos humanos de Arturo Grupo Cantoblanco S.L, a la que tuvo acceso eldiario.es. Una carta que también remitieron a la Mesa del Congreso de los Diputados, entonces presididia por el socialista José Bono, y a la Dirección de Asuntos Económicos de la Cámara. Fuentes de la Mesa del Congreso aseguraron entonces que esa carta nunca se recibió por los canales oficiales, aunque varios diputados reconocieron que sí les llegaron las quejas de los trabajadores.
A pesar de ello, el ahora presidente del Congreso, Jesús Posada, defendió que no se detectó “ninguna actuación fuera de la ley”. Posada sí anunció la convocatoria de un nuevo concurso para adjudicar los servicios de cafetería y restauración.
En los pliegos de condiciones, el Congreso adjunta la lista con los precios de los menús y consumiciones, que están subvencionados. El precio del menú del día en autoservicio es de nueve euros y del restaurante, 13,4 euros. A diferencia de la cafetería de la Asamblea de Madrid, donde los diputados autonómicos pagan mitad de precio, en el Congreso los diputados pagan lo mismo que las visitas y son solo el personal laboral y los funcionarios quienes pagan su menú por 4,25.
El precio del café apenas ha variado desde que José Luís Rodríguez Zapatero contestara en 2007 a la pregunta que le formuló un ciudadano en un programa de televisión: entonces, era de 0,80 céntimos; ahora, de 0,85 céntimos.