La tarjeta Visa Black es una de las más exclusivas del mundo. Apenas está dirigida a un 1% de la población que la puede sufragar. Pero hay otra Visa 'black“ aún más codiciada, al menos en la torre de Caja Madrid bajo la presidencia de Miguel Blesa. La visa ”black a efectos fiscales“ de la que disponían varios consejeros con límites de gastos de representación que podían llegar hasta los 50.000 euros.
En septiembre de 2009, en plena ebullición por los estatutos de Caja Madrid, hay un cambio relevante en la secretaría del Consejo de Administración. Se elige a Jesús Rodrigo y sale Enrique de la Torre, una de las figuras clave de los correos de Blesa a los que ha tenido acceso eldiario.es. En un principio, De la Torre es casi la mano derecha de Blesa pero su relación se deteriora hasta el punto de que sale en mitad de una trifulca por el control de la caja.
En un correo del 1 de septiembre, el secretario saliente (De la Torre) le informa al entrante (Rodrigo) de las remuneraciones en los órganos de Gobierno de la entidad madrileña. El asunto del correo ya da idea del contenido del mail: “Confidencial”. Y dentro del cuerpo de texto aparece una detallada descripción de lo que cobra cada consejero. En copia aparece Miguel Blesa, que supuestamente ha pedido que se transmita esta información.
La explicación de De la Torre es bastante clara: “Los miembros de la Comisión de Control, conforme a la normativa de Caja Madrid, no pueden pertenecer a Consejos de filiales o participadas. Por tanto solo cobran dietas por las reuniones de la Comisión (1350 € brutos). Además, tiene cada uno una tarjeta visa de gastos de representación, black a efectos fiscales hasta ahora (no esta nada claro que la nueva jefa de inspección mantenga este criterio sobre todo teniendo en cuenta que Cipriano no conocía los nuevos importes), de 25000 € anuales excepto su Presidente que tiene una cobertura de 50000 €”.
eldiario.es ha consultado a expertos fiscalistas de qué se puede tratar esta tarjeta tan especial, “black a efectos fiscales”. Los asesores entienden que es un complemento que se les paga, una suerte de gastos de representación, por los que no tributan. Es decir, un sobresueldo canalizado mediante el codiciado plástico. La utilización de estas tarjetas sin control es práctica habitual en muchas grandes empresas, según denuncia un asesor fiscal, y en Caja Madrid ya había precedentes de una situación similar. En 1999, el periódico El País contó que algunos consejeros tenían tarjetas de crédito que utilizaban sin ningún control. El diario aseguraba que estas tarjetas les permitían gastar a los consejeros hasta 150.000 pesetas al mes, esto es, unos 900 euros de hace quince años. Los correos de Blesa, a los que ha tenido acceso eldiario.es gracias a una fuente anónima que ha sido derivada por colaboradores de la Comisión Anticorrupción del Partido X, dejan claro que la práctica se extendía en el tiempo, pero que las cantidades disponibles en las “tarjetas black” se multiplicaron.
El problema de estas tarjetas es que no se exige facturas para asegurarse de que los gastos que se cargan en ellas tengan que ver con labores de representación. La tarjeta –que sufraga Caja Madrid– no solo es opaca tributariamente: también permite utilizar recursos públicos para gastos personales.
En la comisión de control había en aquel momento 13 consejeros, y el límite para las tarjetas era 25.000 euros excepto para Pablo Abejas, el presidente, que tenía una cobertura de 50.000 euros. Abejas, al que se considera Aguirrista, tuvo fuertes enfrentamientos con Blesa y salió y entró en el consejo de administración durante al año 2009.
Los sindicalistas cobraban más
Pero había más consejeros que tenían tarjetas de este tipo en otros órganos. De la Torre asegura que “en cuanto a tarjetas Black, los Vicepresidentes, Antonio Romero, Bedia y Baquero tienen una cobertura de 50000 € al año; los demás de 25000 €”. Los vicepresidentes eran José Antonio Moral Santín y Estanislao Rodríguez-Ponga. El primero representaba inicialmente a Izquierda Unida y el segundo venía por el grupo de los “impositores”. Rodríguez-Ponga fue secretario de Estado de Hacienda entre 2001 y 2004 y ahora ostenta cargos en varios consejos de Administración. Por el momento, eldiario.es no ha logrado entrar en contacto con ninguno de los dos vicepresidentes para recabar su versión sobre estas tarjetas. En total, el consejo de administración lo componían 21 personas. Al parecer, con sus 21 tarjetas 'black'.
Pedro Bedia y Francisco Baquero eran en 2009 los representantes por CCOO. eldiario.es sí ha logrado hablar con ambos que han declinado hacer cualquier tipo de declaración a este medio. Baquero acabó especialmente mal con sus compañeros del sindicato, con los que ya no se habla.
El correo también muestra la maraña de dietas que cobraban los consejeros por pertenecer a distintos consejos, no solo los órganos de gobierno de la caja, sino también en las empresas participadas como Indra, Iberia, Mapfre, etc... Y de nuevo en la foto, salen mejor parados los mismos consejeros. Esto es: los representantes de Comisiones y del PSOE. Así, aunque De la Torre no tiene claro qué cobran los consejeros por estar en filiales, sí sabe que este trío está favorecido. “Los Vicepresidentes más Antonio Romero cobran una dieta mensual de la filial a la que representan como personas físicas de 9969,48 € netos al mes; Bedia y Baquero de 6480 € netos al mes; los demás 2379 € netos al mes, excepto Recarte que cobra la cantidad que Iberia tiene fijada como dieta monetaria”, puntualiza el correo electrónico.
Además, y según concluye el correo, “todo lo anterior tiene la bendición presidencial y (salvo las dietas y tarjetas de Bedia y Baquero) de la Comisión de Retribuciones”. Es decir, al menos por parte de los dos sindicalistas la tenencia de estas tarjetas era totalmente opaca: ni siquiera el órgano de Caja Madrid que decidía los sueldos sabía de ellas. Bedia reconoció en el curso de la causa contra Bankia que se dirime en la Audiencia Nacional que ganó 280.000 euros en 2011 por pertenecer al Consejo de Administración, pero que al menos un 42% de su retribución se la entregó al sindicato. Baquero, por su parte, reconoció haber ganado 300.000 euros en 2011.
En ese año, bajo el mandato de Rodrigo Rato, Bankia pagó 7 millones de euros en sueldos a sus consejeros, un montante que se ha reducido a la mitad.
En el correo se hace otra referencia a evitar problemas con “la Administración Tributaria”. De la Torre indica que “ningún miembro del Comité de Dirección cobra dietas por su pertenencia a órganos de gobierno o administración de filiales o participadas (excepto el Secretario en el Consejo, la CEjecutiva y Altae [banca privada]). De ahí que su representación se haga siempre a través de filiales, para evitar problemas con la Administración Tributaria”. Se da el caso de que Miguel Blesa es inspector de Hacienda en excedencia.