Controlar tu calendario de pagos o encender y apagar tus tarjetas: las últimas 'apps' de la banca
“El futuro de la banca o es digital o no hay futuro”, dijo el presidente de la patronal bancaria, José María Roldán, en unas jornadas sobre los retos del sector celebradas esta semana. El uso de la banca online ha aumentado un 64% desde 2010 hasta el año pasado hasta rozar los 16 millones de usuarios, y a esto se suma un uso cada vez mayor de los smartphones. En este contexto los bancos corren a adoptar nuevas tecnologías, que antes se identificaba con las fintech (las startups financieras), para ofrecer funciones que van más allá de consultar el saldo de la cuenta o el pago móvil.
Saber de un vistazo cuánto hemos gastado en un mes, cuál es la cantidad medida del recibo de la luz o que el móvil te avise si te llega un recibo poco habitual. Las últimas aplicaciones que están lanzado los grandes bancos están enfocadas a la gestión y control de las finanzas personales desde el móvil.
Santander ha creado una aplicación denominada My Money Plan dentro de la cual se pueden integrar las diferentes cuentas bancarias del cliente –no solo de Santander sino también del resto de entidades– para saber cuánto se ha gastado, cuáles son los siguientes recibidos o clasificar los gastos en categorías. Con un sistema basado en colores, la app avisa al cliente si el gasto incurrido es superior o no respecto a la media habitual.
Por su parte, BBVA dentro de su aplicación tiene una funcionalidad con el nombre de BEconomy para gestionar los gastos que hace el cliente y desarrollar posibles escenarios financieros. Entre lo que permite ver esta función hay un apartado que se llama “Libertad Económica” que mide cuántos meses podría mantener su ritmo de vida si se quedara sin ingresos.
Otros bancos que también han desarrollado funciones digitales enfocadas a la gestión de las finanzas personales son Caixabank con Mis Finanzas o el caso de ING con My Money Coach. El primer servicio agrupa la actividad financiera de los clientes, por ejemplo, con los recibos domiciliados y alertando de si llega alguno anormalmente alto. En el segundo caso, el cliente se fija un objetivo como comprar un coche o prepararse para la jubilación y la app le ofrece una propuesta de cómo hacerlo en función de sus ingresos, gastos... Además, ING en su app de banca tiene la funcionalidad de crear presupuestos para gestionar el día a día.
Tecnología fintech
Estas aplicaciones o funcionalidades van en la línea que ya habían desarrollado algunas startups financieras como Fintonic. Una aplicación móvil para optimizar las finanzas personas que nació en 2012 y en su última ronda de financiación levantó 25 millones de euros provenientes entre otros inversores de ING Group o el grupo asegurador PSN.
Si en un primer momento la banca veía a las fintech como una amenaza, cada vez más las ven en forma de alianza o de inversión. Ejemplos de este interés tecnológico es que Santander tiene Innoventures, un fondo de inversión especializado en este tipo de empresas, que BBVA cuenta con casi un 30% del banco digital británico Atom o que Caixabank lanzó Imaginbank, un banco solo móvil para el público millennial (la generación que tiene ahora entre 25 y 35 años).
Paralelamente a estas inversiones, los bancos siguen desarrollando apps para sus clientes. Una de las últimas funciones que se ha generalizado en la banca móvil es la de encender o apagar las tarjetas. En vez de dar de baja permanentemente la tarjeta, si no sabemos dónde está, podemos apagarla. Si la tarjeta aparece en otra cartera o perdida en un cajón, se puede volver a dar de alta y usarla sin tener que esperar a que el banco nos mande una nueva. Bankinter anunció a mediados de agosto que ponía en marcha esta función, que ya incorporaba ING. Bankia, Santander o BBVA también tienen disponible esta opción.
Otras de las aplicaciones que están desarrollando los bancos son las relacionadas con los productos financieros, como las hipotecas. BBVA lanzó hace unos meses su aplicación Valora para analizar el mercado la vivienda. La aplicación tiene dos patas por un lado: “valora lo que buscas” con información sobre el precio estimado del inmueble que busca, información sobre el barrio, año de construcción o su superficie. La otra pata es “valora lo que tienes” donde se cifra el valor de una casa en propiedad o el coste de su mantenimiento.
La apertura de cuentas también se ha digitalizado y se puede hacer con un selfie o con una videollamada. El proceso de alta inmediata de BBVA lanzado el año pasado servía para abrir una cuenta con una foto de cara hecho con el móvil. Por su parte, ING lanzó este verano la opción de identificarse al abrir una cuenta con una videollamada.