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PSOE y Ciudadanos se echan atrás con una medida que abarataba el coste del despido a “unos pocos”

Como ya es habitual cuando se propone una reforma laboral, el coste del despido termina siendo la principal arma arrojadiza. Con la propuesta de acuerdo de Ciudadanos y PSOE, no ha sido diferente. Ambos partidos han pactado un nuevo contrato que sustituya al temporal, inspirado en el contrato único que proponía la formación de Albert Rivera. En este nuevo contrato se modifican las indemnizaciones por extinción o despido, con una mejora para la mayoría pero un perjuicio en algunos casos. Podemos ha detectado este perjuicio (señalado en las redes sociales por abogados laboralistas), y ha acusado al PSOE de abaratar el despido, y lo ha esgrimido como uno de los elementos de peso para levantarse de la mesa.

Durante la jornada la tensión fue creciendo y en una rueda de prensa el portavoz del PSOE, Antonio Hermando, visiblemente alterado, acusó a Podemos de difundir “mentiras” y negó rotundamente que se abaratara el coste del despido.

Durante todo el día fuentes socialistas negaron la evidencia pero, finalmente, a las nueve de la noche el partido difundía un mensaje entre los periodistas, en el que rectificaban el documento y deshacían los recortes de las indemnizaciones. En el mensaje se aducía a un “error” la inclusión de esas reducciones pero lo cierto es que este diario se comunicó por distintas vías con el PSOE durante todo el día, y escuchó a esas fuentes argumentar y defender esos recortes.

Pero vayamos por partes para explicar la propuesta inicial escrita en el acuerdo, lo que suponía y por qué se ha rectificado.

Con la reforma laboral que han pactado PSOE y Ciudadanos, los contratos temporales pasarían a tener una duración máxima de dos años. El tercer año, se tendrán que convertir en indefinidos o desaparecerán sin posibilidad de que la misma empresa vuelva a contratar al mismo trabajador, lo cual ya es un cambio importante.

Una cuarta parte de los temporales que se firman dura menos de una semana. Para estos contratos, la indemnización, que es exigua, sube. Hasta ahora en el momento de la extinción cobraban 12 días por año trabajado (con la prorrata que toque) y ahora pasarán a cobrar 16 días si fueran despedidos en su segundo año. En el tercer año, ya se convertirían en indefinidos, así que pasarían a cobrar 20 días.

Pero los trabajadores pueden ser despedidos por otras causas antes de que se extinga el contrato, como las objetivas (más conocidas como económicas) o por la vía improcedente, ya que el despido es libre en España siempre y cuando se abone una cantidad si no se quiere aducir causa. Esto es, 33 días por año trabajado. Estos supuestos también se aplican a los contratos temporales.

Sin embargo, los autores del documento -y otras fuentes consultadas- aseguran que su incidencia es prácticamente nula. Es decir, casi ningún temporal se acoge a este tipo de despidos que, salvo que le sean ofrecidos directamente por el empresario, acabarían en un juicio.

Según los negociadores del documento, “el 99%” de los temporales recibe la indemnización por extinción del contrato de trabajo e insisten en que solo “unos pocos” son despedidos. “Son millones frente a decenas”, asegura una fuente próxima a la negociación. eldiario.es se ha puesto en contacto con expertos del sector de todos los ámbitos (laboralistas, sindicalistas y economistas), que han reconocido que la incidencia de los otros tipos de despido en los temporales es realmente muy baja.

Pese a que las partes aseguran que no se utilizan, sobre el papel inicial plantearon una rebaja de estos derechos indemnizatorios. Uno de los expertos que ha asesorado en la elaboración del documento asegura a eldiario.es que en realidad la ley no deja claro si los temporales pueden acogerse a estas indemnizaciones (tampoco lo contrario) y que al final siempre es un juez el que acaba por reconocer ese derecho. El mismo experto dice que esto clarifica la situación legal.

En este gráfico se muestra la propuesta inicial del documento que finalmente ha sido corregida para los supuestos de despido improcedente que se quedan como están en 33 días.

Por lo tanto, en la propuesta de la discordia, el despido objetivo (el económico) se fusionaba con la extinción del despido y pasaba de costar 20 días a 12 el primer año y 16 el segundo. En principio esto se mantiene.

En el caso del despido improcedente (reconocido con 33 días) pasaba a ser de 20 días el primer año y de 25 días el segundo año. Esto es lo que ambos partidos han eliminado.

En definitiva, estos dos tipos de despido se convertían en más baratos con la nueva propuesta. Esto es lo que aseguraba Podemos y que Hernando tildó de mentira y que finalmente el PSOE y Ciudadanos quitarán del documento.

Los autores de la medida habían justificado que Ciudadanos tenía que reivindicar de alguna forma la validez y el papel de su contrato único que se manifiesta en la graduación de las indemnizaciones. Esta escala hacía, en su opinión, que el salto del coste para el empleador entre el indefinido y el temporal sea menor y no sea definitivo el despido a la hora de contratar.

Además, para complementar estas cifras, el plan viene acompañado por un fondo austriaco que ya se intentó poner en marcha en 2010 sin éxito. Este fondo, que aún no se ha definido quién lo nutriría, se haría cargo de ocho días del despido de los trabajadores. Si no te despiden nunca, se acumula para la jubilación.

Con este fondo, los despidos de la nueva fórmula de contratación temporal serían realmente baratos. El primer año apenas cuatro días (12-8).

Lo paradójico es que en Ciudadanos algunas voces tildan el acuerdo en materia laboral como “demasiado de izquierdas” y en el PSOE algunos sectores echan chispas por el sesgo “liberal” de los acuerdos alcanzados. En las negociaciones sindicales se suele decir que hay un buen pacto cuando nadie está contento, porque todas las partes han cedido.