La COVID-19 también golpea a los bancos en la gestión de los fondos de inversión: pierden 12.400 millones en 2020
La gran banca española tiene una semana intensa en los próximos días, con presentaciones de resultados y algunas juntas de accionistas para confirmar las suspensiones de dividendos a las que le obliga el BCE. Llegan a la cita en un contexto de diversas advertencias sobre el negocio y los riesgos que se vienen a raíz de la crisis económica provocada por el coronavirus. Algunas actividades de la banca han dado ya muestras de ser un año complicado, como el desmorone del los créditos al consumo o la caída en la firma de hipotecas. La pandemia está afectando también de manera importante a negocios que no son directamente bancarios, pero sí están controlados por la banca, como es el caso de la gestión de fondos de inversión.
Así lo apuntan los datos de Inverco, la asociación que engloba a los gestores españoles y extranjeros que operan en el país en fondos de inversión, de pensiones y sicav. Entre enero y septiembre el patrimonio de estas instituciones de inversión colectiva españolas, como se les conoce oficialmente, han perdido 12.400 millones de euros en su patrimonio bajo gestión. La principal pérdida se produjo en marzo, con el comienzo de la crisis del coronavirus a nivel global y donde se dejaron más de 23.000 millones. Desde entonces, se había producido una senda de mejora para el negocio, encadenando cinco meses de crecimiento, que se ha visto truncada en septiembre con la pérdida de más de 1.000 millones. a la espera de conocer en los próximos días los datos de octubre.
El desplome vivido en marzo fue el más grande para este sector desde el año 2010, en plena crisis financiera. Los informes de Inverco plantean que este descenso en el patrimonio de los fondos de inversión se debió principalmente a la pérdida de valor de los activos que tienen en cartera, provocado por cuestiones como las importantes caídas en Bolsa que se han producido a lo largo de este año. En lo que va de 2020, estos fondos han tenido, de media, una rentabilidad del -3,16%. Es decir, los inversores no ganan si no que pierden dinero.
Los principales damnificados por esta caída de rentabilidad en los fondos de inversión son los ahorros de los hogares, puesto que según un reciente informe del Banco de España suponen el 80% del patrimonio de los fondos de inversión. La gestión de los mismos está en manos fundamentalmente de los bancos, puesto que el 78% de las gestoras que operan en este sector son filiales bancarias. Es decir, es fundamentalmente un negocio de los bancos para sus negocios minoristas.
Crecimiento a costa de los depósitos
El supervisor bancario español señalaba que en los últimos años estos vehículos de inversión han crecido de manera importante tanto en España como a nivel global. En nuestro país, los activos bajo gestión de estos fondos han pasado de suponer el 4% de todos los activos en manos del sector financiero en 2012 a más de 11% en 2019. Actualmente las gestoras españolas manejan un patrimonio que supera los 264.000 millones de euros, a los que se suman otros casi 100.000 millones en manos de fondos extranjeros. Estos fondos han ido ganando cuota en el ahorro de los hogares a medida que los depósitos bancarios han ido teniendo cada vez menos remuneración por la caída de los tipos de interés. De esta forma no solo han crecido los fondos gestionados por sociedades españolas, especialmente bancos, sino también las extranjeras (Blackrock, Amundi, Fidelity, etc.), suponiendo ya el 37% del total del patrimonio.
Pero, al igual que pasa con los bancos, las gestión de fondos de inversión cada vez es un sector más concentrado, como señalaba el citado informe del Banco de España. Una concentración que ha ido de la mano del proceso de fusiones que ha tenido en los últimos años la banca española, que ha provocado la unión de gestoras de fondos de manera paralela. Este proceso tiene un nuevo hito en el horizonte, cuando se unan finalmente CaixaBank y Bankia, la primera y la cuarta gestora del país, que acumulará el 25% del patrimonio de los fondos españoles. Actualmente, según los datos de Inverco, los cinco principales actores del sector (CaixaBank, Santander, BBVA, Bankia, y Crédit Agricole, que adquirió la gestora de Sabadell) acumulan más del 62% del total del patrimonio de los fondos del sector en España.
Esta concentración ha provocado un recorte en el número de fondos en España, al mismo tiempo que aumentaban su tamaño. Es decir, son menos pero más grandes, debido a su creciente vínculo con las entidades bancarias. “Por un lado, los bancos compiten con productos sustitutivos de los vehículos de inversión colectiva, como los depósitos, por otro se benefician de la expansión de esta industria a través de las comisiones de comercialización que perciben, e indirectamente también a través de otras comisiones”, señalaba el informe del Banco de España para explicar esta conexión.
Riesgos de liquidez
Sin embargo, este proceso ha levantado inquietud en el organismo supervisor, tal como concluía el citado documento. “El incremento el incremento del patrimonio de la industria de la inversión colectiva en España, el elevado grado de concentración, su interconexión con el sector bancario y la mayor asunción de riesgos durante los últimos años”, apuntaban desde el Banco de España, aumenta la necesidad de “un análisis profundo y continuado” de esta actividad para valorar “tanto su resiliencia como la del sector financiero en su conjunto”.
Durante este mes, el Banco Central Europeo, en voz de su vicepresidente Luis De Guindos, ha advertido en más de una ocasión de los riesgos que soporta el sector de los fondos de inversión en el mercado comunitario. En concreto, ha alertado del “potencial riesgo” ante una “tensión de liquidez” de estos instrumentos. La última vez fue esta misma semana, en un foro donde coincidió con varios banqueros en Madrid, cuando aseguró que en marzo se vieron importantes salidas de los fondos y “desde entonces no vemos una mejora de la liquidez”, lo que le llevó a reclamar medidas para controlar el sector financiero no bancario, como son los fondos, “que ha ido tomando más importancia”.
Mecanismos antidilución
Ante esta situación, algunas entidades han comenzado a tomar algunas medidas para mantener a los clientes, evitando riesgos para la liquidez en sus fondos por el impacto tras las numerosas entradas y salidas (suscripciones y reembolsos) que se han producido y que producen costes para el fondo (comisiones, gastos de transacción, impuestos, etc.). Se llaman mecanismos antidilución y entre los más comunes destaca el conocido como swing pricing, que permite ofrecer protección a los clientes que mantengan a largo plazo su participación en el fondo de inversión frente a movimientos de entrada o de salida significativos realizados por otros inversores, trasladándoles a estos últimos el coste de las operaciones generadas para ajustar la cartera por dichos movimientos de entrada o de salida.
En las últimas semanas, varias gestoras españolas como CaixaBank, Bestinver, Banca March, Sabadell AM y Liberbank han anunciado el empleo de mecanismos de ajuste de precios en decenas de fondos de inversión. La última en anunciarlo ha sido BBVA, este viernes.
No son los fondos los únicos vehículos de inversión que ofrecen los bancos que se han visto penalizados durante este año por la pandemia. Las sicav, que son sociedades más ligadas a patrimonios altos que ha pequeños inversores y que cuentan con beneficios fiscales, tenían a cierre de septiembre 26.613 millones, 2.800 millones menos que a comienzos del ejercicio. Además, han salido en este periodo poco menos de 20.000 partícipes, según los datos de Inverco.
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