El anuncio del pago de dividendos en grandes empresas alemanas genera un alud de críticas por las ayudas del estado

Aldo Mas

6 de marzo de 2021 22:19 h

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Para algunas empresas la crisis económica del coronavirus ya parece una cosa del pasado. De lo contrario, la empresa alemana de ropa deportiva Adidas no habría anunciado a finales del pasado mes de febrero su voluntad de pagar dividendos a sus accionistas. Lo mismo pasa con el fabricante de coches Daimler, responsable de marcas como Mercedes-Benz o Smart, que también está dispuesto a remunerar a sus accionistas. En ambos casos, el desembolso en los mercados bursátiles de estas empresas se hará tras haber recibido una multimillonaria ayuda del estado, que ha servido, en mayor o menor medida, para que estas dos firmas aguanten el envite de la pandemia.

En el caso de Adidas, empresa que fue duramente golpeada por la primera ola de contagios del virus de la COVID-19 hace un año, se llegó a preparar un rescate con dinero público valorado en 3.000 millones de euros.

El golpe que supuso para Adidas tener cerradas las tiendas de sus productos fue muy serio. La empresa fue descrita en su momento como en “caída libre”, algo de lo que da cuenta la evolución del valor de sus acciones. A mitad de marzo, la acción de Adidas iba muy a la baja. Llegó a costar 166,52 euros. Ahora está en 289 euros. Los últimos resultados que ha publicado la empresa de artículos deportivos son corresponden a nueve primeros meses de 2020 en los que consiguió un beneficio neto de 281 millones de euros, una caída del 84,4% en comparación con el resultado de la compañía en el mismo período de 2019.

Sin embargo, la firma, que parece ahora recuperada de la crisis y no tan golpeada por la segunda ola de contagios en Alemania – en el país de la canciller Angela Merkel ha comenzado la “tercera ola”, según la propia jefa del Gobierno germano –, ya está dispuesta a repartir dividendos. La compañía ha aprobado desembolsar tres euros por acción a cada accionista. En total, Adidas va a repartir este año unos 585 millones de euros, de acuerdo con las cuentas que han trascendido en la prensa económica alemana.

En Daimler se disponen a pagar 1,35 euros por acción por el ejercicio 2020, según ha recogido el semanario económico WirtschaftsWoche. Ese montante supone una mejora de 0,45 céntimos por acción respecto a lo que se pagó por el año 2019. Daimler sorprendió a propios y extraños el pasado mes de febrero, cuando presentó sus cuentas de 2020, un año en el que las ventas cayeron un 11%, aunque la empresa supo aumentar su liquidez hasta llevarla a los 18.000 millones de euros y conseguir los 3.627 millones de euros de beneficios, según ha recogido la crónica económica.

“2020 fue un test de estrés para prácticamente cualquier empresa sin importar el sector. El equipo de Daimler lo ha hecho muy bien”, ha dicho Ola Källenius, presidente del consejo de administración del fabricante de coches alemán.

¿Premio a los méritos propios?

En esa superación de la prueba que ha supuesto 2020 también ha contribuido que el Estado alemán haya facilitado el acceso a la prestación de jornada reducida – medida que ha servido para limitar despidos – y las millonarias ayudas al sector del automóvil de la 'gran coalición' de Merkel para electrificar a los fabricantes de coches.

El uso de estas medidas también ayuda a entender por qué el valor de la acción de Daimler, que llegó a costar 22,09 euros en marzo del año pasado – un mínimo prácticamente histórico para la firma –, se haya recuperado hasta alcanzar los casi 70 euros.

En el “ahorro” practicado por Daimler para explicar sus resultados también figuran los planes del fabricante para reducir puestos de trabajo. De un tiempo a esta parte, y aunque la firma también ha realizado gestos notables para preservar el empleo, Källenius y compañía tienen el futuro de miles de trabajadores sobre la mesa. Hasta 4.000 de sus puestos de trabajo quiere reducir este consorcio de aquí a 2024.

Para Dieter Fockenbrock, una de las firmas destacadas del diario económico Handelsblatt, los méritos propios de los gestores de Adidas y Daimler explican que en esas empresa los dividendos estén de vuelta o al alza. Ahora bien, esos gestores también se han visto reprochar el haber tomado un “camino equivocado”, según editorializaba la semana pasada el responsable de la sección de economía del diario Süddeutsche Zeitung, Caspar Busse.

“Ahora mismo sigue habiendo empresas en una situación de gran urgencia y esperan ayudas del estado. Ahora se pagan dividendos por el año del coronavirus. Esto no nos gusta”, escribía Busse.

En modo alguno una señal positiva”

Los dividendos de Daimler y Adidas no son los únicos. También se han apuntado la farmacéutica Bayer o la reasegurdora Munich Re, que también mencionaba Busse en su editorial, a pesar de que llegan en un momento económico donde sigue pesando en Alemania la amenaza de una ola de quiebras por culpa de la pandemia.

También en el mercado de trabajo se nota el impacto del coronavirus. Según las últimas cuentas de la Agencia Federal para el Trabajo, desde el inicio de la pandemia se han perdido 509.000 empleos en suelo alemán. Las previsiones del Ejecutivo de Merkel pasan por un crecimiento económico del 3% este año tras contracción del 5% en el pasado ejercicio, una caída similar a la crisis financiera de 2009, cuando el PIB teutón cayó un 5,7%.

Que, en este contexto, haya algunas empresas que puedan permitirse el pago de dividendos suscita interrogantes, más aún cuando los poderes públicos han tenido que ver en estos éxitos. “Altos dividendos y posicionarse a favor del beneficio de los inversores no es en modo alguno una señal positiva para la sociedad”, se puede leer en el editorial de Busse en el Süddeutsche Zeitung.