“El 14-N no es el final de nada”. Lo dijo y repitió el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, durante el día de huelga. Sindicatos y organizaciones civiles son conscientes de que los motivos para la movilización van a continuar y de que la unidad es más necesaria que nunca. La huelga general del 14-N ha supuesto un punto de inflexión: al paro laboral convocado por los sindicatos se sumaron cientos de acciones ciudadanas en apoyo a la movilización, y CCOO y UGT han mostrado como nunca su cercanía a los movimientos sociales.
La intención de los sindicatos mayoritarios ahora es impulsar con fuerza la campaña para exigir al Gobierno que convoque un referéndum y hacerlo junto a la Cumbre Social, las más de 150 organizaciones sociales con las que han caminado en los últimos meses. Una consulta “que devuelva la voz a la ciudadanía”, para que pueda expresarse sobre unas políticas que el partido en el Gobierno no llevó en su programa electoral y sobre las que incluso mostró su rechazo en varias ocasiones, explica el secretario de Organización de UGT, José Javier Cubillo.
En los discursos y comparecencias de los líderes de CCOO y UGT durante los días anteriores a la huelga y el propio 14-N, una de las organizaciones más mencionadas fue la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), a la que reconocieron su trabajo y logros. “Es una satisfacción que muchos sectores de la sociedad hayan visto que esta forma de hacer las cosas funciona y creo que esto puede servir para incentivar la movilización”, dice Chema Ruiz, de la PAH.
Precisamente, semanas antes de la huelga general, los sindicatos mantuvieron una reunión con la PAH. “Creo que han asumido errores que han cometido y que saben que cuando salen de algunos sectores pierden peso e incluso credibilidad, les está costando saber hacia dónde caminar y cómo, pero tengo la impresión de que están intentando cambiar las cosas”, señala Ruiz, que está convencido de que centrales, asociaciones y movimientos sociales son cada vez más conscientes de la importancia de confluir “para no ser despedazados uno a uno”.
“Estamos aprendiendo de ellos sin ninguna duda”, dice Cubillo, en referencia a los movimientos sociales. El dirigente de UGT subraya las “sinergias” que se han producido en los últimos meses entre los sindicatos y las organizaciones civiles y sociales, y que quieren seguir potenciando.
“Antes el planteamiento que hacíamos era exclusivamente laboral, por ejemplo, sobre cómo afectaba la reforma laboral a los trabajadores como tal, lo que nos correspondía más estrictamente como sindicato. Pero estas reformas han perjudicado tanto y degradado tanto al mundo del trabajo que tienen un reflejo social, con muchas vertientes para la ciudadanía, y aquí es donde entroncamos con los movimientos sociales”, explica Cubillo.
En la Coordinadora 25-S también tienen la sensación de que cada vez más “hay un acercamiento de las organizaciones más institucionales con los movimientos sociales” y que esto se debe, sobre todo, “a la urgencia de la situación que vivimos y al cambio de paradigma al que asistimos”, dice una de sus participantes. “Ese cambio se está palpando. Los sindicatos tienen que ver cómo articular una estructura en parte caduda y anquilosada con esa necesidad de sus bases de confluir con otros movimientos”, señala.
Para esta participante de la Coordinadora, cada vez se están aglutinando más fuerzas. “Eso sí, una cosa son los acercamientos y otra, las alianzas. Ellos [los sindicatos] deberían hacer su propio movimiento interno, si no las alianzas son complicadas”, apunta.
Desde el sindicato CGT, que no está dentro de la Cumbre Social ni apoya la petición de referéndum, están convencidos de que la movilización continuará y lo hará de diversas formas. “La huelga era parte de un proceso de movilización creciente. Nosotros ya estamos dentro de los movimientos sociales, nuestros afiliados participan de ellos y estamos abiertos a uniones con cualquier organización”, dicen. La central destaca el seguimiento durante el 14-N de iniciativas como la huelga de consumo y señala la importancia de continuar con las 'mareas' por la sanidad o la educación pública, que llevan ya meses movilizadas.
Ese mismo domingo ya hay convocada una 'marea blanca' en Madrid defensa de la sanidad pública y contra las privatizaciones. El lema: “La sanidad pública no se vende, se defiende”. El objetivo es aunar a trabajadores, usuarios y sindicatos implicados en todos los servicios sanitarios de la comunidad.