La sucesión de brotes detectados en España ha provocado que el Reino Unido exija la cuarentena obligatoria a todos los viajeros que les lleguen desde España a partir de este domingo. La decisión está fundamentalmente pensada como advertencia para los turistas británicos que visitan a España, que si deciden viajar tendrían que someterse a dos semanas de aislamiento al volver a su país. Esto tendrá un efecto disuasorio y pone en riesgo el intento de recuperación del sector turístico tras la desescalada.
El vicepresidente de la Junta Andalucía y consejero de Turismo, Juan Marín, ha calificado esta decisión como “una muy mala noticia”. Ha recordado la importancia que el turismo británico tiene para España y Andalucía y cree que tendrá repercusiones negativas especialmente para la Costa del Sol. “Sabemos lo que significa el turismo británico porque, aunque no estaba activado como otros años, es uno de nuestros principales”, ha señalado el vicepresidente, quien ha asegurado entender que “el Gobierno británico haya tomado esta medida para salvar vidas, pero es una muy mala noticia”.
En el caso de Canarias, el presidente Ángel Víctor Torres ha solicitado la creación de corredores aéreos seguros y directos entre las islas y el Reino Unido. En un comunicado, el Gobierno regional indica que Canarias es una de las zonas de Europa con menor incidencia en la COVID-19, con 5,8 casos por 100.000 habitantes, lo que lo convierte en uno de los destinos más seguros para pasar las vacaciones este verano. Se trata de una acción coordinada con la presidenta de Baleares, Francina Armengol, que también destaca la baja incidencia acumulada del virus en la región y cómo aplicar esta medida sería perjudicial por las repercusiones que tendría en el sector turístico en un momento en el que se estaba empezando a recuperar cierta conectividad con el Reino Unido, principal país emisor hacia las islas. Precisamente el gigante turístico TUI ya ha anunciado que cancela ofertas de vacaciones y viajes a España hasta el 9 de agosto, salvo en los casos de Canarias y Baleares.
En la misma línea pesimista se sitúan los hosteleros valencianos, que han advertido del “mazazo al turismo” de la Comunitat Valenciana que supone la cuarentena impuesta por el Gobierno británico. “Teníamos buenas sensaciones para las próximas semanas, con reservas que se iban animando y aunque estaban lejos de las que serían normales en esta época del año, esperábamos que se fueran normalizando de cara al mes de septiembre y octubre”, decía Toni Mayo, presidente de la asociación empresarial hostelera Hosbec. Por ello, el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha solicitado este domingo a las autoridades británicas que exceptúen a la Comunitat Valenciana y especialmente al destino Costa Blanca de las restricciones.
Por su parte, la Confederación Española de Agencias de Viajes (CEAV) expresa su preocupación por la medida del Reino Unido porque “el ejemplo que se puede dar es muy grave” y se podía extender a otros países como ya ha ocurrido con Francia, Bélgica y Noruega, que recomiendan no pisar suelo español durante estos meses de verano salvo en casos esenciales y que especialmente eviten viajar a Catalunya.
Desde el Ministerio de Sanidad y de Asuntos Exteriores señalan que están en contacto con las autoridades británicas desde antes del anuncio de la cuarentena obligatoria. Aseguran que “España se encuentra en un escenario de control” y que ya estaba previsto la aparición de brotes que “se están detectando precozmente y controlando, de acuerdo con el plan de respuesta temprana acordado con las comunidades autónomas”.
“España es un país seguro”, ha dicho la ministra de Asuntos Exteriores. Laya ha señalado que España tiene rebrotes, como otros países europeos, pero que lo importante es que “está haciendo un gran esfuerzo” para controlarlos y que en estos momentos están negociando para conseguir que Baleares y Canarias queden excluidas de las restricciones británicas. “La mitad de los casos detectados son de personas asintomáticas, lo que da una idea del gran esfuerzo que se está haciendo en testeo. Y una vez que se han identificado estos casos, se está haciendo un gran esfuerzo para poner en marcha medidas de aislamiento social”, ha insistido.
Por otro lado, Laya ha explicado que desde el Gobierno se trabaja con los gobiernos internacionales para explicar las medidas tomadas y “tranquilizar y enviar un mensaje de confianza”. Esta labor la están haciendo también con Reino Unido: “Nuestros esfuerzos en estos momentos se centran en conseguir que las autoridades británicas puedan excluir de sus medidas de cuarentena a las Islas Baleares y a las Islas Canarias”. La ministra asegura que la decisión respondería “a la especificidad de ambas, territorios insulares, muy controlados y a los datos epidemiológicos en Baleares y Canarias, que están muy por debajo de los datos epidemiológicos en el Reino Unido”.
Además, con respecto a los brotes de Barcelona, Lleida y Zaragoza, ambos ministerios apuntan que los gobiernos regionales han tomado “medidas muy contundentes de distanciamiento social, que han de permitir controlarlos próximamente” y que de los nuevos casos detectado “más de la mitad son asintomáticos”. “Es importante destacar que la presión hospitalaria se mantiene baja: las camas de agudos están por debajo de 1500 pacientes y las camas críticos, en torno a los 160”, asegura Sanidad.
En España hay 281 brotes activos de coronavirus con 3.200 casos vinculados, y son Cataluña y Aragón las comunidades autónomas que “más preocupación” generan al Ministerio de Sanidad, ya que en Barcelona, Lérida y Zaragoza hay transmisión comunitaria. La jefa de área del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, María José Sierra, subrayó este jueves que cada vez hay más brotes asociados al ocio y a las discotecas, algunos con una magnitud importante que afectan a más de cien personas.
Es lo que ha llevado a que Catalunya tomara la decisión a partir de este sábado de cerrar las discotecas y limitara el horario nocturno de bares y restaurantes en Barcelona y otros 60 municipios, una medida que se espera que se mantenga durante 15 días.