“Una tomadura de pelo”, afirma España. Y es que hasta la propia Comisión Europea reconoce que, tal y como está diseñado, el mecanismo que ha propuesto ella misma ni siquiera habría entrado en vigor en los peores momentos de la crisis de precios del gas vivida en agosto.
“Los episodios de agosto fueron de naturaleza similar a los que prevemos abordar con el mecanismo de corrección del mercado”, reconoce el Ejecutivo comunitario, “pero en realidad no habrían desencadenado la corrección. Lo hemos diseñado para anticipar y disuadir sucesos similares en el futuro, respetando al mismo tiempo las salvaguardas establecidas por el Consejo Europeo en términos de garantías de suministro y demanda de gas”.
La vicepresidenta de Transición Económica, Teresa Ribera, ya expresó el martes por la tarde su oposición frontal a la idea. Y este miércoles, en vísperas de la reunión extraordinaria de ministros de Energía en Bruselas, ha sido más contundente: “La propuesta genera justamente el efecto contrario del deseado, induce un incremento artificial de precios, poniendo en riesgo todas las políticas de contención. Nos vamos a oponer rotundamente. Hay Estados miembros que manifiestan su preocupación con cierta indignación. Creo que pone de manifiesto hasta qué punto la Comisión Europea no se ha tomado en serio este ejercicio”.
“El mecanismo se activaría automáticamente cuando se cumplan las dos condiciones siguientes”, dice Bruselas, dos condiciones que ni siquiera se cumplieron en agosto pasado, momento de picos históricos: “Cuando el precio de liquidación del derivado en el TTF supera los 275 euros durante dos semanas; cuando los precios en el TTF son 58 euros más altos que el precio de referencia internacional del gas natural licuado durante 10 días hábiles consecutivos dentro de dos semanas”.
“Tengo la impresión de que la Comisión Europea va a oír cosas muy duras por parte de la inmensa mayoría de los ministros [este jueves]”, ha afirmado Ribera ante los medios en los pasillos del Congreso: “A pesar de que al menos en los últimos tres consejos extraordinarios de energía una inmensa mayoría de ministros hemos pedido que presente una propuesta en esta dirección, no lo ha hecho hasta el último minuto. Y, como digo, con un diseño que lo hace prácticamente inviable. Y esto nos parece que es una tomadura de pelo. Así que yo creo que tiene que cambiar muchísimo la actitud de la Comisión para que pueda haber un acuerdo a este respecto. Pero lo más dramático es que le hemos pedido a la Comisión que presente una propuesta, y esto no es una propuesta seria, es una tomadura de pelo”.
La vicepresidenta explica que el Gobierno ha estado en contacto como “muchos ministros” en estas últimas 24 horas: “Yo creo que hay un sentir bastante contrariado por parte de todos y me reservo un poco la valoración de conjunto y la horquilla de precios que indicaremos, porque estamos precisamente viendo cuáles pueden ser las propuestas más razonables. Hay un nivel de indignación muy alto, lógicamente”.
“Me consta que muchos Estados estamos de acuerdo en que, o se hace una propuesta seria, o simplemente vamos a dejar de apoyar otras propuestas de la Comisión en otros temas que le puedan resultar importantes a ella”, ha dicho Ribera, que advierte de la posibilidad de dejar de apoyar propuestas de la Comisión Europea.