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Las otras empresas VTC piden un cambio legal que las diferencie de Uber y Cabify: “Ahora si nos ven nos rompen los coches”

En España existen más de 200 compañías que se dedican al alquiler de vehículos con conductor (VTC) ajenas a Uber y Cabify. Algunos trabajadores de este tipo de empresas se han visto afectados por el paro de los taxistas, sobre todo en los puntos neurálgicos de Madrid y Barcelona donde están concentrados la mayor parte del colectivo. Conducen vehículos similares a los de las plataformas digitales y por ello, son increpados y a veces agredidos al ser confundidos con conductores de Uber y Cabify.

Estas empresas exigen una distinción real de los vehículos que operan bajo plataformas digitales y la creación de un marco legal distinto para Uber y Cabify. “No realizamos los mismos servicios, el usuario pide un Uber por la calle a través de una app, nosotros firmamos contratos reales con nuestros clientes”. Además, demandan a la patronal Unauto que les ampare en este sentido ya que “mira hacia otro lado”, ante esta situación “desalentadora” para el resto de empresas VTC.

Sus coches llevan la misma identificación VTC que los de las plataformas digitales, sus empresas llevan desde 1985 en activo pero desde hace dos años sufren un maltrato generalizado por parte de los taxistas. “Algunos muestran una actitud agresiva cuando ven un coche negro”, afirma Juan (nombre ficticio), un responsable de una empresa VTC de vehículos de lujo.

Germán, gerente de otra compañía de vehículos VTC, subraya en conversación con este medio que teme por la seguridad de sus empleados: “Esto viene de lejos, les escupen, les tiran huevos e incluso les agreden”, señala. No ha acabado la frase cuando recibe una llamada para gestionar un servicio, le piden un conductor para recoger a un directivo en una calle próxima a la estación de Mendez Álvaro. “No puedo arriesgarme a enviar a ningún conductor, hay huelga de taxistas y si nos ven nos rompen los coches”.

Cuenta al finalizar la llamada que es “inviable” realizar servicios próximos a las estaciones o puntos neurálgicos de Madrid mientras los taxistas estén en huelga porque no puede garantizar la seguridad de sus trabajadores. “Hemos reducido más de un 50% nuestra actividad y estamos perdiendo dinero, pero también nos preocupa mucho la seguridad”, señala.

Juan también se ha visto obligado a reducir la actividad de los conductores de su empresa para evitar altercados con los taxis y destaca que “no son su competencia”. Añade que ha recibido peticiones de Uber y Cabify para convertir su empresa en una plataforma digital pero se niegan a entrar en ese mercado. “Tenemos nuestras propias licencias y cumplimos con la legalidad fiscal”, indica.

El ministro de Fomento, José Luis Ábalos se ha estado reuniendo con los responsables de las asociaciones del taxi, la patronal Unauto y representantes de Transporte de las Comunidades Autónomas para buscar soluciones al conflicto entre taxistas y compañías como Uber y Cabify. Fomento cree que las competencias sobre las licencias VTC deben ser transferidas a las comunidades autónomas, aunque si alguna lo acepta deberá aprobarse por ley orgánica en el Congreso, lo que exigiría mayoría absoluta en el Congreso.