Escrivá adelanta que la pensión máxima debería subir “entre un 15% y un 25%” de manera gradual

Laura Olías

31 de octubre de 2022 12:12 h

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El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha desvelado por dónde van los planes del Gobierno sobre el aumento de la pensión máxima en la reforma que negocia con los sindicatos y la patronal para las próximas décadas. Escrivá ha apuntado que “un rango razonable” de incremento sería “entre un 15% y un 25% en un horizonte de medio plazo, de manera muy gradual”, explicó en una entrevista en El Periódico.

Se trata de la primera vez que el ministro pone cifras a este debate, en el que el Ministerio y los agentes sociales negocian cuánto incrementar lo que cotizan los salarios más altos, las llamadas “bases máximas de cotización”, y como derivada cuánto aumentar también las pensiones máximas en un futuro.

España está entre los países de la UE donde menos cotizan los salarios más elevados, pero también entre los que tiene la pensión máxima más limitada. En muchos otros, los trabajadores con mayores ganancias cotizan más, pero también reciben pensiones más elevadas. En 2022, la pensión máxima en España está situada en los 2.819,5 euros brutos al mes en 14 pagas, lo que deja un total de 39.468,6 euros anuales.

Ahora, el Gobierno y los agentes sociales negocian cuánto incrementar ambas cuestiones, para las que el ministro ya ha adelantado un marco: que sería “razonable” que las pensiones máximas subieran entre “un 15% y un 25%” de manera “muy gradual”.

El ministro no ha desgranado nada en cambio del otro elemento que completa el último bloque de la reforma de pensiones: la revisión del periodo de cómputo para la jubilación. El Ministerio pretende ampliar el plazo, hoy en los 25 años, pero con la posibilidad de que se excluyan algunos “peores años” y con una “mejora” en las llamadas lagunas de cotización, periodos de interrupción en la carrera laboral que perjudican sobre todo a las mujeres.

Escrivá no ha comentado detalles de esta segunda negociación, pero ha afirmado que alrededor de “un 30%” de los pensionistas se verá beneficiado con este cambio. Otros, por contra, se verán perjudicados pero de media el efecto de la reforma será “neutro” para las cuentas de la Seguridad Social, ha insistido el ministro. Un estudio del Banco de España apuntó, a propósito de una reforma hipotética similar, que quienes se beneficiarían de esta medida serían las pensiones más bajas en detrimento del resto, sobre todo de las más altas.

Reforma progresiva en 30 años

El Ministerio pretende aplicar el 'destope' de lo que cotizan los salarios más altos en un plazo de 30 años, hasta el horizonte de 2050, como ha comprometido con Bruselas.

La intención del Ejecutivo es reforzar los ingresos del sistema de la Seguridad Social en los próximos años gracias al 'destope' de las cotizaciones de los trabajadores con mayores remuneraciones, lo que contribuirá a afrontar el reto de la jubilación del baby boom.

Por otro lado, el aumento de la pensión máxima se demorará más en el tiempo, ha explicado en varias ocasiones el ministro, cuando el sistema ya haya superado las mayores tensiones de gasto de esta generación más numerosa.

Subida con la inflación más el 'destope'

José Luis Escrivá ya había adelantado a comienzos de mes un primer elemento de este debate. Con motivo del alza del 8,6% de la base máxima de cotización plasmada en los Presupuestos Generales del Estado de 2023, el ministro desveló que el Gobierno se plantea que esta aumente cada año al menos según la inflación, con el IPC, que es la referencia para la revalorización de las pensiones.

Así, a esta evolución de los precios habría que sumarle el progresivo proceso de 'destope' de lo que contribuyen los salarios más altos, añadió el ministro. En estos momentos, la base máxima de cotización no tiene un mecanismo establecido de subida anual, se acuerda cada año por el Gobierno en Presupuestos, por lo que Escrivá ha destacado la necesidad de fijar un criterio que sea previsible y dé estabilidad.