España es la economía 'avanzada' en la que más han crecido las vacantes en trabajos digitales desde 2019, según un informe publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI). El organismo destaca que el porcentaje de puestos de trabajo que está sin cubrir en sectores digitales ha aumentado casi ocho puntos en nuestro país desde antes de la pandemia, del 49% al 57%. Las vacantes no alcanzan el 1% en el conjunto del mercado laboral, según Eurostat.
Este aumento de las vacantes digitales es muy relevante en comparación con el resto de economías que el FMI clasifica como “avanzadas”, y está directamente relacionado con el impulso que las inversiones del Plan de Recuperación ha dado y está dando a sectores relacionados con la programación, la robótica o las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC). También responde a los salarios más bajos de media frente los niveles de otros países europeos. La combinación de menores costes laborales con el despliegue de los fondos apoya el desarrollo de estas industrias.
La tasa de puestos de trabajo no ocupados en trabajos digitales del 57% de España a cierre de 2022 es la quinta mayor, según el mismo cálculo del FMI, por detrás del 74,6% de Singapur, del 70,7% de Luxemburgo, del 63,6% de Suecia y del 61,5% de Irlanda. En todas estas economías, la importancia de los sectores digitales en el mercado laboral no se ha elevado tras la pandemia, como está ocurriendo en nuestro país, sino que responde a procesos previos relacionados con sistemas fiscales muy ventajosos para las empresas.
En España, los trabajadores digitales han crecido un 30% desde febrero de 2019, frente al 8% que han aumentado las personas afiliadas en total, según los datos de la Seguridad Social. Pero la demanda de estos perfiles no para de incrementarse, y cada año hay más problemas para cubrirla.
Este aumento del 30% en los últimos cuatro ejercicios es de cerca de 130.000 personas afiliadas, hasta superar los 550.000 empleos en los sectores digitales por primera vez en la historia, de los más de 20 millones que se han alcanzado en total. A estas cifras habría que sumarles otros puestos de trabajo digitales que están incluidos en categorías no digitales y que la Seguridad Social no permite desagregar.
En los últimos meses, el Gobierno ha defendido con insistencia esta fortaleza del mercado laboral, aunque la tasa de paro sigue por encima del 12%. “Uno de los pilares que caracterizan la resistencia de la economía de España a la crisis de inflación es el excelente comportamiento del mercado de trabajo, gracias a la fuerte actividad y a la reforma laboral”, insistió este mismo martes la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
“Uno de los elementos que demuestran el cambio estructural que está en marcha es el notable aumento en la afiliación en los sectores de alto valor añadido. Empleos de más calidad, como la programación, la arquitectura, la ingeniería, la investigación y desarrollo o las profesiones TIC”, señaló. “El impulso de la digitalización a través del Plan de Recuperación es sin duda una de las palancas que explican esta evolución”, concluyó.
“Hay que tener en cuenta que alrededor de un 20% de los fondos europeos se van a dedicar a digitalización”, recuerda Vicente Sánchez, secretario confederal de transiciones estratégicas y desarrollo territorial de CCOO. El Gobierno tiene una página web en la que detalla “las medidas, avances” y los proyectos de este eje del Plan de Recuperación, relacionados con la mejora de la conectividad, la ciberseguridad, “la economía del dato”, la inteligencia artificial...
“El déficit de especialistas TIC se ha agravado rápidamente en los últimos dos años. Si bien las competencias de programación generalistas o básicas representan todavía un amplio porcentaje de las vacantes en el sector de la economía e industria digital, crece rápidamente la demanda de perfiles hiperespecializados”, explica DigitalES, que se presenta como la patronal que reúne a las principales empresas del sector de la transformación digital.
Esta tendencia se puede observar desde otro punto de vista. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA), los estudiantes de tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) son los que tienen mayor empleabilidad. Es decir, mayor capacidad para encontrar un trabajo, sobre todo entre los más jóvenes.
Con datos de 2021, DigitalES recoge que “los profesionales TIC reciben un salario medio de 37.660 euros al año, casi 11.000 euros más que la media nacional. El crecimiento moderado pero constante de los salarios para perfiles de alto valor añadido y especializado en tecnologías de la información será la norma en los próximos años, vinculado a una alta oferta de posiciones y una escasez de perfiles ya endémicos del sector”. Y añade: “Por contra las posiciones más generalistas del sector necesitarán especializarse en los nuevos entornos complejos e interconectados que marcan las necesidades del mercado”.
El reto de reducir la tasa de vacantes digitales
El gran reto entonces es reducir la tasa de vacantes, y para ello es necesario que las inversiones y proyectos del Plan de Recuperación estén acompañados por cambios en las leyes relacionadas con la formación. Para Vicente Sánchez, este acompañamiento se ha hecho en parte con las nuevas legislaciones de universidades, formación profesional y ciencia, aprobadas por el Gobierno recientemente.
Pero hacen falta más novedades y reforzar la oferta educativa pública, principalmente para capacitar a los trabajadores ya en activo. “Los estudiantes jóvenes sí se están formando según la demanda del mercado laboral”, comenta el experto de CCOO. “El problema está en la ineficaz y escasa oferta de formación a la que se puede acceder desde las empresas”, prosigue. “Hay que reformar la Ley 30/2015 que regula el sistema de formación profesional para el empleo en el ámbito laboral”, pide.
Una de las grandes reivindicaciones es el desarrollo de un sistema de “microcredenciales”, según el cual el trabajador pueda acceder a módulos o asignaturas concretas de distintos programa para completar su formación y extraer las capacitaciones que necesite. “Coordinación, flexibilidad y agilidad son las tres condiciones para una oferta formativa eficiente y eficaz”, aseguran en DigitalES.