España es la primera gran economía de la eurozona en reducir la inflación por debajo del 2%
El INE ha confirmado este miércoles que España es la primera gran economía de la eurozona en bajar la inflación por debajo del 2%, el nivel de referencia del Banco Central Europeo (BCE). Los datos señalan la moderación de las subidas de los precios de los carburantes, la electricidad y especialmente de los alimentos en junio.
Es decir, los precios siguen aumentando en general respecto al mismo mes de 2022, pero lo hacen mucho menos que en los últimos dos años, un 1,9%, un mínimo desde abril de 2021. El IPC (Índice de Precios de Consumo) del mes pasado es 1,3 puntos inferior al 3,2% de mayo, y acumula un retroceso de casi 9 enteros desde el 10,8% en el que hizo techo en esta crisis de inflación en julio de 2022.
“Esta positiva evolución confirma la eficacia de las principales medidas de reducción de impuestos y bonificaciones”, destacan fuentes del Ministerio Asuntos Económicos.
La inflación subyacente, que excluye de su cálculo los precios de la energía y los alimentos frescos, también siguió bajando y se situó en el 5,9% en junio, un mínimo desde hace 11 meses.
Este IPC subyacente o estructural es dos décimas inferior al de mayo, y ya suma una recorte de 1,7 puntos desde el 7,6% de febrero, el máximo de esta crisis de precios, que se inició con la salida de la pandemia en 2021 y que se exacerbó con la invasión rusa de Ucrania en 2022. Y que ahora, por fin, está dando señales reales de alivio para las familias.
Más en detalle, la inflación de los alimentos se quedó en el 10,3% en junio, más de un punto y medio por debajo de la del mes anterior. “Este comportamiento es debido, principalmente, a que los precios de las frutas, el pan y cereales y la carne han aumentado menos que en junio de 2022. También influye la estabilidad de la leche, queso y huevos, frente a la subida del año anterior, y la bajada de los precios de las legumbres y hortalizas, que aumentaron en junio del año pasado”, explica Estadística.
Las subidas de precios en los supermercados tocaron techo en el 16,6% de febrero, y desde entonces se han ido moderando.
En el cálculo mensual, en junio frente a mayo, los precios subieron un 0,6%, según el IPC general. Es decir, los subidas se moderaron respecto a hace un año (cálculo interanual), pero los precios ascendieron respecto al mes pasado (cálculo mensual).
'Efecto escalón' desde marzo
Desde marzo de este 2023, el IPC interanual ha frenado fuertemente por los menores precios de carburantes, electricidad o gas respecto al pico de hace un año por la guerra. Es lo que se denomina el 'efecto escalón'.
Llenar el tanque de gasolina o diésel es hoy más barato que en 2022 incluso pese a que entonces estaba vigente el descuento de 20 céntimos a cada litro de carburante para todas las familias. En 2023, esta bonificación solo la disfrutan los profesionales del transporte y los agricultores, y según anunció el Gobierno a finales de junio, desde julio se reducirá a 15 céntimos, hasta septiembre, y en el último trimestre se quedará en 10 céntimos.
Otras medidas de los planes 'anti inflación' siguen vigentes, como la rebaja del IVA a los alimentos básicos, que fue renovada por el Ejecutivo en el mismo Consejo de Ministros.
Las medidas de choque
Gracias a los paquetes de choque, las subidas de precios se mantienen lejos de los máximos de esta crisis, aunque siguen siendo asfixiantes. El mayor alivio para las familias, cuyos ingresos y salarios reales sufren el mordisco de esta inflación, es la caída de los precios energéticos.
Del mismo modo, esta tendencia reduce los costes de las empresas. Y los expertos esperan que poco a poco esta menor presión de los carburantes, el gas o de la electricidad siga conteniendo el IPC general y también el subyacente, dando continuidad al proceso de desinflación.
Mientras, la mayor preocupación es el impacto de la sequía en las cosechas y en los precios de ciertos alimentos, ya disparados, como el aceite o los cereales, cuyo encarecimiento se traslada a la carne, a la leche, a los huevos...
Las subidas de los tipos de interés del BCE
Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) mantiene su estrategia de subir los tipos de interés para asfixiar la economía y luchar así contra la inflación. La institución busca deteriorar la capacidad de consumo y de ahorro de las familias y dificultar que los estados se endeuden para aumentar el gasto público, dañando además el margen de las empresas para invertir, crecer y, por tanto, para crear empleo.
El mismo BCE ha avisado de que los márgenes de las empresas tienen que bajar, tras dos años de una intensa recuperación, para absorber las subidas de los salarios que se están produciendo para restaurar algo de poder adquisitivo, después del histórico 'mordisco' de la inflación desde 2021, y sobre todo en 2022.
De hecho, gracias a la caída de la inflación, la pérdida de poder adquisitivo de los salarios en España es inferior al 'mordisco' en las otras grandes economías europeas. Exactamente, se queda tres veces por debajo del daño de las subidas de precios en el conjunto de la OCDE. Los últimos datos de la organización muestran que el golpe a los sueldos reales se ha reducido en nuestro país hasta el 1,2% desde el inicio de 2022 hasta el primer trimestre de 2023 por la mayor moderación de las subidas de precios en los últimos meses.
En Italia, la capacidad de compra de los sueldos sufre un 7,3%. En Alemania, un 3,3%, en todos los casos en el mismo periodo. Y en Francia, un 1,8%. De media, el daño en todos los países de la OCDE es del 3,8%.
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