La esposa del consejero delegado de Applus, Joan Amigó, ha logrado plusvalías del 69% vendiendo un paquete de 16.000 acciones del gigante de certificación industrial e inspección de vehículos que compró hace algo más de un año y del que se ha desprendido en plena guerra de ofertas públicas de adquisición (opas) sobre la multinacional española.
El pasado 14 de septiembre, en pleno rally alcista de Applus y coincidiendo con la presentación, ese mismo día, de una contraoferta por la compañía por parte del fondo de inversión Amber, la esposa de Amigó, Elisabeth Viñuales, vendió 16.000 títulos del grupo a un precio de 9,95 euros por acción, por encima de la oferta de ese fondo (9,75 euros). Este miércoles la cotización de Applus cerró en 9,94 euros.
Viñuales, como informó El Economista, ingresó con esa operación 159.200 euros, que llevó a cabo un año después de que el 26 de septiembre de 2022 comprase un paquete equivalente de Applus, 16.000 títulos, según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En este caso el precio unitario fue muy inferior, de 5,88 euros por acción, en una transacción valorada en 94.080 euros.
El resultado es que al vender esas acciones, la esposa del primer ejecutivo de la multinacional ha obtenido una plusvalía bruta de 65.120 euros, casi el 70% con respecto a lo invertido inicialmente.
En los registros del regulador bursátil no hay constancia de más compraventas de acciones de Viñuales en los últimos años. Applus asegura que en el momento en que la esposa de su CEO compró esos títulos, los responsables de la empresa no manejaban información privilegiada.
Amigó es consejero delegado de Applus desde el 28 de junio, tras la jubilación de su antecesor, Fernando Basabe. Hasta entonces (desde 2007), fue el Director Financiero del grupo, de cuyo consejo de administración forma parte desde el año 2019.
Cuando la esposa del consejero delegado de Applus compró esas 16.000 acciones, la empresa cotizaba cerca de los mínimos que marcó tras el batacazo bursátil de marzo de 2020, en el inicio de la crisis del coronavirus. Pero ya entonces sobrevolaba el interés de los fondos por esta compañía y, según contaron luego medios especializados, ya se había planteado una oferta al grupo que fue rechazada meses atrás.
En marzo pasado Expansión publicó que Applus había contratado como asesor al banco de inversión JPMorgan ante el interés de varios fondos, entre ellos, Brookfield. Según este rotativo, ese fondo canadiense, dueño en España del hospital Puerta de Hierro de Madrid o empresas como X-Elio, había planteado una oferta por Applus principios de 2022, meses antes del nombramiento del actual CEO, que entonces estaba a cargo de las finanzas de la compañía y ya se sentaba en su máximo órgano de gestión.
Según Expansión, Brookfield tanteó a la compañía meses antes de la jubilación de Basabe con una propuesta de unos 10 euros por acción, que entonces suponía una prima de en torno al 20%. Pero las partes no terminaron de ponerse de acuerdo en cuanto al precio y la transacción no cristalizó.
A principios de septiembre, unos días antes de que la esposa de Amigó comprara esas acciones, Renta 4 destacaba al gigante español de las ITV como posible objeto de una opa de exclusión: “No descartamos que a estos precios Applus+ llame la atención de algún 'Private Equity' y reciba una OPA”, decía en un informe recogido por Bolsamanía. Los rumores fueron creciendo en los siguientes meses y en junio llegó una primera oferta formal del fondo estadounidense Apollo a 9,5 euros por acción, que valora el 100% de la compañía en 1.230 millones.
A preguntas sobre este asunto, fuentes de Applus se limitan a señalar que “en el momento de notificación de las operaciones de la Sra. Viñuales, Applus+ no tenía ningún registro de iniciados abierto”.
La normativa del mercado de valores obliga a las cotizadas a contar con ese registro, una “lista de iniciados de los receptores de información privilegiada”, que debe incluir los nombres “de todas las personas internas y externas a la entidad que van teniendo conocimiento de dicha información”, incluyendo el motivo y la fecha en que cada persona ha accedido a ella.
Applus no responde a la pregunta de si ha abierto una investigación interna sobre este asunto, ni de si existe un expediente abierto de la CNMV.
Por su parte, el regulador bursátil recuerda que “no hace comentarios sobre eventuales investigaciones”. El organismo ha batido este año su récord de sanciones por uso de información privilegiada.
Applus recuerda que “de conformidad con lo dispuesto en el reglamento europeo sobre abuso de mercado y en la normativa interna de Applus+, las personas estrechamente vinculadas a los consejeros”, como en este caso, la esposa de su CEO, “deben notificar al emisor las operaciones que hagan sobre valores emitidos por el emisor que se trate, siempre que sobrepasen ciertos umbrales”. Por eso se publican en la web de la CNMV.
La esposa del CEO de Applus vendió sus acciones a un precio un 2% superior a la última oferta presentada hasta ahora por el grupo, los 9,75 euros de la oferta de Amber. De forma preliminar, la contraopa “no solicitada” de este fondo ha sido valorada con una “opinión positiva” por el consejo de administración de Applus, que ha recordado que ofrece a los accionistas la posibilidad de monetizar su inversión con una prima sobre el precio de cotización de las acciones y a un precio más elevado que la oferta inicial.
Se espera que Apollo aumente su propuesta una vez que los oferentes reciban a lo largo de los próximos meses las autorizaciones de las autoridades de la Competencia, del Consejo de Ministros (en aplicación del denominado escudo antiopas) y de la propia CNMV. Otro nombre que se ha barajado en los últimos meses en las quinielas por Applus es el del fondo Apax.
Esta carrera de opas es el último episodio del largo idilio entre grandes fondos de inversión y la empresa española, que se remonta a los últimos 15 años. Los precios que se manejan están en cualquier caso muy lejos de los más de 17 euros en los que llegó a cotizar la acción de Applus en 2014, cuando el fondo estadounidense Carlyle la sacó a Bolsa.
Applus es uno de los líderes mundiales en el sector de la inspección, los ensayos y la certificación. Tiene más de 25.000 empleados y presencia en más de 65 países en todos los continentes. Solo entre enero y junio de este año, facturó unos 1.000 millones y registró un beneficio de 53,3 millones. El grupo presentará sus resultados del tercer trimestre el próximo 30 de octubre.
Con una deuda financiera neta de 730 millones a junio (un 9% más que en diciembre), alrededor del 52% de la cifra de negocios de Applus procede de la pata de energía e industria, de la que cuelgan unos 16.000 empleados; el 20% de los ingresos viene de la división de automóvil; y el 16%, del recinto de pruebas para automoción Idiada, cuya concesión está a punto de expirar, lo que obligará a la Generalitat de Catalunya a sacar un nuevo concurso. El resto de la facturación procede de otros tipos de laboratorios.
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