La plantilla de Glovo ha ratificado un acuerdo alcanzado con la empresa de reparto, propiedad del grupo alemán Delivery Hero, para aplicar un despido colectivo que provocará la salida de “140” trabajadores, “en su práctica totalidad en las oficinas de la compañía en Barcelona”, ha informado este jueves la cooperativa de abogados Colectivo Ronda, que ha asesorado a parte de los trabajadores.
El pasado enero, el consejero delegado (CEO) de la multinacional, Óscar Pierre, comunicó que Glovo despediría a alrededor de 250 trabajadores, el 6,5% de su plantilla, que se compone básicamente de trabajadores de oficina ya que la gran mayoría de sus repartidores trabajan como autónomos. La empresa ha recibido numerosas sanciones por utilizar riders falsos autónomos, la última hace unos días en Andalucía, que afectó a más de 3.000 mensajeros.
Tras la comunicación de los 25O despidos a nivel global, la matriz alemana de la compañía, Delivery Hero, anunció el despido de unas 150 personas en las oficinas berlinesas del fondo inversor, explica Colectivo Ronda. Y, en España, la multinacional de repartos a domicilio conocida por sus mochilas amarillas presentó “un expediente de despido colectivo que inicialmente afectaba a 147 personas”. Al final, el ERE ha alcanzado a 140 personas.
Las partes “han acordado no hacer público ni los importes ni los términos de las indemnizaciones previstas para compensar la pérdida de los puestos de trabajo”, indica la cooperativa de abogados.
El acuerdo económico ha sido calificado como “digno y satisfactorio” por parte del abogado de Colectivo Ronda Natxo Parra, representante de una parte mayoritaria de la plantilla afectada. “En esta negociación existía la dificultad añadida de que las extinciones afectaban a personas que, en su inmensa mayoría, tenían muy poca antigüedad de la empresa, en algunos casos de tan sólo unos pocos meses”, ha sostenido el abogado.
Pese a su fuerte posición de líder del sector en cuanto al volumen de consumidores, y sus cifras millonarias de ingresos y rondas de financiación internacionales, Glovo funciona a pérdidas, no ha logrado nunca beneficios. El año pasado, la merma alcanzó unos 300 millones de euros. Pese a todo Óscar Pierre argumentaba en enero, cuando anunció los despidos, que Glovo sigue “esperando un fuerte crecimiento de dos dígitos para 2023”.