Avisos de “ralentización” del empleo por parte del Gobierno en este mes. Pese a la guerra en Ucrania que comenzó en febrero y sus efectos adversos, como la inflación disparada, el mercado laboral en España se ha mostrado robusto en los últimos meses, con subidas de empleo récord y descensos del paro hasta mínimos de hace 14 años, como constataba la EPA este jueves. Una evolución que incluso ha sorprendido a los expertos en el mercado laboral dado el contexto de los últimos meses. En julio, se detecta un cambio. Las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz, así como el ministro José Luis Escrivá, han avisado de una “ralentización” del empleo, sobre todo desde la segunda mitad de julio.
La primera en hablar de este freno en el mercado laboral fue la responsable económica del Gobierno. El martes, la vicepresidenta Nadia Calviño celebró la buena marcha del empleo en el primer semestre del año, que sobresale en el entorno europeo. “Aunque en la segunda mitad de julio vemos una cierta ralentización, el mercado de trabajo está siendo uno de los motores de crecimiento económico”, indicó.
Esa “ralentización” ha sido destacada, de manera reiterada, este jueves por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. El mismo día que se publicaban los “extraordinarios” datos de la EPA, con el paro en mínimos desde 2008, un fuerte crecimiento del empleo y el trabajo indefinido disparado en detrimento del temporal tras la reforma laboral, Yolanda Díaz ha celebrado las cifras, pero con hasta tres menciones a la “prudencia”.
“Soy clara, desde el 15 de julio sí percibimos ralentizaciones. Y, como saben, agosto, septiembre y octubre nunca son positivos para el empleo en nuestro país”, ha afirmado Yolanda Díaz.
¿Y ahora qué?
La responsable de Trabajo se ha aferrado a la “prudencia debida” y ha advertido de la gran incertidumbre del actual momento económico. “Estamos en un escenario de máxima incertidumbre. Siempre me muevo por el principio de prudencia y estoy indicando que desde el día 15 de este mes en nuestro Ministerio estamos notando esos sesgos que están operando en el mercado de trabajo”, ha explicado. Ya en el mes de junio, el paro registrado descendió, pero mucho menos que en años precedentes.
“Tengo que ser cauta, no sabemos qué es lo que va a pasar en septiembre u octubre. No sabemos lo que va a pasar con el suministro de gas a Alemania. Alemania es clave para un país como España. Como siempre digo, prudencia. Estamos atentos a cada uno de los datos”, ha añadido Díaz.
Ángel Talavera, economista jefe para Europa de Oxford Economics, subraya que después del impacto inicial al principio de la pandemia, el empleo en España “ha venido superando las expectativas consistentemente y estos últimos datos de la EPA siguen en la misma línea, lo cual es indudablemente muy positivo”, que recuerda que “el empleo es probablemente la variable más importante a la hora de determinar la renta de los hogares”.
Sin embargo, Talavera añade que “es cierto que cada vez hay más señales de un probable frenazo económico a medida que se acerque el invierno y hay varios indicadores adelantados que sugieren que el crecimiento del empleo va a aflojar después del verano”.
A preguntas de los medios, el ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, ha reconocido que en las afiliaciones de trabajadores también se está advirtiendo “una cierta ralentización del ritmo de crecimiento del empleo”. Escrivá, no obstante, ha advertido de que aún es pronto para sacar conclusiones sobre este freno en el empleo.
El responsable de la Seguridad Social ha señalado dos elementos. Por un lado, que observan un posible adelanto en las contrataciones en los meses pasados, que han podido afectar a julio de manera coyuntural, sin que implique un cambio estructural del mercado de trabajo. Por otro, que la ralentización se observa sobre todo en actividades del sector público, entre las que ha destacado educación, mientras otros sectores “siguen yendo muy bien”. “Tenemos que ver qué ocurre ahí”, ha precisado Escrivá.
Otras recetas ante dificultades y posibles crisis
A propósito de los buenos datos de empleo de los últimos meses, pero también de los nuevos avisos de “ralentización”, desde el Gobierno insisten en que las políticas aplicadas por el Ejecutivo de coalición han sido “diferentes” a las de crisis pasadas, con buenos resultados. Destacan en este sentido los ERTE, que no acabaron en ERE masivos como vaticinaban en la derecha, y las ayudas extraordinarias de paro a los autónomos, herramientas con las que se sostuvo el empleo durante la pandemia sin caer en las peores estimaciones de desempleo.
“Quiero transmitir que resolvemos las crisis de otra manera”, ha subrayado la vicepresidenta Yolanda Díaz sobre la elevada inflación y la incertidumbre económica. La responsable de Trabajo ha puesto de ejemplo las políticas desplegadas durante la pandemia, como los ERTE, para “hacer todo lo que sea necesario para proteger a empresas y trabajadores”. “Quiero decir a la ciudadanía que nos escuche que lo vamos a volver a hacer”, ha afirmado en una entrevista en la radio pública.
Díaz, Escrivá y Calviño han destacado también en los últimos días la mejora de la calidad del empleo gracias a la reforma laboral, que ha disparado el empleo indefinido y está reduciendo el temporal. Este último generalmente es más inestable y en España se ha convertido con rapidez en una destrucción masiva de puestos de trabajo ante incertidumbres y crisis económicas.
Ángel Talavera indica que “es muy pronto para saber si la reforma laboral va a significar un mercado laboral más robusto frente a las crisis o si simplemente supone un cambio normativo más bien cosmético sobre cómo llamamos a los contratos”.
En el gran auge de los contratos indefinidos, hay una parte que corresponde al aumento de los contratos fijos discontinuos, hasta el momento poco utilizados y que la reforma laboral ha impulsado para puestos estacionales y con interrupciones en el año que se cubrían hasta la fecha gracias a personal eventual. Los fijos discontinuos no son temporales y amplían derechos a los trabajadores (antigüedad, indemnización si hay despido), pero aún hay dudas sobre cómo los utilizarán las empresas y su estabilidad en el tiempo. “La prueba la tendremos cuando efectivamente suframos una recesión”, indica el economista jefe para Europa de Oxford Economics.
“Aunque vamos en la dirección correcta”, considera Ángel Talavera, el mercado laboral en España aún tiene importantes vulnerabilidades. “Casi todos los indicadores nos sitúan aún muy por debajo respecto a los países de nuestro entorno tanto en tasa de desempleo como de temporalidad, aparte de que seguimos sufriendo un problema de excesivo empleo de poco valor añadido, lo que lleva a baja productividad y bajos salarios. Esto hace que España siempre destruya mucho más empleo durante las crisis”, recuerda el economista.