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El Gobierno deja a los consumidores a ciegas con el recibo de la luz

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. / Efe

Andrés Gil

Madrid —

¿Cómo será el nuevo sistema para calcular la luz? No se sabe. ¿Cuándo estará listo? Tampoco se sabe. ¿Cuándo entrará en vigor? Preferiblemente en el segundo trimestre de 2014, sostienen fuentes del Ministerio de Industria, que no alcanzan a dar ningún detalle. Es decir, los españoles entran a ciegas en 2014, sin saber qué mecanismos se aplicarán para pagar su luz, un factor fundamental en su economía, tanto familiar como laboral: este sistema nuevo que no se sabe cómo será ni cuándo se aplicará afecta a “16 millones de puntos de suministro”, de los cuales 14,5 son hogares y 1,5, pequeñas y medianas empresas. Son los 16 millones de recibos sujetos a la Tarifa de Último Recurso (TUR por sus siglas).

Lo único que saben con seguridad ciudadanos y pymes es que el 1 de enero el recibo de la luz subirá un 2,3%, sólo se sabe que el precio sube un 2,3% –se ha calculado haciendo una media del precio de la luz en los últimos seis meses, a la que hay que sumar la subida del 0,9% en los peajes que establece el Gobierno–. Pero las reglas de juego que marcarán la actualización el resto del ejercicio están por ver, lo que abre un horizonte de alta inseguridad jurídica en el sector. Tanto para los que producen como para los que abonan el suministro eléctrico.

Por lo pronto, en el sistema provisional aprobado por decreto ley, se establece que cualquier oscilación del precio de la luz mientras esté vigente será compensada. Esto es, que si la luz se comercializa por encima de los 48,49 euros megavatios hora –precio adoptado por el Gobierno para calcular el recibo de, al menos, el primer trimestre–, la diferencia le será remunerada a las eléctricas en los sucesivos recibos a cargo del consumidor. Si ocurre al contrario, que el precio sea inferior a esos 48,49 euros, el consumidor pagará menos en los siguientes recibos. En cualquier caso, la subida de este trimestre tendrá alguna repercusión, para bien o para mal, en las facturas del resto del año.

Las opciones que sopesa el Gobierno para el nuevo sistema de cálculo no pasan por suspender las subastas, pero sí por que un solo día no sirva, como hasta ahora, para fijar el precio de todo un trimestre. Por lo tanto, es previsible que se camine hacia un mecanismo de medias entre varias subastas. “Se ha invalidado una subasta, pero no se pone en tela de juicio el sistema; es la primera vez que se produce algo así y lo que hay que hacer es una corrección para dar a los consumidores cobertura ante la volatilidad del mercado”, explican fuentes del Ministerio.

En el precio que paga el consumidor, en torno al 55% corresponde a la parte regulada (peajes, precio de la red, apoyo a renovables, deuda, sistema extrapeninsular) y el 45% restante, al mercado, a las subastas, a lo que está enmendando sobre la marcha el Gobierno.

A pesar de todo, según fuentes de Industria, no se incrementará el déficit de tarifa –la diferencia entre el coste de producir la energía y el precio que se fija en la tarifa–, que, insisten, cerrará el año en 3.600 millones y no se producirá ninguno en 2014, según lo pronosticará el Ejecutivo en la orden de peajes la próxima semana.

Ahora bien, lo que tampoco sabe el Gobierno es cómo se pagarán esos 3.600 millones a las eléctricas. La ley establece que tienen ese derecho de cobro, pero no cómo se efectuará. Las eléctricas quieren titularizarla con el aval del Estado; es decir, cobrar el dinero y que el Estado coloque después esos 3.600 millones en el mercado de deuda. Un mecanismo semejante al que se ha utilizado hasta ahora con los 26.000 millones de déficit acumulado hasta 2012.

Mientras tanto, el Gobierno también ha prometido cerrar en 2014 la reforma del mercado mayorista (el conocido como pool en el sector), en el cual las empresas compran y venden cada día –el que afecta al precio del recibo es de futuros, no diario–.

Una escalada de improvisaciones

El ministro de Industria, José Manuel Soria, habló de “burda manipulación” de la subasta de la luz realizada el 19 de diciembre, si bien fuentes del Ministerio bajan ahora el tono y califican lo sucedido de anómalo y hasta finales de la próxima semana no se conocerá el dictamen de la CNMC. Y aún pasará mucho más tiempo hasta que se conozca el expediente informativo abierto. ¿Cuáles fueron las anomalías detectadas? Según Industria, la escalada a partir del 2 de diciembre y las escasas transacciones producidas el 19 de diciembre fueron por “falta de presión competitiva”.

¿Y en esa escalada a partir del 2 diciembre ha tenido algo que ver que el PP en el Senado registrara una enmienda el viernes 29 de noviembre por la noche en la que establecía un déficit de tarifa de 3.600 millones y anulara partidas por este importe a las eléctricas? El Ministerio no contesta.

En todo caso, la subasta quedó anulada, la CNMC redactó unas recomendaciones para establecer el precio en los primeros meses de 2014, y eso es lo que ha hecho el Consejo de Ministros, que ha acabado en una semana con un sistema que no tenía previsto reformular, ni siquiera en la flamante Ley del Sector Eléctrico tramitada de urgencia y que entra en vigor este sábado.

Y, como no tenía prevista ninguna modificación, ahora que la subasta se ha anulado y se ha establecido un precio para los primeros recibos, llega la oscuridad: no se sabe si seguirá subiendo o no, pues tampoco se conoce cómo se calculará una vez que se entierre la solución improvisada y transitoria adoptada este viernes.

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