El Gobierno asume su objetivo de déficit como válido sin esperar al visto bueno de Bruselas
El Ministerio de la Presidencia ha hecho llegar una nota a los medios, por la vía de Hacienda, en la que dan por bueno el objetivo de déficit que Luis de Guindos anunció esta semana en el Congreso, sin esperar el visto bueno de Bruselas. La Comisión de secretarios de Estado y subsecretarios aprobó que España tenga un objetivo de déficit del 3,6% en 2016, muy lejos del 2,8% comprometido con Bruselas. Por el momento, la Comisión Europea niega haber cerrado un acuerdo con España. Una de dos, o no hay acuerdo, y el Ejecutivo en funciones españoles toma una decisión autónoma que le desligaría de sus obligaciones comunitarios, o de facto hay un compromiso tácito con Bruselas aunque estos no lo reconozcan.
El martes El País aseguraba que Luis de Guindos y Pierre Moscovici habían llegado a este acuerdo en la reunión anual del FMI y el Banco Mundial en Washington. Sin embargo, en rueda de prensa, el vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis, aseguró que no se había tomado “ninguna decisión” sobre las medidas que aplicará después de que España haya vuelto a incumplir sus objetivos de reducción del déficit público.
En la nota difundida hoy se asegura que el Gobierno “va a transmitir a la Comisión Europea que mantiene su compromiso con la reducción del déficit público, con una nueva senda de consolidación fiscal, compatible con el crecimiento económico y la creación de empleo”. Sin embargo, saltarse todo el proceso que marca el procedimiento de déficit excesivo en el que España se ha comprometido a cumplir unos determinados objetivos de déficit, choca frontalmente con este mensaje.
Ahora, el Ejecutivo español fija lo que considera su objetivo, independientemente de los acuerdos a los que el nuevo Gobierno llegue con Bruselas. Especialmente reseñable es el nuevo objetivo que marca para las comunidades autónomas, a las que propone cumplir en 2016 un déficit del 0,7%. Esta cifra es la misma que se había fijado como objetivo en 2015 y que solo tres comunidades habían logrado cumplir. La desviación al alza es significativa respecto al inalcanzable 0,3% que se proponía.
El Ejecutivo cree que con los 2.000 millones de euros de reducción del gasto que anunción improvisadamente la semana pasada, la congelación del gasto de las regiones y la marcha de la economía será suficiente para cerrar este agujero hasta el nuevo objetivo sin excesivo esfuerzo. El recorte que recae a las comunidades autónomas es de 2.000 millones de euros de forma muy desigual.
