El Gobierno persigue que la rebaja del IVA de los alimentos esenciales se traslade y se vea en los tickets de compra que pagan los consumidores. Por eso, insta a que estos reflejen a partir del 1 de enero las diferencias que hay entre pagar con el impuesto actual y con el que habrá cuando comience 2023.
El ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, ha asegurado este miércoles que la “distribución va a repercutir” esta rebaja y que el Gobierno va a supervisar que así sea. “Confiamos, pero vamos a estar vigilantes”, ha asegurado en una entrevista en Antena 3.
Planas asegura que los supermercados y las tiendas de alimentación tienen “medios” para demostrar que están aplicando la bajada del IVA. Por ejemplo, “en el ticket de la compra, reflejando el antes y después de la disminución” de este impuesto. También, indicando cuál era el antiguo precio hasta el 31 de diciembre y el nuevo a partir del 1 de enero.
Es decir, que esta rebaja del IVA a cero de los alimentos básicos y al 5% de aceite y pastas sirva para que las tiendas “atraigan la atención de los consumidores”, de forma que trasladen la idea “nosotros somos los que lo estamos aplicando mejor”.
La ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital ha subrayado que es una medida “excepcional” que trata de conseguir que se contenga la evolución del precio de los alimentos básicos. “Ahora que ya se está conteniendo el precio de la energía, pues lo que más preocupa es justamente la cesta de la compra, y lo que hemos previsto es que esta bajada del IVA se mantenga hasta junio, salvo que la inflación baje más rápido de lo que estamos previendo, es decir, que si en el mes de marzo o abril estamos viendo que la inflación subyacente, que no incorpora alimentos y energía, ya está por debajo del 5,5%, pues en los últimos dos meses de la medida, mayo y junio, ya se recuperaría un nivel de IVA más elevado”, ha señalado.
Vigilancia a través de la CNMC
En cuánto a qué y cómo se va a vigilar, lo que se recoge este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE) es que “la reducción del tipo impositivo beneficiará íntegramente al consumidor”. Con un matiz: “Sin que, por tanto, el importe de la reducción pueda dedicarse total o parcialmente a incrementar el margen de beneficio empresarial con el consiguiente aumento de los precios en la cadena de producción, distribución o consumo de los productos, sin perjuicio de los compromisos adicionales que asuman y publiciten los sectores afectados, por responsabilidad social”.
A partir de ahí, “la efectividad de esta medida se verificará mediante un sistema de seguimiento de la evolución de los precios, independientemente de las actuaciones que corresponda realizar a la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) en el ámbito de sus competencias”, indica el BOE, sin dar más detalles.
En este sentido, la ministra de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero, ha señalado que “se va a hacer un seguimiento de cómo este tipo de productos se comportan en este semestre, y también la CNMC tiene competencias por si detecta en algún momento que se produce alguna actitud no deseada por parte de las empresas para que se pueda actuar de inmediato”.
“Confío en que el sector, que además es muy consciente de que tiene una responsabilidad especial en este momento, colabore y transmita esta bajada de los precios, que que va a notarse inmediatamente en los bolsillos de las familias españolas, y si no, la CNMC tendrá una indicación muy clara de vigilarlo y habrá sanciones si no se cumple”, ha advertido la ministra de Asuntos Económicos en declaraciones a TVE recogidas por Europa Press.
Medidas adicionales si son necesarias
Hay que recordar que lo aprobado este martes por el Consejo de Ministros supone una rebaja del 4 al 0 por ciento del IVA productos básicos de alimentación (pan común, harinas, leche, huevos, frutas, hortalizas, legumbres o patatas) y minorar desde el 10% al 5% el aplicable a los aceites y pastas alimenticias. “Ambas reducciones se establecen de forma temporal y extraordinaria desde el 1 de enero de 2023 hasta el 30 de junio de 2023, sujetas a la evolución de la tasa interanual de la inflación subyacente, si baja del 5,5% en el dato de marzo que se conocerá en el mes de abril.
Luis Planas también ha asumido que el Gobierno tenía sobre la mesa otras medidas para rebajar el coste de la cesta de la compra y que puede haber más. “Esperamos sean eficaces”, ha indicado pero, “si hacen falta otras, se adoptarán”.
Sobre la ausencia de la carne y el pescado en la rebaja, ha reconocido que se ha bajado el IVA de “aquellos” productos que significan “mayor volumen y mayor importe de gasto” en las familias y que el “ahorro dependerá de la composición de cada cesta de la compra”.
La ministra de Hacienda ha recalcado, respecto a algunas reclamaciones como la de los sectores cárnico o pesquero de que la reducción de IVA se amplíe a más sectores, que se ha actuado sobre los productos que hace más de 20 años tienen un IVA superreducido “porque tienen mayor presencia dentro de la cesta de la compra”.
Planas ha recordado que una familia media gasta 16% de sus ingresos en la cesta de la compra. En cambio, es el 20% en el caso de aquellas familias que viven del salario mínimo. Por ello, ha asegurado Planas, se ha actuado en aquellos productos que tienen una repercusión directa sobre el incremento de los precios alimentarios, que en España supera el 15%, según el dato del IPC de noviembre.