El Gobierno vuelve a bajar el crecimiento de la economía del 3,5% al 2,7% en 2023
El Gobierno vuelve a recortar las previsiones de crecimiento económico para España en 2023, que reduce del 3,5% al 2,7%. Este ha sido el anuncio de la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, durante la presentación del techo de gasto de los Presupuestos Generales del Estado del próximo año. A pesar de la caída del PIB del próximo año, Calviño destacó que nuestro país seguirá una senda de “fuerte crecimiento económico” que estará por encima del resto de las economías de la Unión Europea.
Calviño ya bajó las previsiones de crecimiento de la economía española el pasado mes de abril, cuando recortó al 4,3% el crecimiento del PIB para este año -que se mantiene para 2022- por el impacto de la guerra en Ucrania, frente al 7% que estaba previsto, mientras que rebajó al 3,5% el crecimiento en 2023.
La vicepresidenta económica ha mantenido un discurso positivo de la economía española pero ha evitado dar fechas de recuperación del PIB como antes de la pandemia o picos de inflación, como hizo en la revisión de las previsiones económicas en abril. De hecho, esta vez ha insistido en que “el principal reto de la economía española en este momento es la inflación”.
De hecho, ante las preguntas de los periodistas sobre si España podía caer en recesión el año que viene, Calviño ha insistido en que “en este contexto internacional de incertidumbre todos los organismos económicos internacionales prevén que España mantenga un fuerte crecimiento en 2022, alrededor del 4%, y un crecimiento notable en 2023, por encima del 2%”.
Hay cuatro factores que, según Calviño, fundamentan que España seguirá creciendo a buen ritmo: el “excelente comportamiento del mercado trabajo”, la recuperación de la inversión, especialmente “en bienes de equipo y propiedad intelectual debido a la llegada de los fondos europeos”; la evolución favorable del mercado exterior, prueba de la sólida competitividad de la economía española“; y la buena evolución de las cuentas públicas.
Como elementos que restan el Gobierno cita “el mantenimiento de los altos precios de la energía, que provocarán una normalización de la política monetaria más rápida y el consiguiente aumento de tipos de interés reales que impactarán negativamente en las decisiones de inversión y consumo”.
Con estos fundamentos, a pesar de que será de manera más suave la demanda nacional seguirá impulsando el crecimiento económico, con una aportación de 3,3 puntos, mientras que las inversiones “seguirán creciendo a un ritmo elevado del 6,6%, impulsadas por la ejecución de los fondos del Plan de Recuperación”. Donde se va a sentir la entrada en recesión de otros países europeos es en el sector exterior cuya aportación al crecimiento será negativa con una caída el 0,7%.
La mejor noticia de 2023 es que se seguirá reduciendo el desempleo, de manera que la tasa de paro se situará en el 12%.
Respecto a la subida de precios, la vicepresidenta ha insistido en que gracias a las medidas aprobadas por el gobierno, donde destacó el tope de gas, se ha contenido la inflación entre tres y cinco puntos porcentuales. Calviño ha resaltado que aunque la inflación ha alcanzado un 10.2% en nuestro país se debe a factores exógenos a la economía española y están “en línea con los incrementos de precios de la media europea”, para finalmente destacar que “hay 14 países con tasa de inflación superior” a la española en el conjunto de la UE.
Además, ha resaltado que aunque el coste de la energía ha sido un elemento fundamental en la elevación de precios, otros factores han retomado el relevo en el incremento de precios como se ha visto reflejado en los alimentos elaborados, los productos industriales y los servicios.
El Gobierno no ofrece previsiones del índice de precios de consumo (IPC), pero sí que utiliza un indicador parecido que es el el deflactor del consumo privado que se incrementa al 7,8 % para 2022 y al 2,9% para el próximo año.
Rebaja del crecimiento del FMI
La revisión a la baja de la economía española por parte del Gobierno coincide con una previsión similar pero más abultada del FMI. El organismo multilateral ha informado este martes de una rebaja generalizada para todo el mundo, incluida España, debido a las implicaciones de la inflación en Occidente, una ralentización peor de lo esperado en China y las consecuencias de la guerra en Ucrania.
Según el informe 'Perspectiva Económica Mundial', publicado este martes, el FMI considera que España crecerá un 4% en 2022, lo que supone una rebaja de ocho décimas frente a las previsiones publicadas en el mes de abril.
Con respecto a 2023, el Fondo espera que España contabilice un crecimiento del 2%, lo que supone una abultada reducción de 1,3 puntos respecto a los pronósticos de hace tres meses. De esta forma, el organismo estima que el crecimiento en el cuarto trimestre de 2022 frente al mismo periodo del año pasado será del 1,3%, mientras que en el cuarto trimestre de 2023 será del 2,3%.
En el conjunto de la zona euro, el crecimiento este año será del 2,6%, dos décimas menos que las previsiones anteriores. El FMI ha explicado que la abultada mejora en las perspectivas de Italia (siete décimas más, hasta el 3% en 2022) por mejoras esperadas en turismo y actividad industrial, no ha podido compensar los descensos en Alemania, Francia o España.
Así, el Fondo estima que el crecimiento de Alemania será de un 1,2% en 2022, nueve décimas menos, mientras que el de Francia se situará en el 2,3%, seis décimas menos que las previsiones publicadas en el mes de abril.
De cara al año que viene, las previsiones de la zona euro se han revisado a la baja en 1,1 puntos, hasta el 1,2%. De su lado, Alemania crecerá un 0,8% (1,9 puntos menos); Francia, un 1% (cuatro décimas menos); e Italia, un 0,7% (un punto menos).
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