El Gobierno de Tsipras anuncia controles de capital y el cierre de los bancos griegos el lunes

El primer ministro, Alexis Tsipras, ha confirmado en un mensaje a la nación que habrá controles de capital a partir del lunes. Tanto los bancos como la Bolsa permanecerán cerrados ese día sin que haya precisado cuánto tiempo continuarán en esa situación. Tsipras ha dicho que la medida se ha tomado a petición del Banco de Grecia.

En su anuncio, ha pedido a los griegos que mantengan la calma y ha dicho que los depósitos y el pago de las pensiones están garantizados. También ha citado la conocida frase del presidente norteamericano Franklin Roosevelt: “El único miedo que hay que sentir es al miedo mismo”.

El líder de Syriza ha presentado la medida como inevitable y forzada por la falta de apoyo de las instituciones europeas. Ha culpado específicamente al BCE y a los que intentan impedir que los griegos voten en el referéndum convocado por su Gobierno, a lo que ha llamado un “insulto” que avergüenza a la democracia en Europa.

El consejero delegado del Banco del Pireo, Anthimos Thomopoulos, se había adelantado al anuncio oficial. Con un simple “no” respondió a las preguntas de los periodistas a su salida de la reunión del Consejo de Estabilidad Financiera, en el que han estado el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, el gobernador del banco central y los responsables de los bancos griegos. En esa cita, las entidades financieras tenían que informar al Gobierno de sus necesidades a corto plazo y en qué situación quedaban después de que el BCE anunciara que mantenía la ayuda de emergencia a los bancos griegos, pero sólo hasta los niveles aprobados el viernes, que eran ya insuficientes después de los acontecimientos de este fin de semana.

El Consejo Ejecutivo del BCE emitió un comunicado a las 14.30 para confirmar que continuaría con su ayuda financiera a los bancos de Grecia, acuciados en las últimas semanas por la progresiva retirada de fondos.

En el comunicado se afirmó que el Consejo, reunido este domingo vía telefónica, ha decidido continuar con el programa de provisión urgente de liquidez (ELA, por sus siglas en inglés) a los bancos griegos con una importante precisión: “al nivel decidido el viernes 26 de junio”.

Desde ese viernes, han pasado muchas cosas en Grecia: la convocatoria de un referéndum por el Parlamento y la reunión del Eurogrupo del sábado en la que los gobiernos europeos denunciaron en duros términos la decisión del Gobierno de Alexis Tsipras. Tanto el sábado como el domingo se han visto numerosas colas en los cajeros automáticos de las ciudades griegas.

El comunicado incluye unas palabras del presidente del BCE, Mario Draghi: “Continuamos trabajando en estrecho contacto con el Banco de Grecia para apoyar con decisión el compromiso de los Estados miembro de tomar las medidas necesarias con las que afrontar la fragilidad de las economías de la eurozona”.

El tono del texto indica que el Banco de Grecia tendrá la asistencia necesaria del BCE “en estas difíciles circunstancias”, según las palabras citadas del gobernador del banco central griego, Yannis Stournaras. Como se vio después, no lo suficiente como para impedir el control de cambios con la intención de salvar a la banca griega.

La decisión de estas medidas de emergencia se veía venir después de que en una entrevista en BBC por la mañana y a la pregunta de si habría controles de capital y la declaración del lunes como día festivo para la banca, el ministro de Finanzas, Yanis Varufakis, dijo que su Gobierno estudiaría en la noche del domingo las medidas necesarias.

Varufakis también se mostró en contra por una cuestión de principios. Afirmó que en una unión monetaria es una obligación de las instituciones europeas apoyar a los bancos de los estados que la integran. Así lo reiteró después en un mensaje en Twitter.

El Gobierno debía tener en cuenta que los problemas no se acababan el lunes. El BCE dijo con anterioridad que la liquidez facilitada a través del ELA está condicionada a que exista un programa de rescate pactado por la troika y Atenas. Ese programa expira el martes 30 de junio. En su reunión del sábado, los ministros de Finanzas de la eurozona se negaron a extender las condiciones del programa hasta el 5 de julio, fecha del referéndum, como había solicitado Tsipras el día anterior.