El Consejo de Ministros griego ha estado reunido durante buena parte del fin de semana para encontrar la fórmula mágica que permita al país continuar en el euro, esquivar el corralito y pagar sus necesidades financieras de los próximos meses. Durante el fin de semana, tal y como se esperaba, se han sucedido las llamadas teléfonicas entre los principales líderes de la zona del euro y Atenas, y se han perfilado, a golpe de filtración mediática, las claves de la nueva propuesta que Yanis Varufakis defenderá el lunes 22 de junio ante sus colegas. Estos son los cambios que se conocen por ahora.
Se adelanta la reunión del Eurogrupo a las 12:30
Puede parecer un tema menor pero es casi la mayor pista de que hay voluntad de las partes de negociar. La primera cita fijada con urgencia el viernes situaba la reunión extraordinaria de ministros de Finanzas del euro a las 15 horas, para que a continuación se debatiera en una cumbre de líderes a las 19 horas. El adelanto es interpretado como un voto de confianza a que habrá nuevos números que negociar y que se debe dedicar más tiempo a los “tecnicismos” para forjar en la medida de lo posible un acuerdo.
De hecho, el jefe de gabinete de Jean Claude Juncker, Martin Saylmar, ha calificado en Twitter de “buena base para progresar” la nueva propuesta griega. Su comentario sobre el documento se completa con la palabra que los alemanes emplean para referirse a los partos con fórceps.
Doble consejo de ministros en Grecia
Los ministros griegos han estado reunidos sábado y domingo buscando cómo arañar gasto público de los presupuestos para entregar algo de carnaza fresca a los socios del euro el lunes. Varufakis ha llegado los dos días a las reuniones montando en su moto, para disfrute de los fotógrafos internacionales. Con todo, y según filtran varios medios internacionales, el que estaría afinando la puntería y echando cuentas sería el vicepresidente Yanis Dragasakis que trata de raspar partidas que entregar a Bruselas.
Qué propondrá Grecia
Lo que se ha filtrado por el momento es afilar sobre medidas ya deslizadas por el Gobierno de Syriza pero con el cuchillo seccionando con la precisión de un bisturí. Varufakis ya había sugerido que aunque las pensiones eran una línea roja, no lo eran las medidas de jubilación anticipada. Aparentemente, el Ejecutivo ofrecerá retirar la posiblidad de prejubilaciones y los complementos a algunas pensiones, especialmente a las de funcionarios. En total, podría sumar 200 millones de euros.
También buscan cómo complacer en el IVA, que actualmente está fijado en Atenas en tres tramos. Bruselas le ha pedido dos y Grecia quiere mantener la progresividad del impuesto pero aceptará subir el tipo a algunos productos.
El mantenimiento de un impuesto a los bienes inmuebles también será otra de las condiciones, así como la eliminación de algunas desgravaciones fiscales. También se plantean impuestos especiales para empresas con una facturación media o para rentas (también conocido como el “recargo de solidaridad” español) que paguen temporalmente más en su IRPF.
Estas medida no llegan al objetivo marcado por la zona del euro (que le exigen el equivalente a casi el 2% del PIB de ajuste) pero son un cambio de postura desde Atenas en el ánimo de profundizar algunos ajustes tal y como desean sus socios.
Varufakis escribe a Merkel
Varufakis ha estado muy ocupado el fin de semana en escribir columnas de opinión en medios muy dispares. Por un lado en Irish Times y por otro en la versión online de Frankfurter Allgemeine Sonntagszeitung. En el primero (en un país algo más favorable a las peticiones de Grecia tras haber pasado por su propio rescate) se centró en lamentar el “atronador silencio” con el que se encontró en el Eurogrupo al proponer sus medidas. En el diario alemán, se dirigió a la canciller Angela Merkel para darle toda la responsabilidad a la hora de decidir si Grecia se queda en el euro o no.
Qué dicen los expertos
Durante el fin de semana se han vuelto a publicar varios artículos sobre las posibilidades de una salida para Grecia que le permita quedarse en el euro. Los expertos ven muy complicado que Grecia pueda llegar a cumplir el objetivo de un 1% de superávit primario este año, tal y cómo se pretende, por la marcha de su presupuesto. El superávit primario se calcula entre la diferencia de ingresos y gastos del Estado pero sin contar con los gastos en los intereses de la deuda. Se aboga por planes que prioricen el crecimiento y que estimulen la devastada economía griega.
Qué pasa si el lunes llegan a un acuerdo
Más que el lunes, el acuerdo, de celebrarse, caerá en martes porque la reunión de líderes arranca a las 7 de la tarde y se prevé larga. El acuerdo desbloquearía el siguiente tramo del rescate, que Grecia utilizaría en buena parte para pagar a sus acreedores. Al FMI, 1.600 millones de euros el 30 de junio y al BCE 700 millones de euros a mediados de julio.
Con todo, como Grecia necesita 3.600 millones de euros en el corto plazo, tendría que ser el BCE el que saliera inmediatamente al rescate, aumentando la liquidez de la que puede proveer a corto plazo al Estado griego. También está por ver si la contraparte del acuerdo por parte de la troika sería una quita de la deuda actual.
Qué pasa si el lunes no hay acuerdo
La tensión subiría hasta un extremo muy difícil para los bancos griegos que abren cada día sus puertas gracias a los manguerazos de dinero que les envía el BCE. La entidad financiera con sede en Fráncfort debería volver a reunirse para ver si siguen metiendo dinero en el sistema bancario heleno al menos hasta el jueves que se vuelven a reunir los presidente de la Unión Europea. De nuevo en estas reuniones se puede llegar a un acuerdo.
Fecha límite
Si tampoco se llega a un acuerdo a final de semana, el siguiente hito ineludible es el pago al FMI el 30 de junio. Si Grecia no paga (y ahora mismo no tiene forma de hacerlo sin acuerdo) puede, o no, considerarse de forma internacional como “default”. Se entraría en un terreno resbaladizo y pantanoso con una última etapa el 20 de julio cuando se debe pagar al BCE.