Las cláusulas suelo hipotecarias tienen los días contados después de la sentencia del Tribunal Supremo que obliga a tres entidades –BBVA, Cajamar y NCG Banco- a eliminarlas de los contratos. Los afectados de estas entidades están a punto de ver la luz al final del túnel, pero al resto, puede que les espere un largo trayecto antes de librarse de esta cláusula suelo. Los titulares de hipotecas de estas tres entidades no tendrán nada que hacer para eliminar la abusiva cláusula suelo de sus contratos, ya que se mecanizará de forma automática.
Cajamar ya ha cerrado el proceso de devolución de las cuotas cobradas de más, salvo “un pequeño número de préstamos que, por contar con circunstancias particulares, requieren de un procedimiento manual”. Sin embargo, el resto tendrá que esperar algún tiempo más. En BBVA reconocen que a lo largo de este mes se realizará la rebaja de cuotas al tiempo que se devolverán las cuantías cobradas de más desde la fecha de la sentencia, es decir, desde el pasado 9 de mayo.
En Novagalicia Banco, explican que la entidad “está realizando los cambios operativos necesarios en sus sistemas informáticos para que las futuras cuotas del préstamo no incluyan el diferencial de la cláusula suelo”, un procedimiento que el propio banco estima que quedará cerrado “para la cuota de agosto, momento en el que se abonarán al cliente los intereses percibidos en exceso en las cuotas de mayo, desde el día 9, junio y julio”. Es decir, los hipotecados aún deberán pagar los intereses de la cláusula suelo aunque le sean devueltos más adelante.
Pese a la aparente resolución del conflicto, aún hay algunos flecos pendientes. Fuentes de Adicae desvelan que van a emprender acciones legales contra los bancos ante los casos de abuso que empiezan a producirse. Por ejemplo, un banco ya ha informado a sus clientes de la retirada de determinadas bonificaciones al mismo tiempo que la cláusula suelo, mientras otros han comenzado a cobrar por servicios hasta ahora gratuitos.
Cajamar dice que tras la eliminación de la cláusula suelo, se “retoman las condiciones que tuviera contratadas el cliente en su hipoteca: el índice de referencia -el más habitual es el Euribor- más el diferencial que figura en el contrato del préstamo hipotecario”. Pero en Novagalicia Banco no son tan explícitos. La entidad se limita a decir que “comunicará individualmente los términos y plazos en que se procederá a la eliminación de la cláusula suelo en su préstamo hipotecario”.
También hay informaciones que apuntan a que Caixa Bank –que no comercializó hipotecas con cláusula suelo pero que ha heredado este producto tras la compra de Banca Cívica y no está afectada por la sentencia del Supremo- negociará de forma individual con cada cliente la retirada de esta cláusula, lo que ha disparado las especulaciones de cesiones por parte de los clientes. Con todo, fuentes bancarias aseguran que la entidad aún no ha tomado una decisión al respecto. En Adicae, además, recuerdan que el cliente nunca debe firmar ningún documento que le obligue a renunciar a acciones legales.
Cómo encontrar la cláusula
Pero, ¿qué pasa con los contratos hipotecarios del resto de entidades que no están afectadas por la sentencia del Supremo? Lo primero que tiene que hacer el titular de un préstamo para la vivienda es revisar su contrato. Rubén Sánchez, portavoz de Facua, afirma que este tipo de cláusulas suelen estar incluidas en el apartado que se refiere al tipo de interés que debe pagar el prestatario. Sin embargo, si el afectado se ve incapaz de entender el lenguaje bancario, lo mejor es que busque consejo.
Una vez comprobado que el contrato incluye una cláusula suelo, es decir, un tipo de interés mínimo que el cliente deberá abonar por su préstamo, fuentes de la Asociación por Embargos y Subastas (Afes) aconsejan solicitar en la oficina bancaria la retirada de la cláusula suelo. En caso de no ser aceptado este requerimiento, el afectado puede reclamar al servicio de atención al cliente de la entidad bancaria, que tiene dos meses para contestar. Si, una vez más, la petición es rechazada, cabe la posibilidad de exponer el caso en el Banco de España. Afes aconseja acudir a un profesional para realizar todos estos pasos debido a que el proceso es bastante complicado.
Las asociaciones de consumidores creen conveniente que el cliente reclame no sólo la eliminación de la cláusula suelo, sino también los recargos cobrados de más desde la apertura del crédito. Adicae recuerda que el perjuicio económico de los más de cuatro millones de hipotecados con cláusulas suelo se estima en unos 6.000 euros por familia, “dinero que se han quedado los bancos”. Esta recomendación también se aplica a los hipotecados de BBVA, Cajamar y Novagalicia Banco.
Lo previsible es que la entidad financiera se niegue. Entre otras cosas porque la supresión de la cláusula suelo por parte del Supremo no implica la devolución de un dinero indebidamente cobrado por parte de las entidades, tal y como recuerdan desde Adicae. Por lo tanto, el cliente se verá obligado a recurrir a los tribunales. “La sentencia condena a los usuarios a ir a juicio, con la consiguiente dedicación de recursos que ello implica”, recuerda Rubén Sánchez, al tiempo que se queja de la dejadez de las comunidades autónomas que podrían “multar a las entidades por la misma cantidad por la que se han lucrado y no lo hacen”.
Pero las cláusulas suelo no son los únicos abusos bancarios que pueden ser reclamados con una alta probabilidad de éxito. Desde Afes recuerdan que tampoco es legal realizar redondeos de intereses por encima de 1/8 de punto; ni que la variación de los intereses sólo pueda ser al alza. Tampoco es legal establecer un tipo de referencia no objetivo para fijar los intereses, es decir, usar tipos que incluyan el del propio banco en lugar de otros como el euríbor. Asimismo, habría que denunciar cualquier tipo de pacto que garantice obligaciones de cara al futuro para el hipotecado, así como los seguros colectivos (de vida, hogar, cobertura de riesgo, etc) impuestos por la entidad acreedora para la concesión del préstamo hipotecario. Rubén Sánchez añade los intereses de demora abusivos, una figura que “permite al banco ganar dinero con los que no pueden pagar”. Sánchez recuerda que hay sentencias que plantean como interés abusivo el 20%, por lo que piden una legislación al respecto para que este aspecto pueda dejar de ser objeto de interpretación de los jueces.