La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha confirmado que se estudia la equiparación de los impuestos sobre el diésel y la gasolina dentro de la nueva fiscalidad verde, pero ha reiterado que será progresiva y que excluirá el combustible usado por los profesionales del transporte.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, la ministra ha subrayado que los impuestos verdes tienen como objetivo desincentivar el uso de las energías contaminantes, como puede ser el diésel.
“No se trata tanto de igualar de un día para otro el precio del diésel al de la gasolina sino de ir progresivamente recorriendo ese camino y disuadir de la utilización del diésel”, ha remarcado.
La ministra ha indicado que estas medidas tributarias las está orientando el Ministerio de Transición Ecológica siguiendo las recomendaciones de la Unión Europea, que pide eliminar las prácticas que puedan ser contaminantes con el medioambiente o nocivas para la salud, como los carburantes.
De hecho ha valorado las decisiones de algunos ayuntamientos, como el de Madrid, de restringir el tráfico de vehículos.
Las medidas sobre los carburantes “no incidirán sobre las cuentas de resultados de las pequeñas empresas o de los autónomos”, ha aseverado.
Con respecto a la reforma del Impuesto de Sociedades -que pasaría por la aplicación de un tipo mínimo entorno al 15 %-, ha insistido en que no afectará a las pymes, aunque ha explicado se dirigirá a empresas con una facturación superior a 8 millones de euros.
Esta cifra es incompatible con la intención de eximir a las pymes, dado que se considera pequeña empresa la que factura menos de 10 millones anuales y mediana la que tiene un volumen de negocio inferior a 50 millones anuales.
Fuentes del Ministerio de Hacienda han explicado a EFE que más allá de la cifra que haya dado la ministra, la intención del Gobierno es que las pymes no se vean afectadas en modo alguno por la reforma, con lo que se hará de tal forma que no tenga efecto para estas empresas.
La ministra ha añadido que la modificación en el Impuesto sobre Sociedades entraría en vigor en 2019 y no tendría efectos para este año.
“Pocas fuerzas políticas podrán oponerse a que las empresas tributen a su tipo teórico y no real”, ha dicho tras incidir en que tanto este tributo como los nuevos relativos a los impuestos mediambientales y a los servicios digitales serán el “armazón” de los Presupuestos Generales del Estado de 2019.
Sobre un nuevo impuesto a la banca o a las transacciones financieras, como estudia Bruselas, Montero ha señalado que siguen explorando estas opciones para asegurar que el sector contribuye según sus posibilidades.
Este nuevo impuesto también entraría en vigor el próximo año.