Los inspectores de la Comisión y del Banco Central Europeo (BCE) han constatado este lunes que la recuperación de la economía española “ha cobrado impulso” durante el año 2014, pero han reclamado al Gobierno que siga “vigilante” y han criticado el retraso en algunas reformas, en particular la segunda ronda de la reforma laboral, la ley de liberalización de los servicios profesionales o la ley de desindexación.
Así se recoge en las conclusiones de la segunda misión del Ejecutivo comunitario y el BCE a Madrid tras el fin del rescate bancario de 41.300 millones de euros, que tuvo lugar del 6 al 10 de octubre. Los inspectores señalan que la liquidez de la banca española sigue mejorando, pero avisan de la presión sobre los beneficios por la caída de los niveles de intermediación y piden mantener niveles adecuados de provisiones y colchones de capital, informa Europa Press.
“La reciente evolución económica y financiera confirma las tendencias positivas de estabilización que se han ido produciendo en los últimos dos años”, resalta el informe preliminar de los inspectores sobre la economía y la banca españolas. “No obstante, es importante mantenerse vigilantes, ya que los grandes desequilibrios del periodo previo a la crisis y los retos políticos en el mercado laboral y más allá son todavía sustanciales”, avisan.
“Es primordial la aplicación completa y eficaz de la agenda de reformas y, cuando sea necesario, su refuerzo adicional”, apuntan la Comisión y el BCE, que reclaman la implicación de todos los niveles de Gobierno en España y la revisión de los resultados de las reformas.
Los inspectores indican que la aplicación de las reformas estructurales “ha progresado” durante los últimos seis meses, pero “de forma desigual entre diferentes áreas políticas”. Entre los avances, citan la reforma de la ley concursal, la reducción de requisitos de licencia para comercios o la aplicación gradual de la ley de unidad de mercado o la reforma de la administración pública.
No obstante, apuntan que la reforma de las políticas activas de empleo se está convirtiendo en “un proceso complejo y largo, cuyo impacto sobre el terreno tardará en sentirse”. “Al mismo tiempo, no hay más reformas previstas para afrontar el alto grado de dualidad en el mercado laboral”, critican la Comisión y el BCE.
En cuanto a la reforma fiscal, el informe señala que “es el primer paso para una simplificación global del sistema fiscal”, pero avisa de que “puede complicar el logro de los objetivos presupuestarios” de reducción del déficit. La autoridad fiscal independiente ha empezado a funcionar, “aunque con retraso”.
“Otras medidas señeras han sufrido retrasos, como la aprobación parlamentaria de la ley de desindexación y, de forma más prominente, la ley de servicios profesionales y asociaciones, que hasta ahora no se ha presentado al Parlamento”, lamentan la Comisión y el BCE.
La recuperación de la economía española, subraya el informe, “ha ganado impulso durante 2014, con el PIB creciendo a un ritmo más alto que la media de la eurozona”. El crecimiento se apoya en un aumento en la demanda doméstica, mientras que el balance externo “se ha debilitado sustancialmente” por la ralentización de las exportaciones y el aumento de las importaciones.
El paro está reduciéndose pero todavía es “muy alto”, por encima del 24%, mientras que el mercado laboral “está caracterizado por una alta tasa de parados de larga duración”, una elevada tasa de inactividad juvenil y una segmentación significativa entre tipos de contratos.
La deuda pública sigue subiendo, aunque el Gobierno español espera que toque techo en 2015 ligeramente por encima del 100%. “Los elevados niveles de deuda doméstica y externa implican necesidades adicionales de desapalancamiento en los diversos sectores de la economía, por lo que su vulnerabilidad a los shocks persiste”, avisa el Ejecutivo comunitario y el BCE.
La situación de liquidez de los bancos españoles, según constata el informe, “ha seguido mejorando y los bancos han informado de un aumento de beneficios durante la primera mitad de 2014”. “Los menores costes operativos y de morosidad más que compensan la caída de ingresos por la reducción de los volúmenes de crédito”, señalan los inspectores.
Los niveles de capital de los bancos han seguido aumentado y la estabilización en la calidad de los activos ha empezado a reflejarse en una leve caída del nivel de morosidad. La reestructuración de los bancos que han recibido ayudas públicas sigue avanzando, aunque continúan los litigios con los preferentistas. “Completar la reestructuración y privatización de los bancos nacionalizados es necesario para situar al sector bancario en una base sólida a largo plazo”, afirma el informe, que reclama además aplicar cuanto antes la reforma de la ley de cajas de ahorros.
“Para los bancos, el principal reto en adelante parece ser la presión en sus beneficios por la caída de los volúmenes de intermediación. El mantenimiento de niveles adecuados de provisiones y colchones de capital será esencial a este respecto”, señalan los inspectores. También recuerdan el reto del banco malo (Sareb) de vender su cartera inmobiliaria maximizando su valor.
“Pese a la estabilización del sector financiero, también se requiere vigilancia por la posibilidad de una inversión de los recientes aumentos de valoración de los activos españoles en caso de una corrección en los mercados financieros globales”, señala el informe.
La próxima misión a Madrid del BCE y la Comisión tendrá lugar en primavera de 2015.