Iberia acaba de ser condenada a pagar una multa administrativa de 25.000 euros al discriminar por motivos de sexo a los candidatos durante uno de sus procesos de selección. En concreto, la empresa temporal encargada exigía un test de embarazo a las mujeres que querían formar parte de la plantilla.Una situación que vio la luz tras la denuncia de Barbel Espín, una menorquina de 28 años, ante la Inspección de Trabajo.
Eldiario.es se ha puesto en contacto con Espín que prefiere mantener un perfil bajo. Sin embargo, la menorquina ya ha concedido una entrevista publicada hoy en El Diario de Mallorca, del grupo al que también pertenece el Faro de Vigo, los detalles de su proceso de selección. Recuerda cómo tras pasar un primer cuestionario online para optar a un puesto de administrativa de tierra, durante la entrevista personal le pidieron que fuera a un centro médico para someterse a un reconocimiento.
En sus instalaciones, donde coincidió con más compañeros, fue donde le preguntaron por cuestiones personales como si se estaba embarazada o la periodicidad de su menstruación. “En las pruebas de Iberia no sólo me pedían pruebas de embarazo; incluso me preguntaron la fecha de mi última regla”, sentencia Espín.
Explica cómo dentro de la consulta el médico le entregó una autorización para realizarle un análisis de orina. En el documento también debía tachar dos casillas con las que daba su consentimiento para que buscaran rastros de sustancias tóxicas y síntomas de embarazo. Dio luz a la primera opción, pero se negó a la segunda.
Ante tal situación, recuerda Espín en el medio mallorquín, “me advirtieron de que si no aceptaba las pruebas de embarazo quedaría fuera del proceso de selección”. La decisión no fue fácil, “al principio dudé”, señala, aunque tras ver cómo el médico comenzaba a borrar su negativa al análisis lo tuvo claro. En ese mismo día lo comunicó a la Inspección de Trabajo, al Instituto Balear de la Mujer y a UGT, así cómo lo denunció a un juzgado de Mahón (Menorca).
Sobre el sindicato, Espín crítica la postura que ahora han tomado: “Me indigna que ahora digan que la labor de la Inspección ha sido insuficiente”, ya que afirma que cuando los telefoneó para contarle su denuncia “no les importó lo más mínimo.
“La humillación a Iberia es impagable”
El caso, aunque se detectó hace aproximadamente un año en las Islas Baleares, es una práctica habitual en toda España. Así lo reconoce la compañía aérea ante la Inspección de Trabajo, en donde afirma que el test de embarazo es obligatorio para todas las aspirantes. Un requisito que la sentencia tumba.
En cuanto a la multa impuesta a Iberia, a Espín le parece “baja, pero la humillación a Iberia es impagable”. Por este motivo, se da por satisfecha y señala que “todo ha valido la pena”. Preguntada por la razón que la llevo a emprender esta lucha, la menorquina lo tiene claro: “Tengo una carrera y dos máster, y no puedo consentir que mis opciones de encontrar un empleo dependan de si estoy o no embarazada”.
La visión de Espín, amparada ahora por el dictamen de la Inspección de Trabajo, no es compartida por la aerolínea que en un comunicado justifica las pruebas médicas por motivos de seguridad. Apunta, que sólo así se puede proteger a las trabajadores que estuvieran embarazadas y aplicar los protocolos de prevención de riesgos laborales.