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Ignacio González resucita para Eurovegas el aeropuerto de jets privados de Madrid

El Gobierno de la Comunidad de Madrid, que preside Ignacio González, ha decidido resucitar la construcción en la localidad de El Álamo-Navalcarnero de un aeropuerto para dar servicio a jets privados. El relanzamiento se produce a petición del promotor de Eurovegas, Sheldon Adelson, al que la ubicación del nuevo aeródromo a escasos 20 kilómetros de Alcorcón (la ubicación elegida para el megacomplejo de casinos) y a 20 minutos en automóvil por la autopista A5, se le antoja una pieza clave para conseguir el éxito de su inversión. El objetivo principal del nuevo aeródromo, ahora, es dotar de servicio para el aterrizaje y despegue de jets privados que lleven pasajeros de alto poder adquisitivo a Eurovegas.

Fuentes cercanas a la Asociación Española de Aviación Ejecutiva (Aesave), que agrupa a los principales operadores nacionales de aviones para vuelos de negocios (Gestair, Tag Aviation o Executive Airlines, entre otros), han confirmado que la Comunidad de Madrid les ha comunicado sus planes para resucitar el proyecto.

El nuevo aeródromo fue reclamado durante años por el sector aeronáutico de vuelos de ejecutivos, cuyas empresas se implicaron en su implementación financiera y también urbanística cuando en 2008 parecía que iba a convertirse en realidad. En diciembre de 2011, sin embargo, Esperanza Aguirre dio la orden de clausurar el proyecto de El Álamo y de disolver la sociedad promotora, Aeropuertos de Madrid SA, con el argumento de que “ya había demasiados aeropuertos sin aviones y sin pasajeros” y era necesario “evitar que se repitiera el bochorno” de otros “aeródromos fantasma”, como los de Ciudad Real, Murcia y Castellón.

Proyecto estrella de Aguirre

La construcción de un aeropuerto para jets privados y aviación general en el término municipal de Navalcarnero, en la frontera con la provincia de Toledo, fue uno de los proyectos estrella de la Comunidad de Madrid cuando su presidenta era Esperanza Aguirre.

En 2005 la Consejería de Transportes e Infraestructuras lanzó la construcción, no de uno, sino de dos aeródromos alternativos al de Madrid-Barajas, que ya entonces llevaba muy adelantada su remodelación con la construcción de tres nuevas pistas y de la Terminal 4 con su satélite: en total más de 6.000 millones de euros de inversión.

Los dos nuevos aeródromos estaban pensados, el primero para tráficos de carga en la localidad de Campo Real; y el segundo, para agrupar la aviación ejecutiva y la general, en la localidad de El Álamo-Navalcarnero. Ambas iniciativas componían la espina dorsal del Plan de Infraestructuras Aeroportuarias de la Comunidad de Madrid para el período 2007-2025.

El presupuesto previsto para el aeródromo de El Álamo ascendía a 180 millones de euros. El Gobierno de Aguirre reservó una parcela de 230 hectáreas en la zona de Navalcarnero, constituyó la sociedad anónima Aeropuertos de Madrid y encargó un estudio de impacto ambiental para el proyecto. En principio la instalación iba a contar con una pista de 2.000 metros de longitud, pero se preveía una segunda “para absorber el previsible incremento de la demanda”. Además contrató al estudio de arquitectos de Antonio Lamela para que diseñara una “terminal de pasajeros de características singulares”. Lamela y el italo-británico Richard Rogers fueron los autores del proyecto de la Terminal 4 y el edificio Satélite en Barajas. Finalmente inició el proceso de adjudicación de la obra.

Llega la crisis

Cuanto el Gobierno de Esperanza Aguirre tenía en marcha la construcción de aeródromo de El Álamo, la crisis económica golpeo con dureza el crédito inversor de las Administraciones y dejó al descubierto los excesos en la construcción de infraestructuras cuya justificación real era más que dudosa.

En este escenario y con mayor celeridad con la que la Comunidad de Madrid había puesto en marcha la construcción de los dos aeropuertos, el 22 de diciembre de 2011 tomó la decisión de liquidar la sociedad anónima Aeropuertos de Madrid y paralizar la construcción de los dos aeropuertos. La drástica medida se justificó entonces por la “desastrosa imagen que ofrecen muchos aeropuertos privados y públicos en los que se han gastado millones y que ahora no son capaces de atraer ni vuelos ni pasajeros”.

Según la información ofrecida a la patronal Aesave por responsables de la Comunidad de Madrid para justificar el relanzamiento del proyecto del aeródromo de El Álamo, el efecto que se espera que Eurovegas tenga sobre el turismo será tan espectacular que multiplicará por dos los 10 millones de visitantes que actualmente tiene la región. El número de vuelos privados, igualmente, se disparará. En 2012 se estima que se realizaron en Madrid unas 14.000 operaciones de jet privado, cuando antes de la crisis habían superado las 20.000.

El reclamo de Eurovegas no solo ha alertado las apetencias aeroportuarias de la Comunidad de Madrid. También la Junta de Castilla-La Mancha ha puesto sus ojos en el presunto ‘boom’ que provocará Eurovegas. En los terrenos limítrofes al lugar donde se prevé en los próximos seis años la construcción del aeropuerto de El Álamo, ya en la provincia de Toledo, funciona ya un pequeño aeródromo denominado Casarrubios del Monte. Su gerente, Igncio Elduayen, recibió con alborozo la noticia de que Alcorcón acogerá el macroproyecto de ocio Eurovegas. El directivo ha comenzado a realizar las gestiones oportunas para que las comunidades autónomas de Castilla-La Mancha y Madrid, ahora las dos en manos del Partido Popular, se pongan de acuerdo para que “un único aeropuerto en la zona ”dé un servicio distinto al de Madrid-Barajas“, adecuado para los visitantes más potentados del complejo de juego Eurovegas.