Un deficitario negocio de gimnasios en Madrid que ya arrastraba pérdidas antes de la pandemia y una plataforma de promoción de grandes marcas a través de influencers españoles que lleva años sin presentar cuentas. Son los otros dos negocios vinculados a Mella, la sociedad instrumental que Luis Alfonso de Borbón montó en Luxemburgo en 2016 y que el bisnieto del dictador Francisco Franco ha utilizado para participar en una gestora de cooperativas de pisos “a precio de coste” de la familia del diputado de Vox Víctor González Coello de Portugal, vicepresidente para el área económica y responsable de la captación de fondos de la formación de extrema derecha.
La reciente disolución de Mella ha sacado a la luz sus vínculos con esos negocios al detallar los activos que tenía en el momento de disolverse y que ahora han pasado a manos de la persona a la que el acta de disolución de la sociedad identifica como su único accionista, el llamado duque de Anjou, autoproclamado pretendiente legitimista al trono de Francia
Entre esos activos destacan 190.000 acciones de la compañía española Reto 48 España 2015 SL, que equivalen a un 20% de esta empresa. Mella, que asignaba en el momento de su disolución una valoración de 190.000 euros a esas acciones, también había concedido a Reto 48 dos préstamos participativos de 97.150 euros, según el acta. El documento está fechado el 30 de octubre, semanas después de que la sociedad realizara en septiembre una ampliación de capital de cerca de 420.000 euros.
Reto 48 opera en un negocio, el ejercicio físico en espacios cerrados, que se ha visto muy golpeado por la pandemia, y debe su nombre a un método de entrenamiento para ponerse en forma en 48 días que el propio Luis Alfonso de Borbón ha promocionado activamente en el pasado. Actualmente explota, según su web, dos centros de entrenamiento ubicados en dos de las zonas más exclusivas de Madrid: uno en la calle Velázquez, cerca del barrio de El Viso, donde viven algunas de las mayores fortunas españolas, y otro en La Moraleja, el barrio más rico del país, que lleva semanas confinado como consecuencia de la alta incidencia del coronavirus.
Se trata de un proyecto que el aristócrata presentaba así a principios de 2017: “No es un gimnasio”, explicaba entonces a ABC, sino “un centro deportivo, en el que asociamos entrenamiento, nutrición y tratamientos de estética, que forman parte del reto”.
“Yo antes de banquero era deportista”, recordaba en otra entrevista al programa de televisión Espejo Público el financiero, que hace un año, coincidiendo con la exhumación de su bisabuelo del Valle de los Caídos, vio como se precipitaba la quiebra e intervención del Banco del Orinoco (BDO) en la Antilla holandesa de Curazao. Esta entidad, propiedad de su suegro, el magnate venezolano Víctor Vargas, era filial del Banco Occidental de Descuento (BOD), del que De Borbón es vicepresidente internacional.
La apuesta de Reto 48 se basa en combinar “entrenamiento funcional de alta quema calórica, asesoría nutricional deportiva y distintas sesiones de estética. El objetivo es sudar y divertirse mucho durante ocho semanas para lograr unos resultados físicos acordes a lo que busca cada persona, a la vez que les enseñamos a alimentarse correcta y saludablemente, y apoyamos ambos objetivos con distintos tratamientos de body technology que ayuden a alcanzar sus metas”, detallaba hace unos años Sara Álvarez, la creadora de Reto 48 junto a su marido y consejero delegado, Jorge Facha, y al propio Luis Alfonso de Borbón.
Una apuesta, llámese gimnasios o centros deportivos, que no se ha traducido en una rentabilidad económica, a tenor de las cuentas de Reto 48. El pasado ejercicio, antes de la pandemia, la empresa volvió a registrar pérdidas, al anotarse unos números rojos de 158.480 euros tras facturar algo más de 700.000 euros, según sus cuentas de 2019.
La sociedad luxemburguesa que acaba de disolver Luis Alfonso de Borbón contaba también entre sus activos con 75.000 títulos de Spanish Influencers 2017 SL. Se trata del proyecto que el hijo del fallecido Alfonso de Borbón, duque de Cádiz, y de Carmen Martínez-Bordiú, nieta del dictador y asidua de las revistas del corazón, montó ese año para ofrecer a grandes empresas la posibilidad de promocionarse en redes sociales utilizando como altavoces a blogueros, personas famosas y otras celebridades.
Según explica la empresa en un vídeo promocional en su web en el que muestra campañas realizadas para multinacionales como Danone, Media Markt, Nike o Coca-Cola, la propuesta de esta firma, de la que el bisnieto de Franco se presenta en su perfil en LinkedIn como CEO, pasa por ofrecer a grandes marcas a “los creadores de contenido más poderosos del país”. Estos cobran por recomendar sus marcas favoritas en redes sociales. La empresa solo presentó cuentas el año de su creación: perdió algo más de 84.000 euros tras facturar 34.000 euros.
La inversión de Mella a la que menor valor otorga el acta de disolución de Mella son 1.500 acciones de la española Villalar 2001 SL, a las que asigna una valoración de apenas un euro. Se trata de la empresa de la familia del vicepresidente económico de Vox, que desde septiembre de 2017 tiene como administrador único a Iván-Félix González Coello de Portugal, hermano del diputado ultraderechista, que es amigo de la infancia y compañero de colegio de Luis Alfonso de Borbón.
Desde su creación en 2006, la luxemburguesa Mella, cuyos activos no eran públicos hasta ahora, ha tenido como administrador al gestor suizo Mario Rao, gestor de una firma helvética que la Guardia Civil relacionó en su momento con un supuesto entramado de blanqueo orquestado por el ex presidente de Banesto Mario Conde, que finalmente fue exonerado por la Audiencia Nacional en 2019.