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La inmobiliaria Merlin prepara un bonus de 64 millones de euros en acciones para premiar a su cúpula en 2022

Ismael Clemente, consejero delegado de Merlin Properties.

Antonio M. Vélez

Merlin Properties, la mayor inmobiliaria española y la única que cotiza en el Ibex 35, ha detallado por primera vez el número de títulos que entregará a su cúpula directiva (seis personas, todos hombres) en virtud de un plan de retribución en acciones a largo plazo (Management Stock Plan, MSP) que aprobó poco antes de su salida a Bolsa en junio de 2014 y que acaba de activar.

La compañía prevé entregar en 2022 a esos seis directivos clave un máximo de 6 millones de títulos cuyo valor, a los precios actuales, supera los 64 millones de euros: a más de 10 millones por cabeza.

Así se recoge en sus cuentas anuales de 2016, en las que la socimi (sociedad cotizada de inversión inmobiliaria) explica que, en virtud del citado MSP, “considerando el importe del incentivo y la cotización de la acción de la Sociedad Dominante, el equipo directivo tendrá derecho a recibir un máximo de 6.000.000 acciones dentro de 5 años, siempre que permanezcan prestando servicios al Grupo durante los próximos 3 años”.

En octubre de 2014, ese plan recibió críticas de Morgan Stanley por su “enorme impacto en la rentabilidad final de los accionistas”. Por lo pronto, la cúpula de Merlin ya se ha asegurado gracias a él un total de 1.373.334 acciones valoradas en más de 14,6 millones de euros.

“A día de hoy”, ya han generado el “derecho a recibir dentro de 5 años un máximo de 750.000 acciones” valoradas en más de ocho millones los dos consejeros ejecutivos. Se trata del extremeño Ismael Clemente, consejero delegado y conocido por asegurar hace unos años que en España no paga impuestos “ni Dios”; y su socio y ex compañero de estudios Miguel Ollero. Los otros cuatro miembros de la alta dirección se han asegurado por ahora otras 623.334 acciones, con un valor de mercado de 6,7 millones.

El plan data de 2014, pero no se había activado hasta ahora. A diferencia de lo que ocurrió en el ejercicio 2015, en 2016 “se han cumplido las condiciones previstas en el plan” para la entrega de esas acciones, según Merlin, que ha elegido como referencia para la “primera fecha de asignación” de las acciones el ejercicio 2016, un año récord para la empresa, que disparó su beneficio más de un 1.000%, hasta 587 millones de euros, tras integrar en su balance la inmobiliaria Metrovacesa.

Un 25% cada año

Un 25% de las acciones a entregar con el plan se ha consolidado ahora y la entrega del 75% restante se irá comprometiendo año a año en los tres próximos años, en función del cumplimiento de objetivos: hasta otro 25% dentro de un año y los mismos porcentajes en los siguientes dos ejercicios.

La ejecución de este plan de retribución en acciones, que es independiente de la remuneración variable anual de los directivos de Merlin, depende fundamentalmente del valor neto de los activos (EPRA NAV) de Merlin, que en 2016, tras los correspondientes ajustes (principalmente, el descuento de los fondos obtenidos con la ampliación de capital realizada en octubre pasado para comprar Metrovacesa) se situó en 3.592 millones, lo que, según la empresa, supone un 20,4% más que un año antes.

Con esta variable y los 101,2 millones de dividendos que repartió el pasado ejercicio, Merlin estima una “tasa de retorno a los accionistas” del 20,8%, muy por encima del mínimo del 8% que fijaba el plan para poder ejecutarlo.

En sus cuentas de 2016, Merlin subraya que el derecho a percibir dos tercios de los hasta 6 millones de acciones que entregará “está condicionado a que la Sociedad Dominante goce de solvencia financiera en los próximos dos ejercicios”, 2017 y 2018.

En el folleto de salida a bolsa, la empresa advirtió de que este esquema de incentivos no estaría sujeto a cláusulas de devolución por “cualquier disminución posterior que pueda ocurrir en el valor” de los activos de la empresa y que tampoco está “directamente relacionado” con la evolución de las acciones de la compañía en bolsa. El incentivo, dijo entonces, incluso podría “ser pagado o aumentado cuando la cotización de las acciones se deteriore”.

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