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El PP lucha para rebajar las recomendaciones del Parlamento Europeo sobre paraísos fiscales

  • El pleno de la Eurocámara afronta la votación de las recomendaciones de la comisión que se formó a raíz de la filtración de los Papeles de Panamá

No son más que recomendaciones, sin poder legislativo, para intentar rebajar un problema que le cuesta a la Unión Europea un billón de euros al año. Se trata de frenar al menos en parte la elusión y la evasión de impuestos a través de paraísos fiscales, en ocasiones a través del blanqueo de capitales que se utiliza para financiar actividades terroristas. Y sin embargo, el Partido Popular está empeñado en rebajar la resolución de la comisión del Parlamento Europeo que ha investigado este problema a raíz de las revelaciones de los Papeles de Panamá. Este miércoles se producirá la votación en el pleno de la Eurocámara que, según afirma el grupo de la Izquierda Unitaria Europea, sigue sin estar atada.

El eurodiputado español de este grupo Miguel Urbán (Podemos) explica que su grupo habría ido mucho más allá de estas recomendaciones, “pero creo que dentro de la correlación de fuerzas del Parlamento Europeo no deja de ser un texto aceptable, que costó muchísimo sacar en la comisión en seis horas de votación y que ahora quiere ser mutilado por las propuestas del PP y de los liberales de ALDE. Si vencen estaremos ante un fraude y un paso atrás”, denuncia. Coincide el eurodiputado de Izquierda Plural Ernest Urtasun: “Ha quedado un informe bastante ambicioso, y en el Pleno va a haber una batalla por diluirlo por parte de los grupos conservadores. Pero creo que a algunos diputados cada vez les da más vergüenza apoyar determinadas medidas”.

De recomendar prohibiciones a pedir evaluaciones

Entre las enmiendas presentadas por el PPE a las que se refieren, está la de rebajar la prohibición de abrir cuentas financieras y la titularidad de sociedades fantasma (offshore) en paraísos fiscales. La resolución aprobada en la comisión (que presidió el alemán del PPE Werner Langen) reclama sanciones y la exclusión de los procedimientos de contratación pública de los Estados miembros y de la Unión de este tipo de sociedades. La enmienda pretende dejarlo en pedir a la Comisión Europea que evalúe “el impacto de la posibilidad de introducir un registro obligatorio o la prohibición de la titularidad, incluida la titularidad real, de cuentas financieras y de sociedades fantasma”.

Otro ejemplo es la petición al Consejo de la UE (es decir, los países miembros, que son los que más rebajan las pretensiones del PE y de la CE para luchar contra el fraude) de elaborar una lista similar a la que se aprobó la semana pasada de paraísos fiscales, que incluya territorios dentro de la Unión. Los países señalados suelen ser Irlanda, Luxemburgo, Holanda y Malta, además de Suiza, que no está en la UE, y el Reino Unido, en proceso de salida. El PPE quiere pedir a la Comisión (no al Consejo) que analice los regímenes fiscales de los estados miembros y sus territorios (hay casos como los de la portuguesa Madeira que también son objeto de discusión por su régimen fiscal ventajoso).

Además, la recomendación que se vota este miércoles señala la conveniencia de contar con tipos mínimos en el impuesto de Sociedades y “una política de concesión moderada de exenciones fiscales y únicamente en gastos locales con objeto de apoyar nuevas inversiones productivas”. Pero para el PPE debe limitarse este tipo mínimo a “determinados ámbitos” que no concreta. Quiere eliminar también la referencia a las deducciones fiscales, que dejan tipos cercanos a cero en determinados países.

En cuanto a los despachos establecidos en la Unión que ejercen como intermediarios entre los evasores y los países considerados como paraísos fiscales, la recomendación de cortar de raíz estas actividades se debe quedar, para el PPE, en una petición de que la Comisión “evalúe el impacto” de esta eventual prohibición.

Otro punto de fricción se va a encontrar en la que parece será otra futura comisión contra este tipo de prácticas. Si bien todos están de acuerdo en la conveniencia de crearla, incluso de manera permanente a partir de la próxima legislatura, el PPE no la quiere dotar de atribuciones similares a las de los Parlamentos nacionales, es decir, que pueda obligar a los comparecientes a acudir a la misma, entre otras cosas.

Durante el pleno que debatió el informe, el portavoz del PP español, Luis de Grandes, señaló que a su juicio, “resulta prioritario una definición común de paraíso fiscal”. Añadió que también es importante que aunque en la lista negra no figuren algunos estados miembros, “no es tolerable que algunos se comporten como paraísos fiscales”. “Hay que impedir que las leyes permitan la elusión fiscal. Hay leyes que no son éticas y por tanto hay que modificarlas, para impedir que existan ámbitos privilegiados, que aun cumpliendo las leyes se puedan eludir los compromisos morales y sociales”, dijo.

Los socialistas no apoyarán las enmiendas del PPE ni de los liberales de ALDE

El eurodiputado socialista Ramón Jáuregui deja claro que no tienen intención de apoyar las enmiendas de liberales y del PP: “Las enmiendas socialistas van en dirección contraria”. Por ejemplo, los socialistas pretenden que Luxemburgo, Irlanda, Malta y Holanda aparezcan considerados como “paraísos fiscales”. También aceptarían una definición más suave, pero que deje claro que su fiscalidad es nociva para las arcas públicas y favorece el “dumping” (traslado real o a través de ingeniería fiscal de un contribuyente a otro país o territorio en el que se pagan menos impuestos).

“La lista con citas a Europa mejoraría la credibilidad internacional. Y si no hay lista no hay capacidad de sanciones. Una vez la tengamos, la operatividad contra esos países abre un abanico muy amplio. En la mejor de las hipótesis, los acuerdos comerciales estarán prohibidos con esos países, con la posibilidad última de sancionar a los bancos en su licencia bancaria si operan en paraísos fiscales”, afirma el socialista.

Para Miguel Urban “es un poco preocupante que las instituciones europeas funcionemos a golpe de filtración o escándalo periodístico”. Cuando empezó la comisión, este eurodiputado tuvo la sensación de que era una coartada para demostrar que las instituciones estaban haciendo algo. “Sólo querían que fuéramos a visitar Panamá. Pero nosotros veíamos que el problema estaba dentro de la UE”. A su juicio, la cuestión de la evasión y elusión no es coyuntural. “La propia UE fomenta sin ningún tipo de reglas la competencia del dumping fiscal entre estados, que creo que disgrega y genera profundas heridas. Hay una nueva aristocracia mundial que cree que tiene la capacidad de no pagar impuestos”.

Tras la votación en el pleno de la Eurocámara, si es que sale adelante, la “batalla” se trasladará a los Parlamentos nacionales los próximos meses, para que traspongan estas recomendaciones.

Jáuregui admite que fue un error sacar a Panamá

El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero decidió en 2011 sacar a Panamá de la lista de paraísos fiscales. Ahora, el entonces ministro de la Presidencia y actual eurodiputado socialista Ramón Jáuregui admite que “la experiencia ha demostrado” que no fue suficiente con establecer un convenio de cooperación fiscal con la isla. 

“La decisión estaba relacionada con la operatividad de las empresas españolas allí, puesto que iba a haber muchos empleados trabajando y la colaboración con la hacienda panameña fue obligada”, explica Jáuregui desde Estrasburgo, tras participar en el debate parlamentario en el que se han debatido las conclusiones de la Comisión sobre los “papeles de Panamá”, que sacaron a la luz miles de casos de elusión y evasión a través del despacho Mossack Fonseca. La decisión del Gobierno socialista se remonta a los tiempos en los que Sacyr se adjudicó las obras de Canal de Panamá. Si España no hubiera sacado a este país de la lista negra se enfrentaba a la llamada cláusula de retorsión, por la que Panamá considera al otro país también paraíso con posibles restricciones para el acceso a licitaciones de obra pública.

Según Jáuregui, “lo que se hizo realmente fue sacarlo de la lista a cambio de establecer un convenio de cooperación fiscal, para ser justos. A largo plazo se ha demostrado, después de Mossack Fonseca y los ”papeles de Panamá “, que este tipo de actuaciones no son suficientes”. Su impresión ahora es que la comunidad internacional tiene la necesidad de calificar a cada país como lo que es. Precisamente, los ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea adoptaron el pasado día 5 una lista negra de paraísos fiscales que está compuesta por 17 países, entre los que se encuentran Panamá, Túnez, Corea del Sur, Emiratos Árabes Unidos o Mongolia, entre otras jurisdicciones.

“Ciertamente, Panamá ha sido calificado como un paraíso fiscal, y creo que es mejor ese camino que el otro”, asegura Jaúregui.

Sobre la lista negra adoptada ahora, asegura que aunque es partidario de que Europa “haga un lista mejor” en la que aparezcan también Luxemburgo, Irlanda, Malta y Holanda, países con una reducida tributación, pero afirma que no “desprecia” el valor de lo que ha conseguido Europa. “Es un paso que no ha dado ninguna otra organización, de hecho ha provocado reacciones muy furibundas, y el embajador panameño fue llamado a consultas en su propio país, por poner solo un ejemplo”.