En las últimas tres décadas, la jornada media de trabajo ha caído en unas cinco horas a la semana. “Un descenso de la jornada semanal media desde unas 37 horas hasta 31,8” en 2019, recoge un informe recién publicado del Banco de España. En pleno debate sobre las semanas laborales de cuatro días y la reducción de las jornadas, el regulador bancario añade que la previsión a futuro se inclina por una caída del tiempo de trabajo debido a procesos ya en marcha, como el envejecimiento de la población.
“Según la EPA, en España las horas trabajadas al año por ocupado cayeron entre mediados de los años ochenta y 2019 entre 200 y 300 horas (más de un 14%)”, recoge el estudio, que firma M.ª Pilar Cuadrado, del departamento de Análisis de la Situación Económica del regulador bancario. El estudio se centra en la evolución hasta 2019, por las perturbaciones posteriores a la COVID, una crisis que afectó mucho al tiempo de trabajo debido a los ERTE, que fueron la herramienta más utilizada para proteger el empleo.
Esta disminución del tiempo de trabajo en las tres últimas décadas se explica por los avances tecnológicos, que han reducido el tiempo invertido en múltiples procesos productivos, pero también debido a la incorporación de la mujer al mercado de trabajo y al mayor peso del sector servicios, con jornadas inferiores, entre otros factores.
“Por ramas de actividad, las horas trabajadas por ocupado disminuyeron entre 1995 y 2019 en todos los sectores, excepto en la construcción”. El informe apunta que, dado que el sector servicios gana cada vez más peso en la economía y este tienen jornadas inferiores, el balance final es de pérdida de horas de trabajo.
“En concreto, el cambio en la composición del empleo por ramas productivas explica casi la tercera parte de la disminución de las horas por trabajador en ese período”, cifra la investigadora.
Más jornada parcial y el tiempo completo es más corto
La caída a una jornada semanal media de 31,8 horas semanales en 2019 se explica además porque hay más personas con jornadas a tiempo parcial en las últimas décadas. En este punto, tiene especial importancia la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo, muchas con este tipo de jornadas reducidas debido a que no encuentran trabajo a tiempo completo o a que tienen que afrontar tareas de cuidados en su hogar.
El estudio recoge el “fuerte empuje observado en la ratio de parcialidad, que se elevó desde el 5,2 % en 1987 hasta el 14,6 % en 2019”. “Este incremento de la tasa de parcialidad contribuyó en cerca del 40% a la reducción de la jornada laboral, mientras que el recorte de la jornada a tiempo completo fue el responsable del resto”.
Porque además de un aumento de los trabajadores con contratos a tiempo parcial, el estudio añade otro factor: que las jornadas a tiempo completo también son más cortas ahora que hace tres décadas. “En España la jornada semanal del trabajador medio a tiempo completo se ha reducido en casi cuatro horas entre 1987 y 2019 (de 38 a 34,3 horas)”, contempla el informe. Por su parte, la jornada del trabajador a tiempo parcial se ha mantenido: “Por debajo de la mitad de la jornada completa (en torno a las 17 horas)”.
Avanzamos a jornadas medias inferiores
El estudio sitúa otro factor por el que se prevé que las jornadas medias por trabajador continúen en descenso en los próximos años: el envejecimiento de la población. El envejecimiento demográfico y el retraso en la edad de jubilación supone que los trabajadores jóvenes pierden peso en favor de grupos de mayor edad, que tienen jornadas laborales más reducidas.
“Con la previsión de la estructura demográfica prevista en las últimas proyecciones de población disponibles del INE, de octubre de 2022, implicaría que en 2033 la jornada semanal media se habría reducido, en comparación con la actual, en casi tres horas al año, bajo el supuesto de que las tasas de ocupación por edades permaneciesen constantes”, calcula el informe.
El informe también simula otras hipótesis. “En un ejercicio en el que la tasa de parcialidad aumentara en España desde el 13,6% alcanzado al finalizar 2022 hasta el nivel de Alemania (un 27,9%, según el último dato disponible, referido a 2021), la jornada anual caería en 121 horas al año”, casi dos horas y media a la semana, contempla.
Tras las alteraciones por la pandemia, en la actualidad la duración media de la jornada laboral “ha retornado a su perfil histórico descendente”, recoge el informe. Es decir, el tiempo de trabajo se reduce, pero en línea con lo observado en el pasado.
En el horizonte están los debates que quieren legislar para reducir el tiempo de trabajo, como los defensores de la semana laboral de cuatro días o de una reducción de las jornadas diarias. De fondo hay todavía muchos retos, como la adaptación de los procesos productivos y de las empresas, así como de la remuneración de los trabajadores, que muchos trabajadores no se pueden permitir rebajar.