“Lo del Estatuto del Becario clama al cielo”, ha criticado este lunes el líder de CCOO, Unai Sordo, a preguntas sobre la recuperación de esta medida por parte del Ministerio de Trabajo, que sigue sin cosechar acuerdo dentro de la coalición del Gobierno. Sordo ha advertido de que el sindicato no volverá a negociar la regulación con más derechos para las personas becarias y ha exigido al Ejecutivo que apruebe lo acordado con el Ministerio Trabajo hace más de un año.
El Estatuto del Becario, pactado por Trabajo y los sindicatos mayoritarios (CCOO y UGT) en junio de 2023, consiste en un catálogo básico de derechos para los estudiantes que realizan prácticas, como la compensación de gastos, las vacaciones y los descansos como el resto de la plantilla, una “adecuada tutorización” de los estudiantes o la protección de su salud, entre otros. También recoge más límites a su utilización, en número de becarios y de horas de prácticas, así como sanciones específicas para las entidades que incumplan los derechos de los becarios.
“Lo suscribimos a finales de la anterior legislatura y único que vamos a decir es que exigimos el cumplimiento taxativo y exacto de lo que hemos pactado”, ha afirmado Unai Sordo en un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum.
Sordo señala al “lobby” en contra
Después del acuerdo con Trabajo, el Ministerio liderado por Yolanda Díaz no logró llevarlo al Consejo de Ministros, con reticencias en la parte socialista del Gobierno (expresadas por Hacienda y Economía), que alegaron que a la norma le faltaba aún trabajo. Mientras, Universidades y fundaciones de empresas advertían de que compensar gastos a los estudiantes suponía un “serio peligro” para las becas, y el Gobierno tampoco parecía tener asegurados los apoyos por parte de algunos de sus socios parlamentarios, como PNV.
Hace unas semanas, el Ministerio de Trabajo ha vuelto a sacar a audiencia pública el Estatuto del Becario, con la intención de reactivar la regulación, pero de nuevo hay reticencias al respecto de la norma dentro del Gobierno, como publicó El País y confirmaron fuentes gubernamentales a este medio.
“No vamos a entrar a renegociar ninguna de las cuestiones que ya habíamos negociado”, ha advertido Unai Sordo. “Lo único que le pedimos al Gobierno es que ponga en marcha lo que hemos pactado. Insisto: clama al cielo”.
El líder de CCOO ha apuntado a algunas de las fuerzas que están trabajando para que la norma no salga adelante. “Sé que es un tema en el que hay muchísimas presiones, hay un enorme trabajo de lobby, desde las propias universidades, por ejemplo. Pero no admite más dilación ni vamos a renegociar nada”, ha zanjado.
Despidos y derechos ante la digitalización
El dirigente sindical ha analizado algunas de las principales cuestiones de actualidad durante el desayuno informativo de Nueva Economía Fórum, como el recorte de la jornada máxima de trabajo, los problemas de acceso a la vivienda, la llegada de personas migrantes al país o el debate sobre la financiación territorial y la fiscalidad.
Unai Sordo ha propuesto además dos medidas más para el futuro del mercado laboral. Por un lado, aumentar las trabas a los despidos, como medida complementaria a los ERTE, que incida en una estrategia que evite los despidos ante las futuras crisis y posibles problemas en las empresas. Como alternativa, sugiere que se ofrezca a las empresas “fórmulas alternativas de flexibilidad al tiempo de trabajo”.
Por otro lado, el líder de CCOO ha emplazado a regular más lo que tiene que ver con “la irrupción de la digitalización y el uso de la Inteligencia Artificial”, entre otras nuevas tecnologías. “El riesgo disruptivo que tienen las nuevas tecnologías sobre las condiciones de trabajo es potencialmente inmenso”, ha advertido.
Aunque ya se aprobó la llamada Ley Rider, para combatir los falsos autónomos entre los repartidores de plataformas digitales como Glovo y garantizar el acceso de información a los sindicatos sobre los algoritmos que definen condiciones laborales, el líder de CCOO ha propuesto ampliar la legislación. “Hay que regular”, ha insistido Sordo. “Dimos un paso en España, con la llamada ley rider, (...) pero lo hicimos de forma muy iniciática y para una pequeña porción de los trabajadores hoy vinculados a la economía de plataforma, nos queda muchísimo en este terreno”.