La decisión del presidente de EEUU, Joe Biden, de movilizar 400.000 millones para proteger la industria estadounidense ante la inflación ha hecho saltar las alarmas en la UE. Los 27 temen que el plan proteccionista afecte a sectores clave de la economía europea y se preparan para una batalla comercial con EEUU. Por eso, en la última reunión del año de los líderes europeos han emplazado a la Comisión Europea a presentar en enero instrumentos que puedan servir de estímulo y movilizar herramientas a nivel nacional y comunitario para mejorar las condiciones de inversión, según explican fuentes diplomáticas. La idea es que el gobierno de la UE presente una propuesta para impulsar la competitividad y la productividad a principios de año.
“El Consejo Europeo subraya la importancia de salvaguardar la base económica, industrial y tecnológica de Europa y la preservación de la igualdad de condiciones a nivel mundial. Esto subraya, en particular, la importancia en el actual contexto global de una política industrial europea ambiciosa para adecuar la economía a las transiciones verde y digital y reducir las dependencias estratégicas, particularmente en las áreas más sensibles”, señalan en las conclusiones.
Salvaguardar el mercado único y reforzar la coordinación para dar una respuesta determinada y ágil a la marcha de la economía son algunos de los objetivos que persiguen los líderes de la UE ante el panorama incierto que dejan los planes de Biden. “La UE tiene que asumir los desafíos a largo plazo, en particular la brecha en innovación con sus competidores potenciales”, concluyen los 27, que encargan a la Comisión una estrategia que permita mejorar la competitividad y la productividad desde comienzos de 2023.
En el fondo, los líderes de la UE cogen el guante que había lanzado la propia presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen en los últimos días al defender ante la Eurocámara y en una carta remitida a los presidentes de los 27 la necesidad de tomar medidas adicionales en el corto y en el medio plazo. “Necesitamos dar nuestra propia respuesta, nuestra Ley de Reducción de la Inflación europea”, afirmó ante los eurodiputados.
La primera intención del gobierno comunitario es adaptar las reglas europeas para facilitar la inversión pública en la transición verde, pero también apuesta por revisar los mecanismos previstos hasta ahora con el objetivo de acelerar esos cambios.
“REPowerEU es nuestra herramienta”, agregó Von der Leyen en su discurso en el Parlamento Europeo en referencia al plan puesto en marcha para hacer frente a la crisis energética que dejaba la guerra de Ucrania. De hecho, la Eurocámara y el Consejo Europeo acordaron este miércoles destinar 20.000 millones de euros adicionales a las políticas verdes para reducir la dependencia de energía fósil procedente de Rusia. Pero la presidenta de la Comisión reconoció que es necesario impulsar ese plan para hacer frente a la nueva política industria diseñada por la Administración Biden con la que, en todo caso, la diplomacia europea asegura estar trabajando para limitar los efectos de su nueva regulación en el continente.
En una carta enviada a los líderes de los 27, la presidenta de la Comisión Europea reiteraba esa idea y apuntaba, además, a la necesidad de dar una solución estructural a industria basada en energías limpias. “Nuestra ambición es ser líderes de la transición verde y para hacer esto, nuestra política industrial europea necesita financiación europea común. Por eso he introducido la idea de establecer un Fondo Soberano Europeo”, señaló Von der Leyen en ese escrito.
La posición del gobierno comunitario aventura un nuevo debate en el seno de los 27. La principal discusión está en si los planes deben pasar por flexibilizar los planes ya existentes o si inyectar dinero nuevo, según reconocen fuentes diplomáticas. Alemania recela de los planes de la Comisión por si conlleva nueva emisión de deuda, como ocurrió durante la pandemia.
En el caso de España, fuentes gubernamentales explican que hay que esperar a ver cómo se desarrolla el debate, pero defienden que un primer paso sería flexibilizar los planes que ya están vigentes para que haya una mayor facilidad para que el dinero fluya.
La intención de los 27 es reducir al máximo la dependencia de terceros en sectores estratégicos. Esos son los deberes que los líderes de los 27 han puesto al gobierno comunitario para el próximo año y que la propia Comisión Europea se había autoimpuesto tras la decisión de Biden de elevar la protección de la industria estadounidense.