La subida del salario mínimo se retrasa en España, con el mes de enero en su recta final sin que el Gobierno de coalición haya aprobado la medida. Este lunes, la vicepresidenta Nadia Calviño emplazó a un acuerdo a los agentes sociales, algo que ha sentado muy mal en UGT. “Me parece sorprendente, por no decir otra cosa más dura”, ha criticado su líder, Pepe Álvarez, que ha advertido de que subir el SMI es competencia del Gobierno. “Puede esperar tres meses, toda su vida, no va a haber un acuerdo con la CEOE en el salario mínimo”, ha zanjado el dirigente sindical.
Mientras Nadia Calviño señalaba a un acuerdo entre sindicatos y empresarios, la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, emplazó el mismo lunes a “dirigir la mirada” hacia el tramo alto del informe del comité de expertos presentado en diciembre. Es decir, a un alza entre el 7% y el 8,2%, precisaban desde el Ministerio de Trabajo.
El líder de UGT ha reiterado este martes, al igual que ha hecho en estos días su homólogo en CCOO, Unai Sordo, que es urgente que el Gobierno apruebe el aumento del salario mínimo de manera “inmediata”.
Los sindicatos recuerdan que la medida está en la mesa del Gobierno desde hace semanas, que es quien debe tomar la decisión de cuánto subir el salario mínimo. “La legislación del salario mínimo no insta a un acuerdo” de los agentes sociales, “solo a una consulta”, ha advertido Pepe Álvarez en una rueda de prensa en Madrid.
“Se han cumplido todos los pasos”
Una consulta en la que los sindicatos y patronales mayoritarios ya han dado su opinión de cuánto debe subir el SMI en 2023, con posturas muy alejadas. CCOO propone un incremento del 8,5% al 10%, mientras que UGT se decanta por esta última cifra para que el salario mínimo alcance 1.100 euros. Los empresarios han planteado que el alza sea de menos de la mitad: el 4%.
Con estas diferencias, Pepe Álvarez ha negado la posibilidad de un acuerdo social en esta materia y ha recordado que “se han dado ya todos los pasos”, con la recomendación del comité de expertos que asesora al Ejecutivo, que propuso incrementos desde el 4,6% hasta el 8,2% para que el salario mínimo cumpla con el 60% del sueldo medio del país.
“El Gobierno tiene que tomar una decisión sobre el salario mínimo de manera inmediata y no trasladárnosla a nosotros”, ha criticado el secretario general de UGT.
Además, Álvarez ha rechazado las propuestas dentro del Ejecutivo –que también señalan a Economía– para que el SMI entre dentro de un pacto salarial más amplio, con el acuerdo de salarios de la negociación colectiva (AENC). El líder de UGT ha negado tajantemente esta opción y ha recordado que el Gobierno no se sienta en la mesa de la negociación colectiva, solo bipartita entre las patronales y sindicatos más representativos.
El dirigente sindical ha pedido “humanidad” y ha recordado que la subida del salario mínimo es una medida que afecta a personas “que no llegan a fin de mes”, que no pueden esperar “para comer, pagar el recibo de la luz y hacer frente al incremento brutal de la cesta de la compra”, ha sostenido.