De la recuperación de empleos a una reducción debido a varias “amenazas” internacionales. Este es el escenario de inicio de 2022 en el mercado laboral a nivel mundial que ha retratado este lunes la Organización Internacional del Trabajo (OIT). El organismo internacional advierte de que “la recuperación del mercado de trabajo invierte su tendencia favorable” debido a la situación en los países de ingresos bajos y medio-bajos, con la reducción de horas de trabajo en el primer trimestre de año, hasta situarse un 3,8% por debajo del nivel de referencia prepandemia, el que existía antes de la crisis (cuarto trimestre de 2019). “Ello es equiparable a un déficit de 112 millones de empleos a tiempo completo”, apunta la OIT.
Los datos proceden de la novena edición del Observatorio de la OIT sobre el mundo del trabajo, que la organización ha publicado este lunes. La organización internacional alerta de que “los efectos de varias crisis internacionales inciden de forma muy adversa en la recuperación del mercado de trabajo a escala mundial” y de que además “han provocado un aumento de la desigualdad entre y dentro de los países”.
Entre las “nuevas crisis internacionales” sobre las que pone el foco la OIT, destacan las provocadas por la inflación (sobre todo con respecto a los precios de la energía y de los alimentos), la inestabilidad financiera, las posibles dificultades por endeudamiento y la interrupción de la cadena de suministro mundial, “exacerbada por la guerra en Ucrania”.
Empeoramiento en los próximos meses
Todo ello, explica la OIT, “han aumentado el riesgo de que la cantidad de horas de trabajo en 2022 siga viéndose afectada adversamente, y de que ello repercuta en mayor medida en los mercados de trabajo a escala mundial a lo largo de los próximos meses”.
Los datos del inicio de año, de una pérdida del 3,8% de horas trabajadas en el mundo, empeora notablemente las últimas estimaciones para el primer trimestre de 2022 del organismo. Estas apuntaban a un déficit del 2,4% en las horas trabajadas, el equivalente a 70 millones de empleos a tiempo completo, recuerda la agencia Europa Press.
En este sentido, la organización anticipa que el nivel de horas trabajadas a nivel mundial disminuya aún más en el segundo trimestre de 2022 a raíz de la situación en China y de la guerra en Ucrania. La última proyección de la OIT para el segundo trimestre de 2022 apunta a que el nivel de horas trabajadas esté un 4,2% por debajo del nivel previo a la pandemia, lo que equivale a un déficit de 123 millones de puestos de trabajo a tiempo completo, añade la agencia.
La OIT destaca que la brecha de género en la cantidad de horas de trabajo “se amplió a raíz de la pandemia”, donde las más perjudicadas han sido “las mujeres con empleo informal”.
Desigualdad en auge
El último informe de la OIT también destaca que la evolución del mercado de trabajo a nivel mundial sigue determinada por una gran disparidad, que el organismo advierte de que es “cada vez mayor, entre las economías más ricas y las más pobres”.
En los países de altos ingresos se registró una recuperación de la cantidad de horas de trabajo en este primer trimestre, pero en las economías de ingresos bajos y medios-bajos “se produjo un retroceso al respecto en el primer trimestre del año”, subraya la OIT, con una brecha del 3,6% y del 5,7%, respectivamente respecto a su situación de horas de trabajo previa a la pandemia.
La organización lamenta que “cabe esperar que esa disparidad siga aumentando en el segundo trimestre de 2022”. La organización proyecta una mejoría en los países ricos, donde el déficit de horas trabajadas se reducirá al 1,5%, mientras que en los países de ingresos bajos se estancará en el 3,6%, en los de ingresos medio-altos empeorará al 3,5% y en aquellos de ingresos medio-bajos el desequilibrio negativo se acentuará al 6%, recoge Europa Press.
En determinados países en desarrollo, los gobiernos se ven “cada vez más condicionados por la falta de margen fiscal y las dificultades en materia de sostenibilidad de la deuda”, al tiempo que las empresas hacen frente a incertidumbres en los planos económico y financiero y los trabajadores siguen sin tener suficiente acceso a la protección social, apunta la organización.
“Los efectos en los trabajadores y sus familias, en particular en los países en desarrollo, van a ser devastadores y podrían repercutir de forma muy adversa en los planos sociales y políticos”, ha manifestado Guy Ryder, el director general de la OIT. “Hoy es más necesario que nunca que colaboremos y hagamos hincapié en fomentar una recuperación centrada en las personas”, ha recomendado.
En el informe se enumera un conjunto de recomendaciones, como “la prestación de apoyo oportuno y eficaz para mantener el poder adquisitivo de los ingresos por trabajo” de los ciudadanos, la necesidad de promover el diálogo tripartito “para propiciar ajustes salariales adecuados y justos” y “el adecuado ajuste de las políticas macroeconómicas, con objeto de abordar las dificultades relacionadas con la inflación y la sostenibilidad de la deuda”, entre otras.