La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) ha señalado en un informe publicado este lunes el contraste entre el “consistente” despliegue del Plan de Recuperación y los problemas en el gasto final. El centro de análisis celebra que se ha puesto en marcha cerca de un 70% de los desembolsos de los fondos europeos previstos inicialmente, pero calcula que la ejecución definitiva estaría al 30%-40%.
“Desde el arranque del Plan de Recuperación en el verano de 2021 hasta el momento, se ha puesto en marcha (mediante convocatorias de ayudas y licitaciones de contratos o transferencias a las Comunidades Autónomas) casi el 70% del gasto originalmente previsto, lo que supone una 'tasa de arranque' del 23% por semestre que, en principio, sería consistente con el plan original (sin la Adenda) en 2023”, explica Ángel de la Fuente, director ejecutivo de la fundación.
El Gobierno ha anunciado recientemente que ya se han resuelto convocatorias por 22.000 millones de euros. “Se ha avanzado muy significativamente en la puesta en marcha de los PERTE [Proyectos estratégicos para la recuperación y transformación económica]”, admite el economista de Fedea.
“Con las nuevas convocatorias, el volumen de recursos movilizado casi se ha duplicado, pasando de 6.650 millones de euros en junio a 12.300 en diciembre”, continúa. “Si excluimos del denominador al PERTE Chip, que todavía está en preparación y se financiará con cargo a la Adenda del Plan de Recuperación, la tasa de arranque de los PERTE (el 61%) comienza a acercarse a la del conjunto del Plan (el 69%)”, detalla.
Sin embargo, en términos de ejecución presupuestaria, “la situación es más complicada”, observa Ángel de la Fuente. Los datos oficiales de ejecución muestran un buen balance, del 85% frente al gasto presupuestado en 2021 y 2023. Aunque, “en muchos casos, esto sólo quiere decir que esos recursos han iniciado el viaje hacia su destino final, lo que puede implicar varias transferencias entre administraciones o entes públicos hasta llegar a aquel que, en última instancia, se ocupará de gestionar las convocatorias o licitaciones correspondientes”.
Por eso, este experto recomienda distinguir entre la ejecución provisional y la ejecución definitiva o gasto final de los fondos del Plan de Recuperación, “reservando este último término para los pagos a los destinatarios finales de las ayudas o a las empresas ejecutoras de las inversiones licitadas, mientras que el primero correspondería a transferencias de entre administraciones o entidades públicas de camino a ese destino final”.
“Sobre la ejecución definitiva de los fondos europeos disponemos de información muy limitada”, añade. “Los datos y estimaciones disponibles apuntan a adjudicaciones de 0,6 a 0,8 puntos de PIB por año y a niveles de desembolso aún menores, lo que supone un ritmo en torno al 30-40% de lo esperado en su día”, concluye.
“Complejidad” en las concesiones
Hace apenas unas semanas, un informe del Observatorio Fondos Next Generation EU EsadeEcPol-EY Insights indicaba que “es factible afirmar que el ritmo adquirido [en las convocatorias] en estos últimos meses ha sido más que significativo”.
“Dicho esto, las concesiones siguen aún un ritmo mucho más lento, al depender de procedimientos administrativos que exigen de una mayor complejidad y, por ello, de mayores períodos de realización”, finalizaba.
El informe de Fedea incluye otras razones que podrían estar influyendo en la lentitud del gasto final. “La experiencia de los PERTE más avanzados muestra indicios de ciertas dificultades para atraer suficientes solicitudes de calidad para agotar las ayudas disponibles, especialmente en las convocatorias destinadas a empresas”, comenta.
“Presumiblemente con el objetivo de mitigar estos problemas, el Gobierno está comenzando a revisar las órdenes de bases de algunos grandes proyectos para simplificar las condiciones exigidas y hacerlas más atractivas para las empresas”, apunta.
Adenda al Plan de Recuperación
A finales de 2022, la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, presentó las principales características del proyecto de la adenda al Plan de Recuperación. “Se trata de la segunda fase para el despliegue total de los fondos europeos que le corresponden a España”, defendió. En total, 160.000 millones, que “aumentarán el nivel del PIB (Producto Interior Bruto) en hasta 3 puntos porcentuales hasta 2031”.