El precio medio del megavatio hora (MWh) en el mercado mayorista para este viernes marca un máximo histórico de 94,99 euros, según datos provisionales que acaba de publicar OMIE. En plena ola de frío por la borrasca Filomena, en mitad de la pandemia y en un contexto de baja producción eólica y precios del gas el alza, esos casi 95 euros están por encima del anterior máximo histórico de 93,11 euros que se alcanzó el 8 de diciembre de 2013.
Este pico de precios, con una punta de 114,89 euros para las 20 horas que también es el más alto desde que hay registros, tendrá su reflejo puntual en la factura de enero de los usuarios acogidos al precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC). Esta es la tarifa semirregulada que, según acaba de confirmar la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), es la más barata para los consumidores domésticos, pese a lo cual lleva años en retroceso en favor de las denominadas “ofertas” del mercado libre, en el que estas fluctuaciones no tienen un reflejo inmediato en factura.
El PVPC sí recoge de manera inmediata (cada hora) en la componente de energía de la factura del consumidor (que supone en torno al 35% del recibo final) las variaciones del precio horario del mercado conocido como pool. En 2020, esta referencia se desplomó por la pandemia y marcó el precio medio anual más bajo de los últimos años tras el derrumbe de la demanda eléctrica. Pero ha empezado 2021 con espectaculares subidas.
El miércoles, día de Reyes y festivo nacional, la falta de viento y la ola de frío que ya empezaba a azotar la Península impulsaron el pool hasta los 70,6 euros, su máximo desde octubre de 2018. Para este jueves, se disparaba hasta los 88,93 euros, el precio más alto desde la escalada de enero de 2017 y uno de los más elevados de los últimos quince años.
Ahora, ha roto la barrera que había tocado en diciembre de 2013, en una espiral que llevó a la CNMC a imponer una multa de 25 millones a Iberdrola por manipular precios (la eléctrica acabó imputada por un delito contra los consumidores) y al Gobierno de entonces, a cambiar el anterior sistema de subastas trimestrales con los que se fijaban los precios de la energía (conocido como Cesur) e instauró el actual PVPC.
Este jueves, la organización de consumidores Facua ha advertido de que el kilovatio hora (kWh) para un consumidor doméstico ha alcanzado en la primera semana del año una media de 16,81 céntimos, un 27% por encima de los 13,24 céntimos del mismo periodo de 2020. Facua, que ha pedido al Gobierno que actúe “de una vez con contundencia sobre el sector”, reclama “medidas contundentes para frenar la especulación”.
Pese a estos picos puntuales, el Ministerio para la Transición Ecológica, que el mes pasado se avino a ampliar la garantía de prohibición de los cortes de suministros básicos mientras dure el estado de alarma tras un enfrentamiento público con Unidas Podemos, confía en que la instalación masiva de energías renovables (que ya son la fuente de energía más barata) permita abaratar significativamente en los próximos años el denominado pool.
La ministra Teresa Ribera pronosticó en septiembre que España logrará en 2023 la convergencia de precios con Alemania y Francia gracias el efecto depresor en los precios de las energías limpias. Unas semanas después, la secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, confió en que se hito se alcance en 2022.